Captura de pantalla 2016-08-24 a las 4.03.38MARTA CORTINA. La jugadora olímpica de Voley Playa que ha quedado 9ª del mundo con España, Elsa Baquerizo, cuenta en una entrevista con la Federación Madrileña de Voley sus inicios en Majadahonda y como al fracaso académico de la universidad pública española se le une la falta de adaptabilidad hacia los estudiantes que practican deporte de élite, como era su caso. Elsa Baquerizo estudió en Majadahonda y menciona expresamente a cuatro entrenadores que le descubrieron este deporte y a ella como atleta que podría ser futura olímpica y profesional: Quino, Olga Mateeva, Mané Moreno y Jorge Benlloch. Esta es la entrevista en la que Elsa Baquerizo McMilan es definida como «una de las mejores jugadoras del mundo de voley playa. Nació en Estados Unidos, madrileña de adopción y de padres artistas de la música lírica: «Mi segundo apellido viene de mi madre, lógicamente, que es estadounidense. Mis padres se conocieron cantando. Los dos son cantantes de ópera y se conocieron en San Diego, California, en una audición, y a partir de ahí empezó su romance».


Mané Moreno (izq) con el CV Majadahonda

Mané Moreno (izq) con el CV Majadahonda

Su afición por el voleybol fue tardía: jugadora de baloncesto en sus inicios, se enganchó al deporte que significaría un cambio en su vida gracias a dos de los impulsores del voley playa en nuestro país: Mané Moreno y Olga Mateeva.

Elsa: Es que en el voleybol ya empiezo tarde, en el cole, yo era de basket. Entonces yo empiezo un poco tarde con Quino, un entrenador que había allí que me encantaban sus entrenamientos y así fue como me enganché. Yo me federé en Majadahonda y por aquel entonces Olga Mateeva jugaba mucho voley playa en verano y entrenaba mucho con Mané. Tenían una escuelita de verano y todas las chicas que jugábamos en pista, si nos apetecía, nos apuntábamos en la playa allí y entrenábamos. Y así empecé. Sinceramente también me gustaba mucho viajar, moverme por España y la playa… Lo que me llamaba la atención es eso. Tirarme por el suelo, que no te hacías daño y en la pista te revientas. Y cuando ya mi afición fue un poco más en serio fue cuando me cogieron para el centro de tecnificación en Arona, Tenerife, y ahí ya fue más en serio.

Jorge Benlloch (izq)

Jorge Benlloch (izq)

Tras la disputa de un subcampeonato en Llanes, Asturias, le llegó la oferta del centro deportivo de tecnificación de Arona, que la convertiría en profesional a pesar de que estuvo a punto de no aceptarla.

Elsa: Por aquel entonces los entrenadores y seleccionadores del programa de tecnificación que hay en Tenerife, que eran Dani Wood, mi actual entrenador, y Sixto Jiménez, me dijeron: ¡oye! Te hemos visto jugar por si te interesaría venirte a Tenerife becada. Y les dije: bueno, pues no sé, a lo mejor. Yo estaba más por el “no” hasta que a Jorge Benlloch, que era mi entrenador de Majadahonda y mi amigo, le ofrecieron el trabajo también como segundo y decidió ir. Eso fue lo que me tiró para delante. Si él no hubiera dicho que sí, no sé yo si hubiera ido, porque era muy lejos, me daba mucho miedo, tenía muchas cosas aquí. Y nada, en cuanto dijo que sí yo dije: pues nada, me voy contigo.


Olga Mateeva y su hija Tania

Olga Mateeva y su hija Tania

Una decisión complicada que alejó a Elsa de su vida hasta ese momento para embarcarse en algo diametralmente opuesto.

Elsa: Al principio fue muy muy duro. Porque te vas sola… y en mi caso, como había empezado a estudiar una ingeniería aquí que no tenían allí, Ingeniería de Montes, yo quería intentar estudiar allí, presentarme a los exámenes aquí sin ir a clase, solo con apuntes… y de pasar de aquí, de tener un montón de amigas, familia, gente conocida a llegar allí y estar sola, me costó mucho, fue muy difícil. Y cuando me fui allí el cambio de vida es brutal y añoraba también el ser una persona normal, el tener una vida normal dentro de lo común. Pero bueno, yo creo que me ha salido bien y estoy contenta.

Majadahonda Magazin