«Mi querido amigo Angel Alonso (es frase hecha) ha de reconocer que, como se dice vulgarmente, se ha salido de madre. O si prefiere, «ha metido el remo» o ha metido la pata hasta el corvejón». En la imagen, algunos de las innumerables «humoradas» que ha provocado en las redes sociales

JOSE Mª BABOT VIZCAINO. (Majadahonda, 9 de diciembre de 2025). Las tontunas y tonterías que a veces soltamos los españoles son para vomitar si no las decimos cuando corresponde. Si este prójimo del PP llamado Angel Alonso que soltó ese «me pone» fuese un poco listo, debería de haber usado otras frases para no levantar heridas a quien no le gusta esta expresión que tiene más sentidos. El «me pone«, qué duda cabe que se dedica, siempre, siempre, siempre, a la exclamación de un hombre cuando ve algo atrayente en una mujer (o a un hombre, tanto si es gay como si es mujer) y se refiere tanto físicamente, como oralmente, posturalmente o lo que sea, pero, hay que saber, entender y conocer que nuestro idioma español, que por cierto es el más rico del mundo, tiene tantas, tantas y tantas palabras, que a cada cosa se le puede aplicar la palabra o frase correspondiente sin necesidad de herir a nadie. Podemos emplear las palabras o frases en cada caso sin que se tenga que ofender. Desde luego que ese «me pone» no es de recibo en este caso, según yo lo veo, porque si alguien lo ve bien, entonces deberíamos emplear la palabra «cabrón» en una conversación, cuando lo normal es que al decirla se le insulta a quién se refiera la frase. Con el «me pone» ocurre igual que con la palabra altisonante que he descrito, pues se puede decir que quería indicar que es como el masculino de la cabra, cuando al decir «cabrón» nos referimos, perfectamente a dos cosas: haber hecho una faena a algo o alguien, o que se le diga que es víctima de una infidelidad y traga, o que es un tarado de tomo y lomo, etc, etc, etc. En este caso ocurrido en la Asamblea de Madrid protagonizado por un ex concejal del PP en Majadahonda desconocía el transfondo hasta que lo hube leído en el escrito de MJD Magazin. Una persona con creo que dice tener 51 años y que ha estado ubicado por estos andurriales políticos de Majadahonda debería saber emplear mucho mejor el idioma y aplicar en cada caso la palabra o frase correspondiente sin insultar si no procede. Y si procede, hay palabras más que suficientes en nuestro espléndido idioma para delimitar bien lo que se quiere decir. Usted, mi querido amigo Angel Alonso (es frase hecha) ha de reconocer que, como se dice vulgarmente, se ha salido de madre. O si prefiere, «ha metido el remo» o ha metido la pata hasta el corvejón. Mire si hay frases y palabras que indican lo mismo pero no es lo mismo que decir que «le pone». Le saludo atentamente, de verdad. 

A Babot y Estribor, la columna de José María Babot Vizcaíno sobre asuntos de Majadahonda

Y ES QUE TODO SIGUE IGUAL: EN DESORDEN. Paseo va, paseo viene y la ciudad de Majadahonda no es que siga igual, sigue a peor. Bien es verdad que el Ayuntamiento ha arreglado algo, como es la pulcritud de la enseña nacional. Ya no están sucias, como las tenía esta falsa alcaldesa, que promete pero luego no cumple, no ejerce, como diría un a persona «leída y escribida», como ocurrió cuando agarró el bastón de mando. Lo que dijo, y lo que ha hecho hasta ahora es nada de nada, pero tengamos paciencia, que en unos días, meses o antes de las elecciones municipales, habrá un lavado de la ciudad que no nos lo vamos a creer. A esto, si lo hace, como lo han hecho los anteriores alcaldes, yo le llamo hipocresía y falsedad supina. Y si no lo hace, pues ha cumplido con su mandato interior de no mejorar en nada a Majadahonda, después de habernos casi esquilmado nuestras arcas para llenar las suyas municipales con nuestros sudores. Ellos, la alcaldesa y sus acólitos, se han llevado unos salarios de tres pares de… narices, incluidos los de esos Judas que hay dentro del PP majariego. 

PARECE SER QUE EN EL INSTITUTO CARLOS III HAY MOVIMIENTO, no sé si para recortar los árboles que traspasan los lindes a través de sus vallas o que van a hacer obras. De momento han cercado con vayas opacas una gran metrada. Esperemos que lo hagan, aunque no creo tener ni pizca de razón, a no ser que aprovechen lo que van a hacer para adecentar ese trozazo de acera con árboles y yedras salientes a través de las vallas, que es de una cara que espeluzna. Dejo para más adelante mis tremendas quejas sobre los setos de Majadahonda, los parterres de la Gran Vía, las escalinatas para el Parque de Colón, etc, etc etc. Ya escribí que hay un refrán que dice, en catalán, «quan la burra no vol beure, ja pots xiular» (cuando la burra no quiere beber, ya puedes silbar), y esto es lo que nos pasa con nuestra alcaldesa, que no quiere arreglar los desperfectos de Majadahonda y por tanto, no cede, no da, no consiente… no la da la gana, hablando en plata. Y es que los setos no están igual, están bastante peor porque las yerbas crecen y crecen y no dejan de crecer. Y nosotros, los peatones, tenemos que sufrir las consecuencias de la dejadez de esta mujer que nos han puesto como mandataria municipal y que padecen también sus acólitos y seguidores majariegos. 

Majadahonda Magazin