ZACARÍAS M. MAILLO. Resultados electorales previsibles, sería mi titular. Cuando el director de este diario me pidió mi ‘porra electoral’ para los comicios municipales que se habrían de celebrar el 26/M, le respondí que lo que llamamos las tres derechas obtendrían en total 20 concejales. El alcalde saliente también podrá recordar que, poco antes de dejar el Ayuntamiento, en una conversación informal, le dije exactamente lo mismo. La realidad es que acerté, puesto que el PP obtuvo 10 concejales, Cs 7 y Vox 3. Tiempo habrá para analizar las razones de esta espectacular desproporción de representación política con 20 concejales a la derecha y solo 5 a la izquierda y de si se corresponde cabalmente con la realidad social de Majadahonda. De momento, observemos con un cierto detalle los resultados de cada uno de los partidos.

Así, con una cierta perspectiva histórica, y por mucho que algunos lo quieran ver como un éxito porque ha sido el partido más votado, conviene recordar que el PP, con sus 10 concejales, ha obtenido el peor resultado de su historia desde que es gobierno municipal. Sin paliativos. Recordemos que ha llegado a tener más del 50% de los votos desde 1991 e incluso en 2007, en plena explosión del caso Gürtel, obtuvo el 60% y 16 concejales. Ciudadanos, después de su fulgurante irrupción municipal en 2015 con 6 concejales, heredados de los 3 de UPyD de 2011 y 3 más del propio PP, ha ganado uno más ahora, quitándoselo de nuevo a los populares, con toda seguridad impulsados por el tirón nacional más que por la propia gestión local. Y para cerrar el trío, la ultraderecha de Vox se estrena en la vida del Consistorio con una representación de 3 concejales que, en modo alguno, colma las propias expectativas de sus dirigentes y militantes, que pronosticaban muy alegremente el doble.

Con este novedoso Ayuntamiento con solo cuatro fuerzas políticas, todo parece indicar que el joven popular Ustarroz será el próximo alcalde de Majadahonda, una ciudad de 73.000 habitantes, 25.000 hogares, 70 millones de presupuesto, más de 600 funcionarios y con unos retos cruciales para abordar en esta legislatura, como son, entre otros, el desarrollo del Arco de Poniente (10.000 nuevos vecinos), la reforma y dinamización del centro urbano, las urgentes inversiones en algunos barrios olvidados como la Sacedilla, la conexión de los desarrollos periféricos (Roza Martín, Altos del Sil, Carril Tejar, etc) o las acuciantes soluciones para el caos circulatorio. Ahora bien, ¿con quién abordará Ustarroz todas esas actuaciones? Recordemos que dispone de mayoría absoluta si pacta con los 7 concejales de Cs e incluso únicamente con los 3 de Vox. Tampoco es descartable que llegue a un pacto de legislatura con alguno de ellos para gobernar en solitario, tal y como hizo Narciso de Foxá con Alfonso Reina en 2015. La incógnita se despejará pronto, pero lo deseable es que, con esos retos sobre la mesa, se apoye en opciones razonables y sensatas (si es que las hay) y deje de lado los excesos (que los hay).

Por el otro lado, la izquierda ha perdido en resultado neto dos concejales, ya que de los 7 actuales (PSOE 3, Somos 3 e IU 1) se ha pasado a la situación del PSOE como único representante de ese espacio político con 5, recuperando la posición que perdió hace años como consecuencia de la crisis y el surgimiento de los movimientos del 15M. Dicho de otro modo, ha recogido solo en parte la debacle de Somos, Podemos e IU, pasando a los mismos cinco concejales que obtuvo ya en 2011 y con similares porcentajes que entonces, pero quedándose muy lejos de disponer de una posición de influencia política real en el Ayuntamiento. En este sentido, conviene recordar que en las últimas generales obtuvo en Majadahonda el 18,24% y en las autonómicas con Gabilondo el 17,60%, mientras que la candidatura local, con un meritorio resultado, se ha quedado en el 15,8%.

De ahí la importancia de reducir esas diferencias, ya que con toda seguridad habrían proporcionado una posición política muy diferente en el Ayuntamiento, que hubiera permitido poner a Cs en el brete de elegir entre apoyar a PP/VOX o tejer alianzas de gobierno con el PSOE. Un amigo me resumía así el resultado socialista majariego: “con una mínima inversión se ha obtenido un buen pero inservible dividendo”. A la frustración del descalabro de los partidos de izquierda, se ha sumado la de Vecinos por Majadahonda y Centristas de Majadahonda, que se han quedado lejos del 5% requerido para obtener representación. Especial sorpresa causará sin duda no ver a la líder de Centristas, Mercedes Pedreira, no tomar posesión de su acta de concejal después de tantos años de presencia política municipal. Convendría tal vez sacar alguna conclusión sobre la inutilidad de la división de los partidos de vocación ‘localista’ de cara a configurar con generosidad opciones de gobierno de esa naturaleza, a imagen y semejanza de lo que ocurre en otras localidades.