Medio centenar de seguidores rayistas sí que dejaron el pabellón muy alto en Linares, aunque lamentablemente el equipo no estuvo a la altura: la esperanza es lo último que se pierde y gracias a la incombustible afición aún queda la ilusión por el reto del Córdoba el próximo domingo. La plantilla necesita al menos 2 victorias más para salvarse

FEDERICO MTNEZ. Nueva derrota del Rayo Majadahonda este domingo 16 de abril (2023) esta vez en el estadio de Linarejos (Jaen) frente al Linares Deportivo con una película que por repetida parece no dejar de sorprender nunca: una primera parte aceptable en defensa que neutralizó al equipo linarense pero que, a pesar de mantener el empate, no mostró la más mínima capacidad, no ya de inquietar al meta contrario, sino de llegar al área visitante. Con este cómodo resultado y un Linares que lo intentaba con más voluntad y corazón que cabeza (solo hay que registrar un palo a saque de falta del Linares), se llegó al descanso. En la segunda mitad el Rayo Majadahonda pensó que el calor de los 23 grados de temperatura de Linares iba a derretir a las dos escuadras por igual y siguió practicando el mismo esquema de juego: defensa horizontal y contundente, sobresaliendo sobre todo la zaga con Pelayo y Félix Ofoli, centro del campo inoperativo con solo los destellos de Mestanza y algo de Javi Ros, ni un solo centro potable desde las bandas, pases defectuosos y una delantera donde únicamente Zozulia bregaba sin parar pero sin que le llegara una sola bola en condiciones de remate.


J. Federico Mtnez

El partido se mostraba desesperante por la falta de acierto de los rayistas aunque el Linares tampoco mostraba excesivos alardes, pues incluso se registró un palo de Aldalur que en otro centro defectuoso casi marca el gol de la jornada. Y tanto fue el cántaro a la fuente que terminó por romperse: ocurrió con la conocida «Maldición del Ex«, que castiga a los ex equipos de jugadores que se marcharon, la que en este caso condenó al Rayo Majadahonda. Nuevo fallo en los pases de un contraataque que deja desnudo al equipo en la defensa. El rápido contragolpe del Linares lo aprovecha Varela -aquel jugador que marcó un golazo histórico a saque de falta en Oviedo cuando el equipo militaba en Segunda A- para dar un centro medido a Mawi -otro ex jugador rayista que no quiso ni celebrar el gol-, que sentencia inapelable el tedioso en juego pero emocionante en el resultado del encuentro.


La afición desplazada no falló, el equipo sí pero aún puede vivir de las rentas de una espectacular remontada desde que tenía 1 solo punto: ahora tiene 39 y necesita al menos 6 más

Y con todo lo malo del marcador, lo peor estaba aún por llegar: cuando Alfredo Santaelena se disponía a realizar sus siempre eficaces cambios y posiblemente sacar del terreno a Mario, que se mostraba protagonista pero especialmente fallón, este se enzarza en un rifirrafe con un jugador linarense en la banda y muy hábilmente el futbolista local le provoca sufriendo un leve empujón del majariego, exagerando la caída y el contacto. El árbitro pica, saca amarilla para ambos y era la segunda del rayista: expulsión y pérdida del partido, pues si con 11 el Rayo era incapaz, con 10 ya se veía imposible. La bronca de Santaelena al futbolista fue de campeonato, pues todo se iba al traste por su falta de temple, que es lo que habitualmente condena a este buen jugador que no es capaz de contenerse en los partidos con sus continuas protestas que le desquician más a él que a los demás. Aún así, los majariegos no quisieron dar la batalla por perdida y lo intentaron con un par de llegadas atolondradas pero al menos pisando área. Nada que inquietase al Linares, que se llevó el partido sudando algo más de la cuenta, pero más por el calor que por el peligro real del Rayo Majadahonda.

Clasificación a falta de los partidos de la tarde del domingo

Los últimos 6 partidos. El equipo de Alfredo Santaelena sigue viviendo de las rentas que le dan los 39 puntos alcanzados por el arreón que la plantilla imprimió desde que cogió el equipo en el partido 7 de esta liga con solo 1 punto. Esfuerzo hercúleo que ahora debe mantener este mes de abril: el próximo domingo recibe a un Córdoba en horas bajas que fue líder pero que ya está fuera del «play off», aunque ya se sabe que cualquier equipo es capaz de hacerle un roto a esta plantilla, como han demostrado tantos clubes a lo largo de esta sobresaltada temporada. Después sigue en la Comunidad de Madrid para desplazarse a un Alcorcón que se juega el liderato, lo que otorga aún más dificultad, si es que no hablamos de imposibilidad, al envite. Y en mayo los 4 últimos partidos: fuera de casa frente al San Fernando y Linense, dentro del Cerro del Espino contra «Sanse» y Mérida. En esta carísima liga dicen los entendidos que con 45 puntos cualquier equipo se salva, por lo que se necesitarían 2 victorias o empates equivalentes. No es tarea imposible aunque visto lo visto lo único garantizado es el sufrimiento. Futbolistas, entrenador, club y afición se la juegan por mantener una categoría preciosa que empezó muy mal. No tiene por qué terminar peor, porque con 1 punto era casi imposible estar más abajo. Pero los jugadores y cuerpo técnico necesitan 45 razones en forma de puntos para demostrar que quieren seguir jugando al fútbol 1 año más en esta apasionante competición en la que entran muchas de las principales ciudades españolas.

Majadahonda Magazin