MANU RAMOS. “Apenas han pasado 2 años desde que recibí la llamada de Álvaro del Amo diciéndome que quería entrenar conmigo en Majadahonda. Han sido 2 años de adaptación y aprendizajes constantes para ambos y tanto esfuerzo y trabajo ha merecido la pena. Todo el grupo de lanzadores se ha volcado con Álvaro desde el primer día y todos ayudan a que pueda entrenar como uno más, y los días que tiene que ir al gimnasio de la ONCE, le ayuda su hermano Roberto, que también es su guía y pilar fundamental en la carrera de Álvaro. Afortunadamente, dado el nivel que tiene Álvaro, podemos entrenar de vez en cuando en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid para poder lanzar discos de competición, ya que en Majadahonda llevan años prohibidos. Ojalá que el nuevo Equipo de Gobierno retire las prohibiciones que nos han puesto estos años y podamos preparar bien los Juegos. Ahora toca descansar y coger fuerza. El año que viene el objetivo es claro, volver a pelear por una medalla en los Juegos Paralímpicos y no va a ser fácil”. El relato de Jorge Gras, preparador en Majadahonda del atleta ciego Álvaro del Amo (vendedor del cupón de la ONCE de 33 años), que consiguió dos bronces en París, no deja lugar a dudas. Este mes de julio (2023) son días de emoción, recuerdo y reflexión.
“Álvaro llegaba a Paris con la cuarta mejor marca de los participantes tanto en Peso como en Disco y el objetivo era pelear por subir al pódium en las dos pruebas. Si conseguíamos una medalla, teníamos billete directo para los Juegos Paralímpicos de París del año que viene”, declara su entrenador Jorge Gras. Tras cuatro días de entrenamiento en Paris llegó el día 12, el día de la final de Lanzamiento de Peso Masculino en categoría F11 (deportistas con deficiencia visual total o casi total), la primera final de Álvaro. A priori sería una final dominada por el atleta iraní Mahdi Olad y el brasileño Alessandro da Silva y con una fuerte disputa por la medalla de bronce entre Álvaro y el croata Miljenko Vucic. Álvaro comenzó con bastantes nervios con un lanzamiento discreto de 11,68 metros que le colocaban cuarto. Sin embargo, ya en el segundo lanzamiento se colocó en tercera posición con unos buenos 12,41 metros con los que superaba al croata. En la tercera ronda, Vucic volvía a adelantar a Álvaro con un tiro de 12,58 metros y éste le devolvió la jugada con un tiro de 12,65 metros. Los ánimos de la expedición española que estaba en la grada fueron fundamentales para sacar la mejor versión de nuestro lanzador y en el cuarto lanzamiento puso tierra de por medio con el croata con su segundo mejor lanzamiento de siempre, 12,81 metros, y consiguiendo finalmente la medalla de bronce, sólo por detrás del iraní y el brasileño.
“Siempre nos quedará para el recuerdo el abrazo que nos dimos en el círculo tras el último lanzamiento con Álvaro subido encima de mí, mientras todos nuestros compañeros aplaudían en la grada”, declara su entrenador Jorge Gras. “Pero la cosa no había acabado, al día siguiente tras la ceremonia de entrega de medallas, nos fuimos a entrenar, porque en dos días teníamos la final de Disco. Una final, a priori más abierta, y que habíamos preparado más, con lo cual las ganas eran mayores. El sábado 15 sonó el despertador a las 5:30 de la mañana y después de desayunar nos fuimos al Estadio de Charlety a hacer la activación previa con los fisios. Después, a la pista de calentamiento a hacer nuestra rutina y a las 8:15 entramos en cámara de llamadas. Media hora después salimos a pista para hacer los tiros de calentamiento”, añade Gras.
Pasadas las 9 de la mañana, Álvaro abría la competición con su madre, su hija y compañeros de selección en la grada apoyando. Con el primer lanzamiento de 36,31 metros se colocaba en tercera posición desde el inicio con el veterano austríaco Bil Marinovic, el gigante finlandés Petteri Peitso y el indio Monu Ghanghas acechando muy de cerca. “Sabíamos que en cualquier momento cualquiera de los tres podía enganchar un buen tiro y pasarnos, por lo que teníamos que arriesgar. Sin embargo, no conseguíamos sacar el lanzamiento que teníamos dentro. El segundo fue un nulo que rozaba los 39 metros y luego otro de 36 y otro nulo”, recuerda Jorge Gras. En el penúltimo lanzamiento, el austríaco consiguió su mejor lanzamiento de la temporada mandando el Disco hasta los 37 metros con 44 centímetros y bajando a Álvaro del cajón. “Nos quedaba una sola bala y teníamos a nuestros compañeros gritando desde la grada. Los nervios a la hora de entrar a la jaula eran máximos. Álvaro cogió aire y comenzó los movimientos previos al lanzamiento, giró y el disco voló lejos, pero no sabíamos si iba a ser suficiente. Tras unos 20 segundos que se nos hicieron eternos… ¡37,60 metros!. Volvíamos a la tercera posición. El grito de nuestros compañeros resonó en todo el estadio”, señala Gras.
Pero aún no estaba hecho, le quedaba la última oportunidad a Marinkovic. El austríaco mandaba el disco fuera del sector, lo que suponía un nulo y una medalla de bronce para nuestro lanzador. “Nos abrazamos entre lágrimas y liberamos toda la tensión que llevábamos en el cuerpo. Fue un momento que no vamos a olvidar en la vida”, recuerda el preparador. El pódium volvió a completarse con los mismos protagonistas que en lanzamiento de Peso: plata para el iraní Mahdi Olad y oro para el gigante brasileño Alessandro da Silva, que además posee el actual Récord del Mundo. “Desde entonces nuestros teléfonos echan humo. Felicitaciones, entrevistas, fotos, vídeos… ¡Pero es que hemos conseguido dos medallas de bronce en el Campeonato del Mundo!”, concluye el preparador de Atletismo, Jorge Gras.
Gracias @MajadahondaM, una vez más por la difusión! #RoadToParis2024
@deportegob @Paralimpicos
Enhorabuena a los dos!! Que grandes personas!! Os lo habéis currado mucho y habéis superado todas las adversidades. Sois un gran ejemplo para la sociedad! 👏
«Estoy en una nube. Imagínate, pienso en cuánto ha costado, en los días que vengo de trabajar y que a lo mejor está diluviando y me tengo que ir de Plaza Castilla a Majadahonda, o que hace 40 grados y tienes que ir al CAR a lanzar… Pero claro, luego te sientas en una terraza a tomarte una cerveza, como me pasó el otro día después del Mundial, y te das cuenta de todo, de la gente que te rodea, del apoyo que te prestan y las facilidades que te dan para que tú puedas centrarte en lograrlo… Y entonces te das cuenta de que ha pasado un año y que tienes dos medallas».
«Antes del último lanzamiento de peso en el Mundial mi entrenador me dijo que era tercero. Yo no me lo creía, faltaba medir el lanzamiento del croata. Pero me dio la bola, me dijo que era tercero, y sentí esa sensación increíble de saber que era bronce hiciese lo que hiciese… Me puse a pedir palmas y escuchaba a toda la grada gritar como locos, es algo indescriptible», recuerda.»Le dije que no se trajera una medalla de chocolate porque si no, no iba a hablar con él en una semana», le vacila Jorge. El lanzador es un motivo de orgullo para el barrio. «Sé todo lo que hace y me da envidia, pero se esfuerza mucho, muchísimo» relata a Relevo. https://www.relevo.com/mas-deportes/vendedor-once-gana-bronce-pasame-20230803122613-nt.html