GREGORIO Mª CALLEJO. Seguimos con la serie, recorriendo esta vez rock de distinta divisa, de naturaleza un tanto diferente en cada caso, y sin que hoy hablemos de bandas más orientadas al pop. Window View (Beach Fossils). Es cierto que escuchar un disco entero de Beach Fossils  puede ser algo así como ver crecer la hierba. Monotonía y lentitud exasperantes y trufadas por las particularidades vocales de Dustin Payseur y por el sonido que él ha querido imprimir a sus canciones. Porque sí, Dustin se lo guisa, Dustin se lo come, hasta el punto de haber creado su propia discográfica e imprimir a sus discos el sonido que a él le da la gana. Varios miembros del grupo huyeron para formar proyectos que escapasen de esa abulia mortal (significadamente Cole Smith con DIIV, uno de los grupos más icónicos de los últimos años). Dustin intentó darle un poco de vivacidad a la banda con Clash the Truth (2013), pero volvió a las andadas en 2017 en Somersault.


Gregorio Callejo

Sin embargo, pese a todo, me hipnotiza la cadencia de tono bajo, ese post punk de verdadera bradicardia. Window View (que parece narrar el final de un romance) te lleva efectivamente a la imagen de estar mirando algo cotidiano desde una ventana, una lluvia constante, una carretera vacía, sin otra intención que la pura contemplación de lo ordinario. Con dos o tres acordes repetidos hasta la saciedad Beach Fossils hicieron del aburrimiento un arte y se colaron en mi cofre de canciones favoritas. Embriagadora y evocadora, una canción para guardarla y escucharla cuando sólo quieres mirar a través de una ventana.

Velvet (The Big Pink). Robbie Furze y Milo Cordell formaron en Londres esta banda de rock electrónico y multi-instrumental que hasta ahora sólo ha sacado (que yo sepa) dos trabajos. No me gustan demasiado sus canciones, y menos aún las pocas letras que les he leído (de una mediocridad irritante),  pero Velvet es una excepción.  Dura, exuberante en lo instrumental, atronadora en ocasiones. Rock contundente pero muy florido en recursos electrónicos. Muy buena, de las canciones más poderosas de los últimos diez años.

Schizophernia (Sonic Youth). Rebobinamos muchos años, y vamos con un grupo que, estos sí, han cambiado en parte la historia del Rock. Sonic Youth son reyes de la distorsión y el ruido, los señores del sonido y la furia. En 1987 lanzaron Sister, trabajo icónico del rock alternativo mundial. Posiblemente junto a Pixies, The Jesus And Mary Chain y Nirvana, estamos ante la banda más influyente del periodo 1985-1995. Su estilo, su manera de desquiciar con su guitarreo distorsionado (algo así una mezcla entre una tiza derrapando por una pizarra y una radial desajustada) fueron tomados por una infinidad de bandas de todo el mundo. Su perdurable influencia parte de discos que son verdaderas obras de culto (Daydream Nation, Evol , Dirty o el propio Sister). Schizophernia es una canción llena de fuerza, de sufrimiento, un verdadero acercamiento a la locura que se acaba incorporando a uno como propia en final ensordecedor. Gigantescos Sonic Youth.

Come on Inside (Magnapop).  Nos vamos a los años noventa. Eclosión generalizada de la música indie y dentro de la misma, florecimiento de bandas femeninas de rock potente y sin concesiones (L7, Hole, Biniki Kill…). Esta banda de Atlanta sacó en 1992 y 1994 (Magnapop y Hot Boxing) dos discos que para mí, sobre todo el segundo, son de los mejores de los años 90. Come on Inside es puro rock and roll, potentísimo, imposible no moverse con él. Llegué a proponerla como himno alternativo del Rayo Majadahonda, y seguro que si los Enzo y compañía la hubieran escuchado a todo volumen antes de salir al campo… otro gallo nos hubiera cantado. Pura apoteosis rockera.

 

Majadahonda Magazin