ALFONSO PEÑA *Militante del PSOE de Majadahonda. Han pasado casi 18 años desde el Tamayazo de 2003 que quitó a la izquierda la presidencia de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, después de tantos años, el PP sigue utilizando las mismas practicas corruptas, los juicios de Gurtel, Púnica y ahora los papeles de Barcenas no parecen haber sido suficientes para que el PP entre por la senda de la honestidad política. La compra de tres diputados para que se echen atrás de la moción de censura que acababan de firmar es de una desvergüenza absoluta, con el agravante de intentar dar la vuelta al argumento con la pretensión de que aparezcan como tránsfugas los tres diputados que mantienen la moción decidida legítimamente por su partido. Hay una diferencia importante entre este Tamayazo y el de hace 18 años, en aquel momento el PP intentó disimular y explicarlo como un asunto interno del PSOE, ahora en Murcia reconocen su participación y el muñidor de esta operación, Teodoro Garcia Egea, S.G. del PP, se vanagloria de ella y aparece como un héroe a los ojos de Pablo Casado, lo que hace que la desvergüenza alcance un nivel mayor. Con la esperada negativa de Vox, que mantuvo el suspense durante  unos días, la moción de censura no ha prosperado, por lo que el gobierno de la Comunidad Murciana va a estar sustentado por 16 diputados del PP, uno de Vox y 6 expulsados, 3 de Vox y otros 3 de Ciudadanos, un autentico gobierno de retales sin ninguna capacidad para abordar la recuperación económica y social de los próximos meses que Murcia y toda España necesita. 


El Tamayazo murciano ha tenido consecuencias en otras partes del territorio, en Castilla y León se haya adelantado la moción de censura que se estaba preparando y en Madrid, donde el terremoto ha alcanzado la máxima intensidad, la pintoresca y ocurrente presidenta de la Comunidad ha aprovechado para convocar elecciones anticipadas para deshacerse de Ciudadanos y pillar a la izquierda con el paso cambiado. En el caso de la izquierda, el tiro le ha salido por la culata, pues los tres partidos de la izquierda madrileña han decidido coordinar sus estrategias y plantar cara de forma conjunta para librar a Madrid de los muchos años de  gobiernos populares, rematados como guinda del pastel por la actual presidenta Isabel Diaz Ayuso. Unidas Podemos, que según las encuestas tenía un alto riesgo de quedarse fuera del 5% necesario, ha reforzado su candidatura con la presencia del vicepresidente 2º del gobierno Pablo Iglesias, que en una audaz y valiente decisión, va dejar el gobierno central. Con este movimiento es prácticamente seguro que PSOE, Más Madrid y U. Podemos obtendrán representación en la Asamblea madrileña, y dada la proporcionalidad del proceso, el que haya o no candidaturas conjuntas carece de relevancia. 

En cuanto a Ciudadanos corre también riesgo de quedarse fuera del 5% y aunque ha reaccionado reforzando su ejecutiva para parar la OPA del PP, tiene que clarificar su posición política en Madrid y, dada la ambigüedad de su actual líder,  que no se sabe si va o viene y hasta parece capaz de volver a pactar con IDA, tendrán que plantearse presentar un nuevo candidato con las ideas mas claras. El Tamayazo murciano además de poner en cuestión los pactos firmados por PP y Cs en muchos  ayuntamientos puede tener consecuencias más profundas pues va a condicionar el futuro de Ciudadanos y también del Partido Popular. Cs se enfrenta a una importante reválida en Madrid pues, depende de las propuestas que lleve y del candidato que encabece su lista, seguirá siendo el apéndice pobre de la derecha o dará un paso real hacia el centro liberal que tanto reivindica, rompiendo  con las pretensiones del trio de Colón que supuso el comienzo de su caída. Cs tiene muchas probabilidades de acabar en la nada, como UPyD, pero todavía puede tener una posibilidad de resurgir de sus cenizas si actúa de forma inteligente pues la sociedad española necesita una opción de derecha moderada que el PP ya no representa.

El PP ha hecho un órdago doble, en Murcia y en Madrid, que le ha dado una victoria pírrica en Murcia pero también le puede dar una derrota contundente en Madrid si, como es muy probable, pierden las elecciones autonómicas, su joya de la corona y su principal herramienta de oposición al gobierno de P. Sanchez. El PP puede quedarse con un poder autonómico compuesto de un gobierno tocado en Murcia, un gobierno con Cs en Andalucía que ya veremos cuánto resiste y una situación que puede complicarse en Castilla y León, pendiente de otra moción de censura. El único punto fuerte que le queda es el gobierno de Galicia presidido por Nuñez Feijoo, que puede ser un peligro para P. Casado si el presidente gallego está esperando su momento para sustituir  a Casado. Todo esta situación se produce en un contexto político en el campo de la derecha en el que, según las últimas encuestas, Vox se acerca peligrosamente al PP. El terremoto murciano puede tener mucha trascendencia negativa, que no han previsto los aprendices de brujo que provocaron este Tamayazo. Lea el blog de Alfonso Peña aquí.

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