El equipo de rugby Masculino C del CR Majadahonda cayó este fin de semana en su partido ante el Mad Boadilla por un contundente resultado de 0-110. Sin embargo, los majariegos demostraron desde el primer momento una actitud luchadora y noble que sus rivales no han dudado en reconocer según la crónica de este encuentro. «Desde el minuto 1 han dado la cara, se han vaciado y han sido un rival enormemente digno y honesto en su juego, intentando hacer valer sus artes y dando una lección, por ejemplo en las melés, a lo largo de todo el partido. Un diez para su comportamiento dentro y fuera del terreno, con un excelente tercer tiempo, en el que nos han doblado, literalmente», relata así el Boadilla la actitud de los jugadores del CR Majadahonda durante el partido. A pesar de la derrota, el club majariego se muestra optimista y reconoce su superioridad en determinadas áreas del juego tal y como refleja Ignacio Enetedos en su crónica de este encuentro. Un relato marcado con el inconfundible sello que el CR Majadahonda imprime a sus crónicas y que reproducimos a continuación:
«Cuando estaba desayunando tempranito ayer domingo (bizcocho de yogur y Cola Cao Turbo, no me fuera a quedar desfallecido), le dije a Clint que no sabía si me había equivocado haciéndome la ficha este año, que estaba perezoso para jugar, que si la abuela fuma, etc … Clint, que es todo corazón, me dijo que por supuesto que la había cagado, pero que a pechar con las consecuencias, que la ficha es una pasta y hay que amortizarla. Y lo cierto es que el día de ayer, domingo 2 de Octubre, no estaba pensado para jugar al rugby, nones. Hacía un calor monstruoso, descomunal … un calor veraniego … tropical, un calor … lo digo, no lo digo, es que si lo digo va a quedar muy cursi, pero si no lo digo el lector ignorante no va a entender nada (que para eso es ignorante) … va, lo digo, un calor volcánico! Ya está, me he quedado a gusto, y el que no comparta mi prosa, que se jo … que escriba las crónicas, que esto exige un esfuerzo intelectual mucho más allá de las capacidades de algunos de nosotros», comienza la crónica.
«Total, que nos plantamos a las diez y media los valientes integrantes del equipo C de Majadahonda. Habrá quien diga que C es de capitidisminuidos, pero como no sé lo que significa, yo digo que es C de guapos, listos y elegantes, y a los puristas de la ortografía les remito al final del párrafo anterior ( si alguien no entiende la referencia circular, le conmino – con C – a que deje de leer ahora mismo). Enfrente tuvimos a un equipo de nuevo cuño (anda, con C) integrado por chavales jovencísimos, rapidísimos, fortísimos, pero eso sí, con una camiseta (con C) horrorosa de fea, no como la nuestra, que estilizaba muchísimo, y eso se agradece. Por nuestro lado, un compendio (con C, estoy lanzado) de experiencia (mucha), juventud (muy poca), kilos (montones), pelo de artista de Hollywood (solamente Peonzas y Javicho), barba de etrusco (Bibi), ganas (las tuyas, las mías, las de mi tía Marisa y todas las que se te ocurran) y dignidad (se preveía que iba a hacer falta, y oye, efectivamente hizo falta mucha)».
«Para no resultar cargante (con C), me limitaré a decir que los contrarios (con C), corrían (con C), como ciervos (con doble C, mejóralo si puedes, oh ignorante lector) y se cobraron (…. Bla, bla, bla) chorros (con … ch, de Chechu deja de dar el coñazo – con C) de ensayos y conversiones (efectivamente, requeteC!!). Por nuestra parte, les dimos para el pelo en melé, y estuvimos juntos, apoyando los unos a los otros, demostrando que lo importante es divertirse con los compañeros y coleguis (con C), y si se puede (algunos no porque teníamos comida – con C – impuesta por Clint – con C), tomarse unas C-ervezas. El marcador, 0 a 110 (cero y ciento se escriben ambas con C), pero el equipo que jugó ayer (me suena que es el C de Majadahonda, pero no pongo la mano en el fuego, no me vaya a quemar – con …. Q) demostró que aún estando hechos un asco, y no pudiendo con nuestra alma, al rugby se lo puede uno pasar bomba. Para terminar, eso de que el rugby es un deporte para gente de todos los tamaños y todas las edades es verdad, pero si el tamaño es grande de músculos, y la edad joven, se juega distinto. La semana que viene, otro equipo de Boadilla (¿qué pasa con Boadilla, que el boom de la promoción inmobiliaria se tradujo en pisos sobrevalorados y equipos de rugby?– no, no, no voy a decir que sobrevalorados, que luego hay que jugar la vuelta y me pegan – para, para!, que la termino de arreglar, no me pegan, me …. canean, con C, y con dos c…! Toma, toma y retoma!!!)».
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