J. FEDERICO MTNEZ. El Ayuntamiento de Majadahonda ordenó este viernes que todas sus banderas ondeen a media asta en memoria y homenaje a Alfredo Pérez Rubalcaba, vecino de la ciudad, que falleció de un ictus cerebral en el Hospital Puerta de Hierro a las 24 horas de ser ingresado. El alcalde de la ciudad, Narciso de Foxá, se desplazó hasta el Congreso de los Diputados para visitar la capilla ardiente del ex ministro socialista y tuvo palabras para su viuda: «Lamento mucho la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, vecino de Majadahonda. Quiero mandar un fuerte abrazo a Pilar Goya, al resto de su familia, amigos y compañeros del PSOE de Majadahonda. Descanse en Paz». En la calle Panamá, lugar donde vivía, la sensación que mejor define su estado de ánimo es la de «tristeza», según relata el periodista Vicente Mateos, que era vecino suyo y que desempeña ahora labores de asesoramiento en Comunicación para el propio PSOE majariego tras haber pasado por medios nacionales como la cadena SER o Antena 3 TV: «Era una persona muy afable, en verano bajaba a la piscina como todos, leía el periódico en el banco de la urbanización, ni se ocultaba ni le negaba el saludo a nadie, tenía un buen trato vecinal con todos y era muy de la urbanización». Y en efecto hay un sentimiento general de tristeza: 


«Sí, es cierto, yo quizás lo conociera un poco más porque tuve mucho trato con él cuando yo era jefe de información nacional en la Cadena SER y eso hizo que habláramos mucho tanto en Moncloa como en Ferraz». Pero más allá de ideologías y militancias, Vicente Mateos señala que Rubalcaba «era una persona muy querida en el barrio». Y de ello dan prueba los numerosos comentarios que vecinos de Majadahonda están plasmando en las redes sociales y de este mismo periódico en recuerdo de un político que supo salir de la actividad pública con la cabeza muy alta, algo que cada vez resulta menos frecuente.

Majadahonda Magazin