El portavoz municipal de Somos Majadahonda, Alberto Moreno, afirmó en una conferencia de prensa celebrada la semana pasada que su grupo participa en la negociación presupuestaria con el Gobierno majariego del PP porque “deseamos reforzar con más dinero determinadas líneas de gasto social del Ayuntamiento”: “Vamos a participar y estamos abiertos a poder presentar enmiendas, pero queremos ver si el PP quiere negociar de verdad o, como el jugador de cartas, se limita a esconderlas. De momento estamos atentos a estos primeros pasos”.
El responsable económico de la formación, Patricio Mackey, también elogió esa actitud negociadora porque “ocho días antes no nos habían convocado para dialogar sobre la aprobación de las Ordenanzas Fiscales”. Mackey manifestó su discrepancia con los populares “en temas como el IBI diferenciado, al que ellos se niegan y que es algo que hasta Ciudadanos podría estar de acuerdo”, pero también expresó su coincidencia en las “bonificaciones fiscales a empresas de utilidad social”, un asunto que se exploró en uno de los últimos plenos y que podría tener cabida presupuestaria.
Mercedes Revuelta, en el pleno de Majadahonda
Mackey negó que el incidente protagonizado por miembros de la Plataforma Anti Desahucios (PAH) en el último pleno municipal y que desembocó en la expulsión de la sala de algunos de sus miembros estuviera previamente organizado y desmintió igualmente que hubiese existido interés en solapar con ello la moción que suscribieron los 5 grupos de la Oposición en contra de las políticas del Gobierno del PP como balance de sus 6 primeros meses de gestión. Aquel acto estuvo protagonizado por Mercedes Revuelta, actual pareja del ex secretario general de Alianza Popular y hoy cercano a Podemos, Jorge Verstrynge, pero se llevaba preparando desde meses antes, según Mackey, que negó también cualquier atisbo de intencionalidad política en el incidente: “al alcalde le faltó cintura”, concluyó. Por su parte, el diplomático Alberto Moreno se preguntó si quizás no fue el propio Narciso Foxá el más interesado en «magnificar el incidente para esconder precisamente el calado político de esa moción» y recomendó esperar a la primavera para ver como se desarrollan los pactos de Gobierno a nivel nacional, pues cree que éstos también podrían repercutir en Majadahonda.
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