Parking trasero del Zoco de Majadahonda en la calle Mar Egeo, donde se produjo el robo, un lugar menos transitado que el parking principal

MANU RAMOS. El vecino de Majadahonda, Dani RS, ha denunciado que a finales de este mes de julio (2022) «estando aparcado en el Zoco, calle Mar Egeo (2 minutos he tardado) me han roto la luna de mi coche para robarme la cartera. Si alguien ha visto algo por favor avisarme. Mi coche es un Seat Ateca, modelo nuevo rojo. O si alguien se encuentra una cartera marrón oscura. Muchas gracias. Un saludo». Por fortuna, tuvo suerte: «Hoy me ha llamado la policía local que tenían en objetos perdidos la cartera con todo, solamente me habían quitado el efectivo que llevaba, pero DNI, tarjetas, fotos… todo dentro… Aún así, aunque haya aparecido, es el destrozo del coche y la cancelación de las tarjetas. Esta vez he tenido un poco de suerte». El suceso ha provocado comentarios en las redes sociales por tratarse de un céntrico aunque poco transitado lugar. Adolfo G. señala que «de todas formas, y dado que los amigos de lo ajeno están por todas partes y muy atentos a todo, es una imprudencia dejar cosas de valor en el coche, ni un minuto, ni un segundo. Hay que ponérselo lo más difícil posible. Me alegro de que haya aparecido».

Parking delantero del Zoco de Majadahonda: algo más seguro

Frank D. S. lo lamenta: «Madre mía cómo está el patio, lo siento amigo, espero que puedan dar con el malhechor». Carmen M. se queja: «Estamos pistonudos… Como tú dices, has tenido suerte de que haya aparecido la documentación. Manda narices de que encima tengamos que estar agradecidos a esa gentuza. Lo dicho, que me alegro mucho de que por lo menos hayas recuperado la documentación, es un suplicio tener que renovar todo». Y Óscar G. P. reflexiona: «Lamentando mucho lo ocurrido esto se va a poner de mal en peor por muchos temas, uno de ellos la hambruna, y el amigo de lo ajeno cuantas más necesidades, más delitos. Es así y claro, ir a robar gallinas a un pueblo cualquiera no sale rentable, donde sale rentable es donde hay mandanga, eso está claro», por lo que Maria M.M. concluye: «Cada día peor».