J. FEDERICO M./ J. BACHILLER. Nuevo olor a «biscotto» en el pleno del Ayuntamiento de Majadahonda y es que lo de la policía no tiene nombre. Ni un solo grupo mencionó al autor de las denuncias sobre el estado de las cámaras de seguridad del municipio: el colectivo policial CPPM, mayoritario entre los trabajadores de la corporación. ¿Por que ese silencio? ¿Fue pactado? El Grupo Popular decidió que fuera el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Majadahonda, Ricardo Riquelme (PP), quien afrontara el debate en el pleno en lugar del responsable de Seguridad, Manuel Ortiz. Por ello, lo único que admitió Riquelme durante el pleno celebrado este martes fue que su Concejalía había advertido a la empresa concesionaria que ante el deterioro de la edificación de las nuevas instalaciones de la Policía Municipal que «no ha cumplido con su obligación» y si no arregla los desperfectos del edificio «se actuará con la fianza depositada por la empresa constructora». El edil «popular» aceptó que el centro policial, de reciente construcción y moderno, «no está rematado».


Riquelme salía así al paso de las denuncias que el Colectivo Profesional de Policía Municipal (CPPM) de Majadahonda había formulado en un comunicado de impacto primero local y luego nacional sobre el que los diferentes partidos políticos habían hecho oídos sordos en la Comisión de Régimen Interior. Y se encastilló en los defectos urbanísticos sin citar la polémica sobre las anomalías de las cámaras de vigilancia. Ya en el debate plenario, las menciones a CPPM fueron genéricas: Antonio Rodríguez (Cs) las evitó y alegó que «la moción hay que leerla entre líneas».

Hubo que esperar al turno de ruegos y preguntas para que su compañero David Ayuso solicitara saber si se estaba aplicando en Majadahonda la nueva Ley de Seguridad, a lo que Manuel Ortiz (PP) respondió: «se nota que Ayuso ha faltado a alguna Comisión por trabajo (fuera del Ayuntamiento): se aplicará pero lleva su tiempo porque es muy compleja y ya hay convocada una comisión de trabajo». El concejal naranja, que se ausentó de forma llamativa del ya célebre «pleno de los gays» que debatía su presencia en la controvertida obra de teatro acusada de homófoba por colectivos homosexuales, desveló que «a esa Comisión no falté pero sí le dije lo que le iba a preguntar aquí», en alusión al diálogo previo que habían mantenido ambos en la citada reunión.

Elisa Piñana (PSOE) leyó el comunicado de CPPM pero señaló genéricamente que procedía de «los propios policías». Irene Salcedo (Somos) dijo que «una vez al mes recibimos quejas del sindicato de policía» (sin citarlo) y desveló que «las respuestas que recibimos del concejal Manuel Ortiz son totalmente contrarias a las denuncias». Juancho Santana (IU) habló en plural de «los sindicatos policiales» y Mercedes Pedreira (centrista) se limitó a apoyar una investigación sobre las quejas. El alcalde Narciso de Foxá intervino solamente para señalar que desconocía ese «entre líneas» al que aludió Cs en su intervención y sentenció: «luego me lo explica». La única crítica que formuló Riquelme a la Oposición fue dirigida a la socialista Piñana: «desconoce el tema, como suele ser habitual en usted».

Majadahonda Magazin