JORGE RUBIO. El incremento de la cobertura policial en Majadahonda, con tres cuerpos de seguridad bien asentados como son la Guardia Civil, Policía Local y Policía Nacional, no consigue frenar el aumento de la delincuencia en la ciudad, ya que este año registra un primer semestre negro para la seguridad de la ciudad. La cifra más alarmante es la que recoge los denominados como «delitos y faltas» donde se han registrado un total de 2.012 incidencias, lo que supone un incremento del 17,9 % respecto al periodo pasado. Pero esta no es la única magnitud en la que la criminalidad de la ciudad aumenta, ya que salvo en lo que se refiere a la sustracción de vehículos a motor y el tráfico de drogas, todas las demás experimentan una subida. Majadahonda es el municipio de más de 50.000 personas, junto con Torrejón, donde más aumentan los delitos. Unos resultados que contrastan con los buenos datos obtenidos el año pasado en los que Majadahonda experimentó una reducción del 51% en la tasa de criminalidad y que situaron a la ciudad entre las más seguras de la Comunidad de Madrid. En la otra cara de la moneda se encuentran las localidades de Villalba, Arganda y Parla, donde la criminalidad se ha reducido notablemente en este periodo. Sin embargo, la inseguridad crece en toda la Comunidad de Madrid donde se han robado 7.845 casas, un 4,6% más que en 2015, o lo que es lo mismo, una media de 47 robos diarios en domicilios en la Comunidad de Madrid.

Pese a que los robos a viviendas son una de las mayores causas de inseguridad y preocupación para los vecinos, dada la alarma social que generan, en Majadahonda han permanecido estables y únicamente se ha registrado un caso más que en 2015, situando el número en 93 (+1,1%). Del total de incidencias restantes, los robos con violencia e intimidación han registrado entre enero y junio de este año 70 casos (+52,2%) y en lo que se refiere a hurtos se han producido 895 (+22,8%). En cuanto a las cifras que bajan o se mantienen estables destaca la sustracción de vehículos a motor con 59 (- 11,9%), el tráfico de drogas, 4 casos (-20%) y los daños, donde se han registrado el mismo número de incidencias: 253. En lo que se refiere a homicidios dolosos y asesinatos consumados, no se ha registrado ningún acto criminal de este tipo en Majadahonda tras los célebres sucesos del «descuartizador» de La Sacedilla.

Las cifras contrastan con las obtenidas en 2015 por la Junta Local de Seguridad, que registraron un descenso del 10,43% en las infracciones penales y rebajaba la tasa de criminalidad en un 51%. Quiere decirse que, o bien la delincuencia ha subido en Majadahonda, o bien las fuerzas de seguridad y sus responsables políticos no han hecho bien su trabajo en el primer semestre de 2016. En 2015, Concepción Dancausa, delegada del Gobierno, calificó los datos majariegos como “muy positivos” ya que demostraban que «Majadahonda es un municipio seguro». Entonces la localidad se situaba cinco puntos por debajo de la media de la Comunidad de Madrid en cuanto a criminalidad y delitos. Este deterioro en las estadísticas de seguridad contrasta llamativamente con el incremento de la presencia policial en la localidad de Majadahonda que se ha venido realizando desde el año pasado. Los cuerpos de seguridad que operan en el municipio cuentan, en el caso de la Guardia Civil “con un puesto principal en el que 129 agentes”, mientras que la Policía Local dispone de “130 efectivos“. A través de esta mayor presencia policial se esperaba reducir las tasas de criminalidad de Majadahonda más allá del 51% obtenido el año pasado, aunque finalmente no ha sido así. Las cifras de presencia policial previsiblemente aumentarán con la llegada de las fiestas patronales de Majadahonda, donde tradicionalmente se establece un dispositivo especial de seguridad aunque también aumentan los riesgos de incidencias, como los que tuvieron lugar el año pasado en el Bulevar Cervantes.

Fuentes:

El Mundo

MJD Magazin