JULIA BACHILLER. La demolición del histórico edificio de Radio Argentina en Majadahonda, conocido popularmente como la “Casa de la Radio”, atrajo la atención de la prensa a la ciudad. Televisiones, fotógrafos y periodistas acudieron hasta el lugar para plasmar este singular evento y aprovecharon la ocasión para preguntar a algunos de los protagonistas que hicieron posible que se derribase este edificio. En una improvisada rueda de prensa al pie del lugar, el concejal de Urbanismo, Ricardo Riquelme (PP), respondió a varias cuestiones relacionadas con el edificio que se demolía, pero también sobre el polémico monolito dedicado a los dos legionarios rumanos que murieron en la guerra civil y que se encuentra ubicado en una parcela cercana. Unas declaraciones que reproducimos de forma íntegra así como las realizadas por la presidenta de la comunidad de vecinos de la urbanización El Paular, Úrsula Wust y el gerente de la misma, Joaquín Somoza. Al acto acudió también el concejal de Medio Ambiente, Gustavo Severien, el arquitecto municipal, Pedro Sánchez, y otro funcionario de la Concejalía.


¿Podría contar la historia de este lugar? Riquelme: –Este es un edificio histórico, un edificio que es conocido como “Radio Argentina”. Era un edificio de principios del siglo pasado, la sede de Comunicaciones de Radio Argentina que fue abandonada y ha llevado aquí años y años en un estado de deterioro. Con el paso del tiempo ha sido también objeto de vandalismo, hay muros que se han ido cayendo, se cayó la cubierta y como pueden ver solo quedan los muros de la fachada. Supone un riesgo para cualquier persona que se acerque, tenemos informes técnicos que así lo atestiguan. Además, con las lluvias, el agua puede ir penetrando, pudriendo un poco más la estructura, metiéndose dentro de los poros, cogiendo humedad y derribarse en cualquier momento. En esta parcela, a lo largo del tiempo hemos tenido algunos casos de botellón, también casos de algunos indigentes que han pernoctado, además había un pozo… Por la seguridad de todos, por estética, por limpieza y por imagen hemos decidido llevar a cabo la demolición.

¿La actuación va a ser solamente en este edificio? ¿La del otro monumento se queda sin tocar?  Riquelme: –Es otra parcela, no tiene nada que ver, esto es un edificio que supone un riesgo para la seguridad pública y las tareas consisten en la demolición, desescombro y limpieza de la parcela. Y sobre el monumento en homenaje a los legionarios ¿Qué pasará con él? Riquelme: –Con ese monumento no pasa nada. Mientras un monumento o una edificación no suponga un riesgo para la seguridad pública, ni el Ayuntamiento ni nadie puede entrar en una propiedad privada ni podemos tirar un edificio. Además la ley de Memoria Histórica no se aplica para los terrenos privados. Sobre ese monumento no tenemos nada que decir, a la gente le podrá gustar más o gustar menos, pero es una propiedad privada y no supone un riesgo para la seguridad de nadie. El Ayuntamiento ahí no tiene nada que decir. ¿Con la Ley de Memoria Histórica no se había pedido que se tirara ese monumento?. Riquelme: –Es que hacer una petición de que se tire un monumento haciendo referencia a una ley que no se aplica para ese monumento no hace posible iniciar ese proceso (administrativo).

Y Ricardo Riquelme lo explicó diciendo que esta era una situación «muy demandada por los vecinos, que es la demolición, desescombro y limpieza de esta parcela. Es un edificio que llevaba en ruinas mucho tiempo. Los vecinos muchas veces nos habían trasladado sus quejas en cuanto a la salubridad y limpieza de esta parcela. Porque también muchos particulares vertían escombros y residuos de construcciones en esa casa. Junto con la colaboración de la Concejalía de Medio Ambiente y la Concejalía de Urbanismohemos llevado a cabo una orden de ejecución al propietario, al titular del terreno, para que llevara a cabo ponerlo a las circunstancias y condiciones en las que tiene que estar. Ante su negativa, el Ayuntamiento, dentro de sus competencias, procede a una ejecución subsidiaria, es decir, que por nuestros propios medios llevamos a cabo el derribo de la edificación y la limpieza de la parcela. Luego, evidentemente, repercutiremos el coste al propietario de la parcela. En un lugar como Majadahonda, una ciudad que se caracteriza por su calidad de vida, no procede que haya un edificio no solamente en ruinas, sino que suponía peligro, puesto que estos muros se pueden derribar en cualquier momento. Y además era una parcela que no estaba en las condiciones que tiene que tener, y más en un lugar con la calidad de vida que posee Majadahonda.

Cuéntennos como era la problemática de este lugar. Úrsula Wust: –Soy la presidenta de la comunidad de vecinos de El Paular. Estoy contentísima de que por fin el Ayuntamiento se haya decidido a derribar esto y a hacer obras porque estaba fatal. Es muy feo que desde la entrada y desde allí (señalando al camino de acceso al lugar) se vea todo esto derruido y sucio. Como ha dicho ya el concejal, sobre todo la suciedad, porque por aquí se paseaba mucha gente, salen a correr y se encontraban con todo esto, que es feísimo y además peligroso. Estamos agradecidos de que realmente hayan conseguido ya ponerse manos a la obra y hacer la limpieza. Estaba difícil. Según decían siempre ellos (refiriéndose al Ayuntamiento), estaba muy difícil porque era privado, pero bueno, no sé lo que han hecho pero lo han conseguido.

Lucendo (Asurmaj) y Somoza (El Paular)

Por último, en la citada rueda de prensa intervino Joaquín Somoza, gerente de la Urbanización El Paular, que se expresó así: “Primero agradecer al Ayuntamiento y a toda la corporación el que hayan conseguido de una vez por todas derrumbar estas ruinas, que ya llevan mucho tiempo y que como ha comentado la presidenta Úrsula, en la comunidad nos está generando problemas de riesgo y alguna vez que otra botellones, etc., etc, problemas que espero que a partir de ahora que quede limpia la parcela, se resuelvan definitivamente”. Por su parte, el representante de la Asociación de Urbanizaciones de Majadahonda (ASUR-MAJ), Guillermo Lucendo, señaló que el edificio «no hacía ningún favor» y que «desde hacía mucho tiempo» los vecinos habían solicitado la colaboración para derruir el edificio que estaba en «pésimas condiciones» y suponía un «peligro tremendo para todas las personas que pasaban por aquí», según declaró.

Majadahonda Magazin