Pocas empresas son conscientes de la importancia de las imágenes que utilizan en su marketing, en los folletos o catálogos, por ejemplo, e incluso en la propia página web corporativa. Encontrar la mejor imagen es una tarea que actualmente es muy sencilla gracias a las empresas de stock de fotos, donde según el criterio de búsqueda podrás encontrar la imagen que mejor encaja con lo que quieres transmitir. Estas empresas disponen de un catálogo de miles y miles de imágenes que te permitirán encontrar la más adecuada, comprarla, descargarla con total facilidad e incluso retocarla a posteriori. Y es que se tiende a utilizar la imagen con demasiada rapidez, sin pensar casi en lo adecuada que es, basándonos en que se vea bien, que tenga calidad y poco más. Sin embargo, debemos tener un pensamiento más estratégico en la elección de las imágenes de nuestro marketing. Debemos contemplar al menos los siguientes puntos si no nos queremos equivocar: nuestro público objetivo, el mensaje que estamos comunicando, el aspecto que queremos tener y, técnicamente hablando, la resolución adecuada al soporte en el que estamos trabajando.
Nuestro público objetivo, que también está relacionado con nuestro producto, es fundamental. Las personas que aparezcan en nuestras imágenes deben estar en sintonía con nuestro target para que no haya incongruencias en edades o sexos, por ejemplo. O que estemos vendiendo abonos para el campo y aparezca un ordenador en medio de un sembrado. Muy creativo, pero totalmente fuera de contexto. Nuestro target tiene que encontrar afinidad, ya que las imágenes es lo que verá antes de leer lo que queremos contar y tienen que tener relación. Esto nos lleva directamente con el siguiente aspecto a cuidar: la relación entre las imágenes y el mensaje del texto que hemos redactado. Esta relación no sólo ha de tener congruencia entre los que se dice y lo que se muestra. La imagen debe además potenciar el mensaje, fijarse en la retina del lector. Del texto se quedan con el mensaje general, no con el literal. Si además ayudas a tu lector/cliente/target a fijar con una imagen el mensaje, el objetivo se cumple y el índice de recuerdo y su posterior transformación en venta será mucho mayor. El aspecto también es importante. Tiene que estar en sintonía con lo que estamos vendiendo. Puedes estar editando una revista de humor en la que puedas tener más libertad en la elección de las imágenes. O puedes estar preparando un catálogo para vender un medicamento y tener transmitir confianza, orden, seriedad.
Finalmente, nos encontramos con algo a lo que pocas veces se presta atención: la resolución de la foto. Y es que no es lo mismo estar diseñando una pagina web donde lo importante es la velocidad de carga y por tanto el bajo peso de las fotos (atención porque esto lo agradece tu visitante y además lo agraces tú puesto que los buscadores premian a las webs con una carga rápida con un mejor posicionamiento); que estar diseñando el catálogo impreso de un producto de alto valor y edición limitada que debe reflejar el más mínimo detalle sobre el papel. Por tanto, nunca olvidemos la importancia de seleccionar la foto adecuadamente y de tener siempre una empresa de stock de fotos que nos ofrezca un amplio catálogo, una búsqueda fácil y acertada y un precio económico para que nuestro marketing sea siempre el mejor posible.
