MANU RAMOS. «Cinco tarjetas para viajar en transporte público: La eliminación de los billetes físicos en Metro y Renfe conlleva que algunos usuarios tengan que adquirir varios soportes para realizar sus viajes. La falta de compatibilidad se podría arreglar mediante aplicaciones en los móviles«. Esta es la conclusión del periodista Jaime Domínguez de «Gente Digital», que pone de ejemplo «el caso real de José María»: «este vecino de Majadahonda que trabaja en la capital usa habitualmente el Abono Transportes personal, que carga mensualmente y le permite moverse libremente por la zona B2. Sin embargo, existen varias épocas del año, como en las últimas semanas del mes de julio, en las que no le compensa pagar los 72 euros que cuesta para los días en los que va a utilizarlos. Aquí es donde comienza su rompecabezas particular, en el que tiene que utilizar cuatro tarjetas más».


«En una de ellas tengo los bonos de diez viajes que me permiten moverme entre la zona B2, que es donde vivo, y la A, que es donde trabajo», señala. «La segunda es solo B2 y la empleo en los autobuses urbanos de Majadahonda, mientras que la tercera es de B1-A y la utilizo cuando me acerco en coche a la estación de Renfe para dejarlo en el parking y después ir hasta la capital». En cualquiera de ellas también puede cargar los títulos del Metro. La decisión de Renfe de implantar este nuevo sistema le ha obligado a adquirir un nueva tarjeta por si algún día le compensa más comprar un billete sencillo que un bono de 10.

EN EL SMARTPHONE: «Estos problemas de falta de compatibilidad se podrían solucionar si sale adelante el proyecto que adelantó la Comunidad de Madrid el pasado mes de marzo. La consejera regional de Transportes en funciones, Rosalía Gonzalo, explicó que están trabajando para ‘virtualizar’ estas tarjetas y que se puedan llevar en el móvil, así como recargarlas directamente en la web o la aplicación del Consorcio Regional de Transportes. La iniciativa también contemplaba la creación de un planificador de viajes multimodales para que el usuario del transporte público pueda calcular la mejor ruta con el menor tiempo posible», concluye el periodista. Y es que «existe un problema que todavía no se ha podido atajar por parte de las administraciones que gestionan el transporte público: la imposibilidad de unir en un mismo documento todas las modalidades posibles que se ofrecen», concluye el reportaje.

Majadahonda Magazin