

–Recuerdo el antiguo circuito de motocross de Majadahonda, yo no llegué a verlo en activo pero mi padre me llevaba a verlo y contarme historietas de las carreras. Me acuerdo mucho de J. Miguel, hijo de Pepe, dueño del Taller de Motos Exup. Fue uno de mis mentores en mis comienzos. Antes se podía entrenar en algunas dehesas de nuestros alrededores aunque con la evolución de la ley de campos ya no puede ser. Sería genial tener un circuito en nuestra ciudad o una escuela infantil para que todos nuestros pequeños disfruten, aprendan de este deporte tan bonito y que tantos valores les enseñará. Hay una gran afición al motociclismo y sería un gran éxito para el deporte majariego.

–Sin duda lo que más me gusta es su localización, tenemos cerca la sierra madrileña, estamos rodeados de bosque y campos, en 15 minutos estás en Madrid centro, Majadahonda está muy bien comunicada. Lo que quizá mejoraría sería el incentivar más los lugares públicos para practicar deporte, como hacen nuestros vecinos los roceños. No es que no me guste, pero echo en falta más presencia motera, por nuestra localización en la zona noroeste como he dicho antes hay mucha afición motera tanto al campo como a la carretera. Una escuela infantil, un circuito, eventos moteros… Darían mucha vida y llamaríamos la atención de muchos pequeños. Actualmente me entreno y colaboro con Villarace (centro de entrenamiento de pilotos de Madrid) y nos encantaría poder trasladarlo a nuestro municipio.

–Correr en la Isla de Man para los pilotos de velocidad es el mayor reto que pueda haber, como para los pilotos de modalidades de tierra sería el Dakar. Es la carrera de motos más antigua que se conoce y hasta mediados de los años 70 era una prueba más del campeonato del mundo. En aquella época era más importante ganar en la Isla de Man que ganar todo el campeonato. A día de hoy con la tecnología y las motos de ahora es una carrera rapidísima en la que se recorren 62 km por vuelta en menos de 20 min con velocidades medias de 200 km/h y velocidades puntas que rebasan los 300 km/h. Las tres semanas que estas ahí es un cúmulo de sensaciones y emociones, a veces difíciles de llevar por la tensión que conlleva saber que corres en un circuito peligroso y otras veces muy placenteras y de logro por los retos conseguidos. Es una aventura larga de determinación y dedicación. Es el único circuito del mundo con esas características, 62 km de carretera convencional cerrada al tráfico con más de 260 curvas, es tremendamente variado con zonas urbanas, carreteras rápidas, montaña, incluso te puede pillar la niebla en las zonas altas del circuito. La sensaciones son tremendas, difíciles de explicar.

–Deportivamente he traído dos réplicas de plata, un segundo puesto en los entrenos clasificatorios de la carrera y vuelta rápida personal gracias a mi equipo, el Team Martimotos Road Racing. Moralmente un poco decepcionado porque este año estuve a punto de alcanzar el podium, cosa que ningún español en la historia de la carrera ha conseguido. Eso ha hecho que volviera con un sabor un poco agridulce pese a los buenos resultados en ambas categorías. Principalmente lo que traigo de la Isla este año es experiencia, que me ayudará a afrontar el año que viene como un piloto más maduro y con garantías de poder luchar por los primeros puestos.

–Este año vamos a por el ManxGp de la Isla de Man y correremos también en Irlanda, en la International North West 200. Una carrera perfecta para dejar a punto las motos y el equipo para afrontar la carrera principal del año en la Isla. Me gustaría correr en el Pikes Peak de USA, en Imatra y en el Ulster Gp además de en la Isla de Man pero eso depende del presupuesto que disponga. El año pasado corrí las 24h de Montmelò con una BMW s1000R del Team Motocrom y este año me gustaría poder volver a hacerlas, es otra carrera muy exigente y de vivencias únicas.






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