«Resulta que, (no sé si será verídico o no, pero lo he leído) que de los concejales del PP, solo unas pocas personas viven en Majadahonda, y el resto lo hace en Madrid o en poblaciones cercanas. Entonces me pregunto si es verdad o no, porque puede ser una noticia errónea. Y si así fuera o fuese, el Grupo Popular debería solicitar un perdón o rectificación por dar noticias equivocadas. Sin embargo no lo hace, por lo que yo sigo en mis cavilaciones. Si lo leído, y escrito ahora por mí, tuviera visos de verdad, ahora me explico la nulidad de actuación en nuestra ciudad de unas personas que han puesto al mando y no hacen nada»

JOSE Mª BABOT VIZCAINO. (12 de mayo de 2025). Nuestra Catilina no se baja del burro. Hay que reconocer la valía que tiene esta señora alcaldesa de nuestra ciudad, y catalana para más señas. Y me está preocupando su terrible silencio y el no «far niente» («no hacer nada» en italiano) para subsanar las vejaciones que se han ido sucediendo en Majadahonda. Leyendo leyendo y buscando buscando he encontrado una posible de las razones por las que ni la alcaldesa catalana que tenemos y sus acólitos de partido, no hacen nada de nada por arreglar los desperfectos de nuestra ciudad. Resulta que, (no sé si será verídico o no, pero lo he leído) que de los concejales del PP, solo unas pocas personas viven en Majadahonda, y el resto lo hace en Madrid o en poblaciones cercanas. Entonces me pregunto si es verdad o no, porque puede ser una noticia errónea. Y si así fuera o fuese, el Grupo Popular debería solicitar un perdón o rectificación por dar noticias equivocadas. Sin embargo no lo hace, por lo que yo sigo en mis cavilaciones.

José Mª Babot Vizcaíno

Si lo leído, y escrito ahora por mí, tuviera visos de verdad, ahora me explico la nulidad de actuación en nuestra ciudad de unas personas que han puesto al mando y no hacen nada. ¿Qué amor o querencia han de tener unas personas que no viven en un lugar y han de trabajar para esa ciudad? La respuesta es bien sencilla y conocida por todos los majariegos y todo el mundo: Ninguna. Repito que si no es verdad, deberían pedir mil disculpas por ello, pero la mayoría, según se lee en sus curriculums, han residido y trabajado en sitios y puestos de Madrid capital o alrededores, por lo tanto cundo el río suena… Y esto no puede pasarnos a los majariegos. Todos los que les han votado han creído que eran unas personas majariegas por nacimiento o adopción y se supone que luchadoras por su ciudad. ¿Y qué está resultando?: que ninguna de ellas hace nada por Majadahonda por no tener un interés de ninguna clase, porque no tienen un vínculo con nuestra ciudad. Entonces ¿qué podemos esperar de la alcaldesa catalana y el resto de sus acólitos?

Pues lo que nos está sucediendo, que ni arreglan nada ni ponen el interés natural de mejorar y trabajar por una ciudad que debería estar mimada por las personas al frente de ella. Cada día que doy mis paseos habituales, me hierve la sangre al ver los setos, la parada del autobús, los grandes tiestos de nuestra Joya de la Corona (Gran Vía), etc, etc, etc. Parece mentira. Y el consistorio está callado como puertas. Sin embargo, la opción política de Majadahonda, hoy en ínfimas condiciones para combatir a los que tienen más concejales, ya se va haciendo un nombre y un hueco. Hoy sale en contestación a mis cartas una persona a la que le han arreglado algo, y ha manifestado, en la sección de Comentarios que para él solo hay una opción para las próximas elecciones, aquella compuesta por los que hacen algo por los majariegos. Y así ha de ser. Por tanto, majariegos, vigilad y mirad bien por las esquinas, no les vayan a engañar de nuevo. El caso es que Majadahonda se nos está cayendo por todos los lados ante nuestras propias narices, y los que tienen la obligación, –¡sí, la obligación!–, de arreglarla, están tumbados a la bartola. Y en estos casos, que son muchos, ellos solo están pensando y luchando por tener un mejor cargo, vaya Vd. a saber dónde, para ganar más y más dinero. ¡Vaya pandilla!

LO QUE NOS ESPERA. Viendo –después de mis innumerables ya– cartas escritas y publicadas la mayor parte de ellas, sobre lo destartalada que está nuestra ciudad, me veo incapacitado de creer que el Ayuntamiento que dirige este Consistorio se ponga manos a la obra y solucione los tan traídos y llevados setos, de la parada de autobuses, del jardín de la antigua Tesorería de la Seguridad Social, de la valla del Instituto Carlos III, de los parterres de nuestra Joya de la Corona, de los tiestos gigantes colocados para evitar asesinatos por los asesinos con los coches, del seto en la calle Velázquez, de las lindes del colegio Alegra, etc etc, etc… no veo la forma de que estos ediles sean capaces de arreglar los desaguisados existentes. Bien puede ser porque no son capaces de hacer algo bueno, bien puede ser porque la mayoría lo permite, empezando por la alcaldesa dictadora, que lo ha demostrado, que yo sepa, en un pleno, obligando a no denominar una situación, a un concejal que expresaba algo en castellano normal, y no dejarle decir «coche escoba«. ¡Vamos, es que no hay palabras para denominar la pobrísima actuación de la alcaldesa dictadora! Nuestra alcaldesa, para más Inri, obliga a estar callados como puertas a los demás ediles de su grupo, que esto, hasta cierto punto, es comprensible, ya que si la mayoría, o casi todos, no viven en Majadahonda, ¿qué narices van a luchar por Majadahonda? ¿Cómo van a tener apego a nuestra ciudad?.

Solo vienen aquí a trabajar en el Ayuntamiento por dos cosas, (una la supongo, no lo tengo seguro): la primera y es la que supongo, es que están colocados por la sede regional del PP en Madrid y aquí lo fatal cayó de pleno al darles su confianza. Y la segunda es por el vil metal, y desde aquí solamente luchan por obtener la gracia de su jefe para medrar y obtener una plaza de más monerris. Esto es lo que yo saco en limpio. Menos mal que, algunos de los que hacen comentarios sobre mis quejas-denuncias, aseguran que no volverán a caer en el timo que en Majadahonda les ha hecho el PP de aquí. Pero hay que luchar lo que se pueda para intentar lograr que esta alcaldesa foránea y sus acólitos, también foráneos, hagan algo para restablecer lo que se ha roto en Majadahonda, puesto que la oposición izquierdista y la de Vox ni piulan sobre esto. Tal es la dictadura que ha impuesto nuestra alcaldesa catalana. Nos espera pasar 2 años, más o menos, de apatía consentida por estos partidos. Solo veo que hay una opción política que, si alcanzan lo que tienen que alcanzar con nuestros votos, podemos llegar a muy buen puerto, aunque sea lentamente. Estoy seguro que irán arreglando lo que la alcaldesa dictadora y catalana destrozó, como hizo su antecesor. Sí, el que puso el letrero de Majadahonda en plena Gran Vía, y que no sirve de nada. Solo veo que esa opción que desempeñan ahora 2 concejales con trapío, sean los únicos capaces de ir arreglando lo que los otros han dejado que se rompa. Pensemos eso que dice el viejo refranero español: «de fuera vendrán que de tu casa te echarán«.

LA POSTURA DEL CONSISTORIO: GOBIERNO Y OPOSICIÓN. Me voy a referir, como siempre, y directamente al partido que manda. Sí, que manda, pero no ejerce, y, de refilón, a esa oposición voxista e izquierdista que parece que están de adorno, como un jarrón. Majadahonda está, cada día, en peores circunstancias, se va hundiendo lentamente, se quiera o no. Ya he comentado las palabras vanas y conquistadoras que nos dirigió la alcaldesa foránea y catalana el día de toma de su posesión del bastón de mando de alcalde. Todas vanas y falsas, porque está más que demostrado que no ha hecho (y lo más seguro es que no haga) nada de nada por reparar los desperfectos que hay en la actualidad y que no se han producido ayer, sino que vienen de algunos añitos atrás. ¿Y los concejales de su partido y el resto (menos dos)? Me parece recordar, y esto no se olvida jamás de los jamases, que cuando se me eligió como concejal de Sanidad en la población en que vivía, el alcalde de entonces, republicano y electo por Convergencia, quiso que jurara o prometiera, de viva voz y allí, a lo cual me negué (corría el año 1975). Solicité, con el consenso de los otros concejales, un crucifijo y una Biblia, los cuales los trajeron de inmediato ya que la iglesia está al lado del Ayuntamiento. Entonces juré y prometí, para que no quedaran dudas al respecto. 

Y aquí ¿qué se hace? ¿No hay nada ante lo que jurar o prometer? ¿Y si algún bobo dijera que lo hace «por mandato oficial», «imperativo legal» u otras tonterías similares, como se está haciendo potestativo en la izquierda y partidos similares?. El que no se atreve a prestar juramento o promesa ante algo serio, es de asegurar que su cometido no será de corazón, como es nuestro caso, y así nos va. Y si encima no es de Majadahonda ¿qué se les puede exigir a personas que no creen en el juramento y son foráneas?¿qué tengan la ciudad como los chorros del oro?. Les importa tres higas lo que nos pase en Majadahonda y a los majariegos, porque no tienen el contacto y sensibilidad que hay que tener para tenernos contentos y dejarnos nuestra ciudad como era antes. Ellos, todos los concejales foráneos, vienen a cumplir el expediente, firmar o pedir cuatro papeles a sus funcionarios, y a final de mes, ver su cuenta corriente a ver si se les ha pagado. Los concejales de este Ayuntamiento son la desdicha de nuestra ciudad, ya que no hacen nada por ella, salvo cuatro cositas de un colegio, de una pista, de un paseo o cosas que no tienen importancia relativa. Incluso, me atrevería a asegurar, que para alguna de esas cosas han de formar una comisión, o algo por el estilo, se reúnen, discuten, lo dejan para otro día y así van pasando sus cuatro años de ediles. No hay derecho a que estas personas que no sienten nada por nuestra ciudad sean los que tampoco hagan nada después de una promesa o jura, desde la alcaldesa con sus falsedades de la toma de posesión hasta su último acólito, sin dejar de lado a los voxistas ni a la izquierda recalcitrante, que ni piulan. Las cosas se demuestran con hechos, no con silencios o excusas vanas.