MICHAEL GREGER M.D. FACLM. La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Melina Stoll voluntaria activa en NutritionFacts.org. Un ensayo aleatorizado con grupo de control investigó la relación entre la dieta y el bienestar psicológico. Existen dos componentes de la salud psicológica: La ausencia de trastornos de la salud mental como la depresión, así como la existencia de un bienestar psicológico positivo. Ese es el objetivo de un campo emergente de la psicología positiva, el cual se centra en la felicidad, la satisfacción vital y la prosperidad. ¿Cómo influye la alimentación en el bienestar? Se ha demostrado en estudios la correlación entre el consumo de frutas y verduras y un mayor bienestar. En una revisión sistemática de la investigación se comprobó que el consumo de frutas y verduras se asocia con un mayor bienestar psicológico. Pero esto es solo una asociación.
Una crítica famosa en este campo de la investigación es que, tal vez, exista algún rasgo inherente de la personalidad o algún tipo de enseñanza familiar que podría contribuir a que una persona coma saludable y, al mismo tiempo, tenga un mayor bienestar mental. Por lo tanto, la dieta se asocia meramente con el nivel de bienestar, pero es incorrecto considerarla la causa principal. No obstante, una investigación reciente sorteó este problema comprobando si los cambios en la dieta se relacionan con cambios en el bienestar mental estudiando efectivamente la evolución del bienestar y la felicidad luego de aumentar el consumo de frutas y verduras. Si miramos el gráfico, hay un aumento en línea recta entre la cantidad de frutas y verduras que la gente empezó a consumir y su cambio en la satisfacción vital a lo largo del tiempo.
El aumento del consumo de frutas y verduras parece predecir el aumento de la felicidad, la satisfacción vital y el bienestar hasta 0,24 puntos de satisfacción vital (por un aumento de 8 porciones al día). ¿Eso qué significa? ¿Es mucho? ¿Es poco? Es mucho, el beneficio psicológico es igual al que tenemos cuando obtenemos un trabajo estando desempleados. Mi recomendación en La docena diaria es de al menos 9 porciones de frutas y verduras al día. Este estudio se realizó en Australia. Se repitió en el Reino Unido y los investigadores descubrieron lo mismo, aunque es posible que los británicos tengan que aumentar el mínimo diario a 10 u 11 porciones al día. Pero entonces, ¿Comer frutas y verduras también reduce el riesgo de sufrir depresión y ansiedad? El bienestar está bueno, pero al gobierno y a las autoridades médicas suelen interesarles los factores determinantes de los trastornos mentales graves, no la satisfacción vital. Y, de hecho, utilizando el mismo conjunto de datos, pero observando las enfermedades mentales, consumir frutas y verduras podría prevenir el riesgo de depresión clínica y ansiedad en un futuro.
En una revisión sistemática y un metaanálisis de docenas de estudios, se demostró que cada aumento de 100 gramos en la ingesta de fruta se relaciona con un 3 % en la disminución del riesgo de depresión. Eso sería, aproximadamente, media manzana y, sin embargo, menos del 10% de la mayoría de las poblaciones occidentales ni siquiera consumen el mínimo. Tal vez, el problema es que hablamos de los beneficios a largo plazo para prevenir enfermedades crónicas, en lugar de informar sobre las mejoras casi inmediatas en el bienestar. Entonces, quizás deberíamos promocionar el aumento de felicidad, pero antes, debemos asegurarnos de que esto es verdad.
Hemos estado hablando de correlaciones. Sí, una dieta saludable puede reducir el riesgo de depresión o ansiedad en un futuro, pero ser diagnosticado con depresión o ansiedad en la actualidad también podría llevar a un menor consumo de frutas y verduras. En esos estudios realmente se demuestra que el aumento del consumo de frutas y verduras fue primero y no al revés, pero como señaló el gran filósofo de la Ilustración, “que el gallo cante antes del amanecer no quiere decir que el gallo hace salir el sol”. Para demostrar la causa y el efecto debemos ponerlo en práctica con un estudio de intervención. Desgraciadamente, hasta la fecha, muchos estudios eran así, los asignados aleatoriamente para comer fruta mostraban mejoras significativas en la ansiedad, la depresión, la fatiga y el malestar emocional. ¡Increíble! Pero eso se comparó con el chocolate y chispas de banana. No es ninguna novedad que las manzanas, las naranjas y las bananas hacen sentir mejor a las personas, más que una variedad de patatas fritas y las galletas de chocolate.
Este es el tipo de estudio que he estado esperando: un ensayo controlado y aleatorizado en el que los adultos jóvenes fueron asignados aleatoriamente a un grupo de dieta habitual, a otro en el que se los incentivó a comer más frutas y verduras y a otro que debía incorporar dos porciones de frutas y verduras a su dieta habitual. Los sujetos a los que se les dio frutas y verduras, demostraron mejoras en su bienestar psicológico con un aumento en la vitalidad, prosperidad y motivación en tan solo dos semanas. Sin embargo, educar a la gente a que consuma frutas y verduras puede ser insuficiente para obtener todos los beneficios, por lo que tal vez haya que hacer más hincapié en proporcionar productos frescos a la gente, por ejemplo, ofrecer fruta gratis cuando la gente hace la compra. ¡Sé que eso me haría muy feliz!
Muchas gracias al Magazin por darnos estos consejos de salud del Doctor. Greger, a quien no conocía, y que son muy útiles por los excesos del verano.