JORGE RUBIO. «Acabó en un hospital de Majadahonda, confirmando que la única salida era operarse.«Fui muerta de miedo al quirófano, pero quería pasar el mal momento y seguir con mi vida y trabajar con normalidad…». Le pusieron «la chapa» en la espalda, pero su ilusión de superar el mal trago se vio truncada por un dolor «horrible». «Esperaba la curación pero la pierna quedó doblada y desde entonces no puedo andar sin ayuda…». Samira camina sobre una muleta y tiene instalada una férula en la parte baja de su pierna derecha». Con estas palabras, el Diario de Burgos recoge el relato de Samira, una trabajadora de origen argelino que huyó de su país debido al terrorismo islamista. Y ahora se encuentra envuelta en una odisea legal tras una operación fallida realizada en un hospital de Majadahonda que no quiere identificar. En 2014 sufrió una hernia discal mientras trabajaba. «Sentí que algo me desgarraba la espalda y me quedé totalmente paralizada por un dolor horrible», recuerda Samira, al tiempo que señala que no le quedaban muchas más opciones que operarse ya que «el líquido de tres discos de la columna me salió de repente, del L-3 al L-5, por eso sentí tal dolor, me impedía hasta andar». Pese a que la operación debía haber solucionado estos problemas, no fue así. «Todos los diagnósticos, argumenta, coinciden en que algo salió mal en el quirófano y que esta mujer está en ese pequeño porcentaje de operados que padecen el síndrome de cirugía fallida de columna, que le ha dejado coja e incapaz para volver a limpiar portales», detalla el diario burgalés.


A los dos meses de llegar a España, Samira empezó a trabajar limpiando portales e incluso tuvo tiempo para sacarse un título de especialista en el cuidado de personas mayores, un ámbito en el que tenía experiencia. Pero a raíz de su operación comenzó un periplo legal que se prolonga desde hace 5 años. «El último fallo del Juzgado de lo Social número 1 resume el calvario que quiere hacer público: la «hernia discal intervenida, con cirugía de espalda fallida» la ha mantenido de baja desde el 14 de octubre de 2014 al 21 de abril de 2016. Este último día no marca la recuperación: el 19 de octubre de 2017 vuelve a estar de baja por incapacidad temporal por una «escisión o destrucción del disco intervertebral/hernia discal lumbar intervenida», un proceso no reconocido por falta de alta». Samira señala con ironía que va camino de saber «tanto Derecho como para cursar la carrera universitaria» y que pese a que la última sentencia que recae sobre esta situación no le ha dado la razón, «no se da por vencida». Una circunstancia que se debe a que el «Juzgado de lo Social número 3 declara en enero de 2017 a la trabajadora en situación de incapacidad permanente total para su profesión habitual, tal y como pretendía» aunque poco después, la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León «echa un jarro de agua fría y lo desestima». A pesar de estos reveses, señala que «solo busca justicia» y que «no tirará la toalla». Y es que «la opinión de los médicos no es compartida por la empresa, la mutua, la Seguridad Social y tampoco por la Justicia, que le ha dado y le ha quitado la razón en un proceso desesperante para esta mujer y que le mantiene medicada por depresión», concluye el diario burgalense.

La operación de hernia discal, solo el último recurso. Cambios en la alimentación, higiene postural, ejercicios acuáticos, medicina natural y química, osteopatía e incluso tratamiento psicológico son los remedios alternativos a la cirugía. «La hernia discal es una enfermedad en la que parte del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce un intenso dolor. Si la herniación es voluminosa y comprime todos los nervios que encuentra, puede producir lo que se llama un síndrome de cauda equina o de cola de caballo, lo cual resulta una urgencia quirúrgica. En la mayoría de los casos, este dolor remite con un tratamiento conservador sin cirugía. Sin embargo, aproximadamente un 10% de ellos requerirán una intervención quirúrgica para su tratamiento». Así define la Clínica Universidad de Navarra la hernia discal y su tratamiento en el que señala que en la mayor parte de los casos, no es necesario realizar una operación para sanar esta afección. La operación ante este tipo de afección se postula como el último recurso tal y como señala la publicación Cuidate Plus: «La última opción es la microdiscectomía, considerada como la cirugía que se emplea para aliviar la presión sobre la raíz nerviosa y permitir que el nervio se recupere de forma más eficaz. Este tipo de intervención no entraña gran dificultad ya que suele resultar suficiente con una pequeña incisión y una noche de ingreso«. La Clínica Mayo también desaconseja la cirugía para tratar la hernia discal salvo en casos muy concretos y señala que «los cirujanos extraen solo la parte saliente del disco. En raras ocasiones, se debe extraer todo el disco. En estos casos, es posible que las vértebras tengan que fusionarse con elementos metálicos para brindar estabilidad a la columna. Muy raras veces, el cirujano puede sugerirte el implante de un disco artificial«.

 

Majadahonda Magazin