El águila imperial ibérica es un ave en peligro de extinción

MANU RAMOS. La Guardia Civil ha rescatado un águila imperial ibérica en el Monasterio de El Escorial sobre las 15:00 horas del día 29 de julio (2022) tras recibir aviso de Patrimonio Nacional del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El suceso ocurrió cuando agentes pertenecientes a la Unidad de Protección de la Naturaleza de la Comandancia de Madrid (UPRONA) consiguieron rescatar un pollo de águila imperial ibérica que se encontraba deshidratado y desorientado. El animal finalmente fue trasladado al Centro de Recuperación de Animales Salvajes de la localidad de Tres Cantos donde se recupera favorablemente, informa la benemérita. Según informa National Geografic, el águila imperial ibérica es una de las aves endémicas de la península ibérica, una especie amenazada de la cual solo hay constancia de 407 parejas en la Península Ibérica. En libertad, esta ave vive unos 20 años de media, aunque en cautividad ha llegado incluso a los 41. Sus hábitats abarcan una gran diversidad de lugares, desde pinares en zonas de montaña, hasta zonas de dunas y marismas en zona de costa. Sus lugares favoritos son zonas llanas o con pequeño relieve y gran cantidad de conejos, aunque cuando se sintieron amenazadas volvieron a zonas más inaccesibles.


Por su parte, Fauna Ibérica.org señala que esta especie se localiza casi con exclusividad en la Península Ibérica, en donde habita todo el año, defendiendo su territorio con gran celo. Sus hábitats idóneos son las áreas de bosque esclerófilo típicamente mediterráneo, donde se entremezclan los matorrales, los pastizales y los riachuelos. Está presente sobre todo en las campiñas bajas del centro y sur de la Península Ibérica. Los ejemplares más jóvenes pueden ser capturados por otras aves rapaces y por zorros. El alarmante descenso de su población se debe, no obstante, a causas exclusivamente humanas: caza ilegal, electrocución, transformación de zonas forestales en regadíos, empleo exagerado de pesticidas, etc. A pesar de ser un ave numerosa durante la primera mitad del siglo XIX, actualmente el número de parejas reproductoras apenas supera la centena. «El plumaje es de color pardo oscuro, salvo en la parte superior de las alas, donde tienen plumas blancas. La nuca tiene un color más pálido, y la cola es más oscura. En las águilas jóvenes, su color es entre pardo y rojizo, cambiando a un color amarillo pajizo en su segundo año de vida, que se va volviendo poco a poco más oscuro hasta alcanzar la coloración adulta sobre los 5 años de vida, a la vez que alcanzan la madurez sexual«, concluye National Geografic.

Majadahonda Magazin