«Pido al Ayuntamiento de Majadahonda que reparen la injusticia que supone que una ciudad bien dotada económicamente no disponga de piscina pública. Miren a Las Rozas, miren, miren. Pero queremos nadar (y guardar la ropa) donde vivimos y pagamos impuestos»

VICENTE ARAGUAS. (8 de febrero de 2025). Ahora se llama Go Fit. Mientras no lo frecuentaba (ahora voy prácticamente todos los días; necesito nadar y –naturalmente– guardar la ropa) oía hablar de “El Físico”. Que tal y cual, que si abre a horarios amplísimos, que si la piscina es de 25 metros y con un montón de calles (o carriles, hay quien dice). Ahora que sí estoy yendo, desde el 6 de diciembre pasado, en que vi cómo se clausuraba mi gimnasio de los últimos 25 años, el Muladhara, creo que tengo ya un cierto criterio para opinar. No, no voy a hacer publicidad alguna, tampoco contrapublicidad; me acojo a aquella sección de “La Codorniz”, no sé si recuerdan, “esto es de “La Codorniz”, decíamos ante algo rematadamente chusco. O bien, “eres de “La Codorniz”, ante un amigo o familiar, cómico o excéntrico. Pero pienso que tengo ya material como para emitir un juicio sobre la cuestión natatoria en el “Go Fit” majariego. Y es que yo no voy a otra cosa. En lo que difiero de la mayor parte de mis consocios, más bien de máquinas, halterofilias y esas cosas que planchan los cuerpos (que los dejan “planchones”, como decíamos en mi pueblo a los esbeltos, a los que “planchan”, sí). Vaya también por delante que yo venía, ¡y cómo echo de menos aquel ambiente!, de un gimnasio de lo más familiar, donde aun teniendo unos 500 asociados no faltaban los saludos, el preocuparse los unos por los otros y todas esas cosas que hacen la vida más grata.

Vicente Araguas

“GO FIT”, CUIDADO, LIMPIO, HIGIÉNICO POR LO TANTO, ES COMO UN SUPERMERCADO DEL DEPORTE, un hormiguero o colmena (no como las de Camilo José Cela, que la posguerra queda muy lejos, aunque yo venga casi de ella) en los que no somos nadie. La verdad es que yo saludo, por formación humana y deformación profesional, –de la docencia solo me apartará la inevitable (¡quita, quita!)–. En cuyo caso encuentro respuesta, y no siempre. En el “Go Fit”, digo. Vale, somos tantos, y aun así, sostengo que la cortesía es don de los elegidos. Cierto que si me dirijo a quienes trabajan en “Go Fit” hallo respuesta, pero sin excederse. Algo, creo, mejorable. Pero sería injusto si no citase al monitor de piscina, Javier, un “crack” de la afabilidad, cortesía y eficacia. Gracias, amigo.

«Sería injusto si no citase al monitor de piscina, Javier, un “crack” de la afabilidad, cortesía y eficacia. Gracias, amigo.»

Y AHORA VAMOS A LAS INSTALACIONES DE AGUA. Dejando atrás unos vestuarios impecables (los maquinistas, los halterófilos, disponen de toallas que van, luego de utilizadas, a unos contenedores “ad hoc”, los nadadores llevamos la propia, yo, al menos, junto con el gorro y las chanclas preceptivos), con la “llave” que te entregan al ingresar, y una vez pagado el primer mes (los que vienen después vía banco). El precio, normalito, con descuentos para “nuestros mayores”, esa fórmula eufemística y patética de cuando la covid, mientras los “ancianitos” (soy uno de ellos, insisto) morían, alguno en la mayor de las desatenciones, y los “comisionistas”, de un bando y del otro, ¡vergüenza!, se forraban. Pero “Go Fit” sí nos atiende.

«Miércoles y jueves por la tarde, esos días no tengo otra opción, hay cursillistas pequeños, niños, y los mayores quedamos relegados a 3 o 4 calles, donde hay más gente que en las trincheras de la Batalla del Somme».

UNA PEGA: LA PISCINA, ÓPTIMA. PERO MIÉRCOLES Y JUEVES POR LA TARDE, esos días no tengo otra opción, hay cursillistas pequeños, niños, y los mayores quedamos relegados a 3 o 4 calles, donde hay más gente que en las trincheras de la Batalla del Somme. Ojo con las aglomeraciones, me parece, que se puede morir de éxito. Esto es un oxímoron. Del mismo modo que deporte y salud conforman pleonasmo. Al tiempo, y voy acabando, que pido al Ayuntamiento de Majadahonda que reparen la injusticia que supone que una ciudad bien dotada económicamente no disponga de piscina pública. Miren a Las Rozas, miren, miren. Pero queremos nadar (y guardar la ropa) donde vivimos y pagamos impuestos. En tanto, bien por “Go Fit”, hechas las salvedades oportunas. Que antes era “El Físico” y ahora se llama “Go Fit”. Como aquel “Mister Proper” que ahora se llama “Don Limpio”, Y bien limpio que está el “Go Fit”. Sí.

Majadahonda Magazin