«Empate agónico del Rayo Majadahonda en el Wanda Metropolitano», titula Tony del Valle. «La fe del Rayo salva un punto frente a un Osasuna superior», destaca Gregorio Mª Callejo. «Osasuna pone «rojillo» al Rayo Majadahonda que pierde la posesión y gana 1 punto», subraya J. Federico Martínez. Y es que el equipo majariego rescató a última hora un punto de un partido que tenía perdido y que gracias a un cabezazo osasunista al larguero en el último segundo no desembocó en una tragedia aún peor. En una tarde noche polar y frente a 2.549 espectadores repartidos al 50% entre ambos equipos, Rayo Majadahonda y Osasuna ofrecieron una pobre primera parte y una segunda mitad algo menos gélida, aunque solo con 3 tiros entre los 3 palos, según registran las estadísticas. La posesión fue para el equipo visitante (49%/51%), al igual que los tiros (7/13) y corners (2/3). El Rayo Majadahonda cayó más veces en fuera de juego (5/3), por lo que los números reflejan la superioridad osasunista. Ahora el Rayo Majadahonda ocupa el puesto 14º, a dos por encima del descenso. Y el domingo que viene le espera el Alcorcón en su casa con un campo muy parecido al Cerro del Espino que servirá para medir si la plantilla se ha acostumbrado a los lujos y espacios del Palacio Metropolitano o sabe también sufrir en los reducidos arrabales madrileños donde se crió futbolísticamente su entrenador.


TONY DEL VALLE. «Empate agónico del Rayo Majadahonda en el Wanda Metropolitano». MVP, Iza Carcelén, todo el partido dando la cara y luchando con toda la defensa osasunista, de él salió el pase magistral que supuso el gol del empate para el Rayo Majadahonda. El Club Atlético Osasuna se presentó en el Wanda como el mejor equipo que ha pasado por aquí. Por suerte para el Rayo majariego y desgracia visitante, no supo aprovechar la cantidad de ocasiones claras que tuvieron para marcar y poner tierra por medio. Sin embargo el Rayo, en la única ocasión clara que tuvo, la embocó, trasladando a las gradas osasunistas una mal sabor de boca y una decepción total. Para la afición del Rayo Majadahonda fue una explosión de júbilo y alegría. Un puntito que sabía a gloria. Por enésima vez, el maestro Iriondo volvió a sorprender a todos con los jugadores que dispuso para el partido. Bajo los palos el fijo, Basilio. En defensa de tres Héctor Verdés Rafa y Morillas.

En el centro Oscar Valentín, Luso y Fede “Dybalita”. Por banda derecha, como siempre bregando durante todo el partido, Iza Carcelén, por banda izquierda Fran Varela y adelante el goleador Aitor Ruibal y Aitor García. El maestro Iriondo dejó en el banquillo, a Galán, Enzo, Verza, Benito Ramírez, Nicolas Schiappacasse, Toni Martínez y al portero Cantero. El partido se inició con un Atlético Osasuna mejor puesto y mejor colocado que el equipo majariego. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos tuvieron dos ocasiones de marcar, pero la falta de puntería osasunista hizo que el marcador no se moviera durante la primera parte. La segunda parte empezó con un Osasuna apretando las tuercas a un Rayo Majadahonda muy flojo en el centro del campo. Si al equipo local le quitas el balón, sufre lo indecible en el campo. Con el control del esférico y del juego, no tardó mucho en llegar el primer gol para el Osasuna en un error de colocación de la defensa local, que no pudo o no supo despejar un balón enviado desde la banda izquierda por el jugador osasunista Roberto Torres para que finalmente, Juan Villar, solo en el área pequeña, solo tuviera que fusilar a Basilio para poner el marcador 1-0.

Dos minutos después en el minuto 62’ el maestro Iriondo introdujo el primer cambio: entró Verza por Luso y en el 65’, Nicolás Schiappacasse por Fede Varela. Estos cambios produjeron una mejora de juego notable en el Rayo Majadahonda, pero sin embargo fue cuando el Osasuna a punto estuvo de poner tierra por medio por mediación de Brandon, que con un robo de balón a Verdés, en vez de pasarla a Roberto Torres, optó por tirar directamente a portería. Y para alegría de la parroquia majariega, la falló, quedando todo en un susto. En el minuto 77’ un balón que atrapa Basilio después de tocar el poste, saca rápidamente y cuando más atacaba el Osasuna, en una contra le llega el balón a Iza Carcelén, que lo conduce hasta el borde del área y con un pase magistral al hueco de la defensa osasunista se la pone en bandeja a Aitor Ruibal para que este, con un toque suave al segundo palo de la portería defendida por Rubén, ponga el marcador en tablas 1-1. La única vez en todo el partido que el Rayo tiraba entre los tres palos y marcaba. A eso se le llama efectividad total. Al final del partido, en los minutos de descuento, un escalofrío corrió por las gradas de la afición majariega: un tiro del central Unai García que cuando todos veían el gol del Osasuna, el balón se estrelló en el poste de la portería de Basilio dejando el partido en un justo empate.

GREGORIO Mª CALLEJO. «La fe del Rayo salva un punto frente a un Osasuna superior». MVP: Nico Schiappacasse. Decía la canción de los Chemeleons que “mañana me acordaré de ayer y la nostalgia me llevará lejos”. Y desde luego estamos acumulando muchos días apasionantes en el Wanda como para que los miremos más adelante con nostalgia. Hoy Osasuna, nada menos. El mismo que ha jugado en Europa, que destrozó en alguna ocasión al Madrid en el Bernabéu. Y vino un Osasuna un tanto temeroso, pero desde luego muy fuerte en velocidad, salida por banda y presión. Ya uno no sabe si Osasuna descuajaringó nuestra habitual forma de jugar o si esta vez el Rayo quiso jugar a otra cosa. Alguna pista tenemos en la suplencia de Verza y de Enzo, con Luso comandando el eje del medio del campo. Lo cierto es que la primera parte (bastante aburrida) nos dejó un mal sabor de boca. La presión de Osasuna moldeó a un Rayo incapaz de circular, que no se llevaba ni un balón de rebote y al que le era imposible asistir en condiciones a los voluntariosos Rubial y Fede Varela. Incluso hubo algunos ratos en los que nos quedamos un tanto estupefactos, porque parecía que estábamos jugando al contragolpe, a base de balonazos a Aitor y Ruibal, con un ataque incapaz de fijar una buena línea de pase ofensiva ante la solidez defensiva navarra. Sin balones a Fede, desaparecía la posibilidad de un pase definitivo que generase una buena ocasión de gol.

En la segunda parte, el tesón y la voluntad rayista no podían frente a las cargas de caballería de Brandon y Villar, y finalmente acabó cayendo el gol de los navarros. Y ahí, con el equipo mucho más perdido, empantanado y sin las ideas que exhibía en otras jornadas, la fe del Rayo, el orgullo de los jugadores, hizo que se no sólo se empatara el partido sino que por un momento pareciera que se podía haber ganado. Nico fue desde luego un revulsivo. Estuvo rápido, eléctrico por momentos y nos dejó un regate para la nostalgia que antes citaba y que provocó una falta que bien nos pudo haber dado el triunfo. Verza dio algo más de estabilidad al medio del campo y al final Enzo casi desequilibra el partido con dos internadas y un pase prodigiosos. Antonio Iriondo acertó sin duda en los cambios.

Una experiencia más en este camino iniciático del Rayo en segunda. Saber apretar los dientes frente a un histórico y conseguir rascar un punto que supo a gloria. Empatar jugando peor, anotar con menos ocasiones que el rival. Agradecimos la ética y honesta entrega de los nuestros de pie, aplaudiendo (ya congelados) al equipo en su despedida…. El Rayo se hace mayor en Segunda a pasos agigantados. Quizás hace unas jornadas jugando así hubiéramos acabado con una carga de tres o cuatro goles. Hoy los nuestros supieron superar esa sensación tan molesta para el equipo de no poder estar desplegando su juego. Y Osasuna se fue a casa pensando que se les escapó una victoria entre los dedos.

J. FEDERICO MTNEZ. «Osasuna pone «rojillo» al Rayo Majadahonda que pierde la posesión y gana 1 punto». MVP: Oscar Valentín. El Rayo Majadahonda rescató 1 punto de última hora que confirman a mi juicio 2 asertos: que en efecto Antonio Iriondo no ha perdido del todo la flor en el trasero que creíamos deshojada o marchita tras la tanda de penaltys contra el Sporting y que la jugada de Oscar Valentín en la que se va al córner propio para no rifar el balón y saca un esférico imposible que da lugar al contragolpe que obtuvo el gol y el punto le consagran en mi opinión y una vez más como mi MVP del partido.

Perdonó el Osasuna que se cayó en la trampa de una presión alta que originó el empate majariego, aunque al Real Madrid le fue aun peor en Barcelona y recibió 5. Y es que los dogmas del fútbol moderno como la posesión, presión alta, salida de balón jugado, etc… de los que me confieso enamorado y entusiasta tienen en ocasiones un precio muy alto. A la Cultural Leonesa le costó el año pasado el descenso de Segunda A, a Paco Jemez el exilio de España y a Iriondo le sobrevuela la duda: si es en verdad un entrenador profesional que no tuvo suerte en su carrera o un trotamundos del fútbol madrileño de Tercera y Segunda B. En algo se asemeja a su presidente y por eso se llevan tan bien: ambos poseen una mochila cargada de cadáveres y ambos desconfían tanto de sí mismos como de los demás. La estadística, sin embargo, fue demoledora: el Rayo Majadahonda no tuvo tanto el balón y ganó 1 punto y el Osasuna que lo tuvo y atacó más, perdió 2 a causa del reiterado egoísmo de su delantero Brandon. A veces los dogmas de fe, ya sea esta budista, cristiana o islámica, solo sirven para desacreditar a quien los defiende hasta el suicidio. Y el equipo majariego se salvó a pesar del error de alinear a Luso en el mediocampo y del naufragio de sus 3 centrales.

Rayo Majadahonda: Basilio (1); Iza Carcelén (2) (Enzo Zidane (1), Min. 83), Rafa López (0), Verdés (0), Morillas (0), Varela (0) (Nico (2), Min. 64); Luso (1) (Verza (1), Min. 60), Óscar Valentín (2), Fede Varela (1); Aitor Ruibal (1) y Aitor García (1). Entrenador: Iriondo (1).
Osasuna: Rubén; Nacho Vidal, Unai García, Aridane, Clerc; Oier, Fran Mérida (Luis Perea, Min. 85); Rubén García, Roberto Torres, Brandon (Xisco, Min. 90); y Juan Villar (Kike Barja, Min. 70).

Majadahonda Magazin