
La familia se acercó a recoger sus enseres al día siguiente a la Residencia Reina Sofía, donde además el hombre era muy conocido, porque había pasado años acudiendo a ella como centro de día. Y fue entonces cuando emergió la realidad de lo sucedido: la auxiliar de enfermería, una chica joven que además apenas llevaba tiempo desempeñando la tarea, sencillamente había confundido los nombres. Le había dado a Julián la medicina de otra interna del mismo ala, concretamente, la de la habitación de al lado, llamada, dramáticamente, Juliana»
MANU RAMOS. (Majadahonda, 23 de octubre de 2025). «La acusada prestaba sus servicios como auxiliar de enfermería en la Residencia de Mayores Reina Sofía sita en la localidad de Las Rozas (Madrid). En el ejercicio de sus funciones, en relación con el suministro de la medicación a los internos, la mañana del 18 de julio de 2018 la acusada confundió la medicación de dos internos, «suministrando al fallecido (de 80 años) la medicación de la interna de la habitación contigua, al confundir los nombres, omitiendo así el más elemental cuidado». A tal efecto, le suministró medicación consistente en sertralina 50 mg., quetiapina 100 mg., orfidal 1 mg., y pregabalina 300 mg. Y como consecuencia de dicha ingesta de medicamentos, el fallecido sufrió una somnolencia de etiología medicamentosa siendo ingresado por ello en el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde falleció ese mismo día». Estas palabras pertenecen a la sentencia del juzgado de lo Penal número 8 de Madrid, que ha condenado a una auxiliar sanitaria que estaba en prácticas en esta Residencia de Mayores pública de la Comunidad de Madrid a 6 meses de prisión por un delito de homicidio imprudente. La indemnización por el error cometido había alcanzado un acuerdo entre los familiares y la Administración Autonómica un pleito civil anterior.
LA CONDENA ALIVIA EL DOLOR DE LA FAMILIA, que llegó a tener que escuchar, de boca del entonces máximo responsable de la residencia, día después de esta muerte: «Son cosas que pasan, los errores son una cosa humana y hay que aceptarlos». Denunciaron, ahora ha llegado la condena y con ella la noticia, que se ha conocido gracias al periodista Quico Alsedo, quien la ha publicado en el diario «El Mundo» con el titular: «A Julián le dan las pastillas de Juliana y lo matan en una residencia pública: condenada la auxiliar por homicidio imprudente. La Justicia sentencia, 7 años después, a la asistente que se equivocó y dio a un hombre con problemas vasculares la medicina de la paciente tratada de esquizofrenia que ocupaba la habitación de al lado en la residencia Reina Sofía de Madrid». La información se ilustra con una fotografía de Angel Navarrete con la entrada a la Residencia de Mayores ‘Reina Sofía’, gestionada por la Comunidad de Madrid, en la localidad de Las Rozas, donde se produjo el fallecimiento.

El periodista Quico Alsedo, quien ha publicado la noticia en «El Mundo» con el titular: «A Julián le dan las pastillas de Juliana y lo matan»
«FUE UN ERROR ABSOLUTAMENTE FÚTIL, PERO CON CONSECUENCIAS LETALES. La familia de Julián, un anciano de 80 años recluido en la Residencia de Mayores Reina Sofía, gestionada por la Comunidad de Madrid en la localidad de Las Rozas, fue avisada hacia el mediodía del 18 de julio de 2018, de que el hombre había sido enviado de urgencia al Hospital Puerta de Hierro Majadahonda: alguien se había equivocado al darle las pastillas y el hombre, que había sufrido hacía años un ictus, estaba muy adormilado cuando se decidió acometer el traslado. Pocas horas después, hacia las 16.00 horas, el anciano fallecía «a consecuencia de la ingesta de dichos medicamentos», tras varias horas de «somnolencia de etiología medicamentosa» de la que las asistencias médicas, incluso en sede hospitalaria y con todos los recursos ad hoc, no pudieron sacarle», indica el periodista.
LA AUTORA: «LA AUXILIAR DE ENFERMERÍA ERA UNA CHICA JOVEN QUE APENAS LLEVABA TIEMPO DESEMPEÑANDO LA TAREA». «El motivo del fallecimiento estaba claro, porque desde el asilo gestionado por la Comunidad de Madrid no se había ocultado en ningún momento lo acaecido para poder enviar al interno al hospital: en vez de las medicinas que Julián tenía prescritas, se le habían administrado por error, no se sabía muy bien cómo, la de otro residente, con consecuencias fatales. La familia se acercó a recoger sus enseres al día siguiente a la Residencia Reina Sofía, donde además el hombre era muy conocido, porque había pasado años acudiendo a ella como centro de día. Obviamente, tanto la plantilla como los trabajadores del centro permanecían en estado de shock. Y fue entonces cuando emergió la realidad de lo sucedido: la auxiliar de enfermería, una chica joven que además apenas llevaba tiempo desempeñando la tarea, sencillamente había confundido los nombres. Le había dado a Julián la medicina de otra interna del mismo ala, concretamente, la de la habitación de al lado, llamada, dramáticamente, Juliana«, añade.

La condena, lograda por el letrado Carlos Sardinero como representante legal de la familia del fallecido, se ha visto en todo caso reducida severamente por las dilaciones indebidas que han afectado al procedimiento, que incluyen 7 años de largo periplo judicial y un sorprendente episodio de pérdida de todo el expediente por parte de un juzgado de Majadahonda, donde comenzaron a instruirse los hechos.
LA SENTENCIA: EL JUZGADO DE MAJADAHONDA PERDIO EL EXPEDIENTE, 7 AÑOS DE RETRASO. La Fiscalía había pedido 2 años de prisión para la autora (el homicidio por imprudencia grave se castiga con entre 1 y 4 años de cárcel), pero la magistrada le aplicó una «atenuante cualificada de dilaciones indebidas» y dejó la condena en sólo 6 meses de cárcel y 1 año y medio de inhabilitación para desempeñar sus tareas (el Ministerio Público pedía 5). La condena, lograda por el letrado Carlos Sardinero como representante legal de la familia del fallecido, se ha visto en todo caso reducida severamente por las dilaciones indebidas que han afectado al procedimiento, que incluyen 7 años de largo periplo judicial y un sorprendente episodio de pérdida de todo el expediente por parte de un juzgado de Majadahonda, donde comenzaron a instruirse los hechos. Insólitamente, y mostrando las dificultades de la Justicia para funcionar con normalidad, la sentencia incluye entre los hechos probados, para sustentar posteriormente las dilaciones indebidas, que «el presente procedimiento ha estado paralizado por causas no imputables a la acusada desde el auto de admisión de pruebas, de 6 de abril de 2022, hasta la diligencia de citación, de 14 de mayo de 2025, así como entre enero y julio de 2019, un total de 3 años y 6 meses»,. finaliza la noticia.





Estimado Manu, lamento muchísimo leer una noticia tan triste y desafortunada. DEP Julián.Me extraña la redacción dada por tí o por Salcedo. Habláis de un hombre con problemas vasculares y de la esquizofrénica de la habitación de al lado. No será la mujer con problemas de esquizofrenia ?
Saludos
Esto me parece ya el colmo de los colmos.
Que se culpa a una tcae por confundir la medicación, encima llevando tan poco tiempo, lo que no es normal que los TCAE se lleven la culpa de todo, si damos mal la medicación(que para eso esta la enfermera), que si alguien se cae…. vamos me parece indignante
Me parece penoso publicar semejante noticia , investigar más en cuanto personal tiene las residencias de la comunidad de Madrid
A la pobre auxiliar , le han destrozado la vida dando responsabilidades que no son suyas y a saber quién puso esa medicación , a qué horas y a cuantos pacientes les tuvo que poner la medicación .
Se trabaja bajo mínimos en esa residencia
Lo siento por Julián y su familia
Pocos casos de estos ocurren con la mala gestión de dicha residencia y la falta de personal que hay
7 años en juzgarlo. La familia del fallecido tuvo que escuchar por boca del responsable de la residencia que: «son cosas que pasan, los errores son una cosa humana y hay que aceptarlos»; y, después, aceptar que el Juzgado de Majadahonda perdiera toda la causa por «error humano».