DR. MICHAEL GREGER. M.D. FACLM, *Traducción y edición realizada por Cecilia Sassot y Tatiana Fernández, voluntarios activos en NutritionFacts.org. La dispepsia es solo una palabra estrafalaria para el malestar estomacal (sensación de hastío, malestar, náuseas, hinchazón o eructos) que afecta a una de cada cinco personas. Ya hablé de los riesgos asociados de los medicamentos que inhiben el suministro de protones, como el Nexium, así como también de los remedios caseros como el bicarbonato de sodio. En resumen, los estudios se han concentrado en la necesidad insatisfecha de tratamientos para pacientes con dispepsia, pero ¿por qué no probar con los alimentos Un estudio puso a prueba el amalaki, que es simplemente otro nombre para el amla. Lo llaman fármaco ayurvédico pero es simplemente una fruta (grosellas de la India en polvo). Una cucharadita de grosellas de la India en polvo tres veces al día comparado con una onza de algún gel antiácido cada tres horas. Y ambos funcionaron igual de bien con disminuciones significativas en el pico de la producción de ácido y una disminución en el índice de los síntomas de dispepsia a la mitad. Por lo tanto, concluyeron que el amla tenía un buen desempeño y era alrededor de cien veces más barato (aproximadamente un centavo por semana en lugar de un dólar por semana) siendo más conveniente que tomar antiácidos seis veces al día. Aunque el amla puede ser una solución segura, simple y natural, se enfoca más en tratar los síntomas en lugar de tratar la causa subyacente. Quiero decir que la dispepsia no es causada por una deficiencia de grosellas. ¿Cuál sería su causa?
Bueno, aproximadamente 1 de cada 7 personas que describe una variedad de síntomas gastrointestinales se sienten mejor eliminando el gluten, pero para el otro 86% de las personas el mayor desencadenante son los alimentos ricos en grasas. Si le das a las personas una sopa grasosa (solo un caldo con grasa añadida), su estómago toma tres veces más tiempo para vaciarse en comparación con el solo caldo, alrededor de una hora y media comparado con solo media hora. Ahora bien, el índice de digestión no se correlaciona necesariamente con cómo se sentían las personas, sino que independientemente, el caldo grasoso aumentó la severidad y frecuencia de dispepsia en relación con el caldo regular. Lo que sucede con la dispepsia es que cuando las personas comen, se vuelven hipersensibles al estiramiento del estómago. Pero importa mucho que es lo que comen. Normalmente el estómago humano puede acomodar aproximadamente un cuarto de galón de comida, mil mililitros o cuatro tazas, pero si colocas un globo en el estómago unido a una manguera, las personas con dispepsia comenzarán a sentir una incomodidad aquí con solo alrededor de una taza y media, que es cuando el estómago está a menos de la mitad de lleno. Ahí es cuando se escurre grasa al intestino. Pero si en cambio mientras se infla el globo se escurriera azúcar al intestino, podría llegar hasta aquí antes de causar molestias en los dispépticos (que es aproximadamente un 70% más).
Y lo mismo con la sensación de estar lleno y las náuseas. Un aumento de la presión en el estómago con grasa y la sensación de hastío y náuseas se disparan. Sin embargo, con una imitación de grasa en el estómago, las mismas presiones resultaron en significativamente menos sensación de estar lleno y náuseas. Estos estudios muestran que durante la distensión del estómago (a medida que el estómago se llena) las grasas dietéticas son los principales desencadenantes de los síntomas dispépticos tales como náuseas, dolor, hinchazón y llenura y modulan los síntomas en relación con la dosis. Es decir, a mayor grasa, peor se sienten las personas. Estos fueron algunos experimentos muy elegantes, pero también un poco artificiales. Quiero decir que normalmente no comemos con globos en el estómago, entonces ¿qué pasaría con un experimento usando comida real? Compararon yogures altos en azúcar pero bajos en grasa con altos en grasa y bajos en azúcar. Al comer el yogur bajo en grasa no era tanta diferencia en los índices de náuseas, dolor e hinchazón entre aquellos sujetos sanos y con dispepsia. Pero al darles la misma cantidad de yogur alto en grasa, los síntomas de dispepsia se dispararon casi de inmediato.
Entonces uno de nuestros principales hallazgos fue que la inducción de síntomas gastrointestinales después de las comidas de prueba es “debido a nutrientes específicos”. Entre aquellos con dispepsia, el consumo de una comida de prueba alta en grasa se asoció con un aumento sustancialmente mayor de náuseas y dolor al compararse con una comida rica en carbohidratos, donde los índices en los síntomas aumentaron inmediatamente después de haber comido. Esto podría sugerir que los afectados no solo reducen la cantidad de alimentos que comen, que es el consejo típico, sino que también tratan de mantener bajo el contenido de grasa, que es un mensaje que ha hecho eco por una reciente evaluación de todos estos estudios elaborados. Investigaciones actuales muestran que los alimentos grasos se asocian con la aparición de síntomas dispépticos y la reducción de la ingesta de grasa podría ayudar a aliviar los síntomas.