El Centro de Mayores Reina Sofia de Majadahonda, acoge todos los viernes, a partir de las 5 de la tarde, a unos 80/100 mayores que van a quemar su tiempo con un Bingo bastante rudimentario: en pleno siglo XXI, con la Inteligencia Artificial y el último invento del generador de imágenes mediante la palabra, liberan una bola encallada con una aguja de tejer

MIGUEL SANCHIZ. Viernes, 23 de febrero (2024). El 70. ¡Bingo!. El alegrón es de un mayor que ha rellenado al completo su cartón del Bingo Social, que además ayuda a la lucha contra el Alzheimer, según un artículo del American Journal of Alzheimer’s Disease and Other Dementia. Y es que el Centro de Mayores Reina Sofia de Majadahonda, acoge todos los viernes, a partir de las 5 de la tarde, a unos 80/100 mayores que van a quemar su tiempo con un Bingo bastante rudimentario. Veamos: el cartón cuesta 0,20 € y hay que adquirir uno por 2,00 € que vale para las diez partidas de Bingo que se juegan durante la sesión. Los cartones se entregan boca abajo. No se pueden elegir. Pocos quieren el cartón del 13 y muchos aspiran al del 90. Dos encantadoras damas, Nieves y Teresa, se ocupan generosamente de la venta de los cartones, la entrega de las fichas para cubrir los números de cada cartón, (en casi todos los casos, en botes de omeoprazol) y el reparto de la recaudación para los premios que se producirán a lo largo de la sesión: premio a la línea, normalmente entre 6 y 10 euros y premio al Bingo, aproximadamente 20 /21 euros.


Miguel Sanchíz

Ademas, Nieves y Teresa completan su generosa actuación extrayendo las bolas de los números del bombo que gira permanentemente –hasta que se atasca la bola y hay que liberarla mediante una aguja de las de tejer– cantando a viva voz esos números, comprobando los acertantes, también a viva  voz, y procediendo al pago de los premios alcanzados. He señalado que es un bingo rudimentario porque en pleno siglo XXI, con la Inteligencia Artificial y el último invento del generador de imágenes mediante la palabra, aparecido la pasada semana, liberar una bola encallada con una aguja de tejer suena a broma de Woody Allen. En el Centro de Mayores de Las Rozas celebran dos días a la semana, miércoles y sábados, similares sesiones de Bingo a idénticos precios y premios, siempre a tenor de los participantes que, suelen ser los mismos de Majadahonda. Aquí todos se conocen y llevan un control amistoso de quienes han ganado la Línea o El Bingo. No hay trampa aunque sí haya cartón.


Investigaciones científicas han demostrado que las medidas farmacológicas (medicamentos) pueden mejorar las capacidades cognitivas y funcionales de los pacientes con Alzheimer, pero pueden provocar también efectos secundarios inaceptables.

En «El Baile«, así se llama el Centro de Mayores de Las Rozas, el Bingo resulta más cómodo gracias a un aparato electrónico que extrae las bolas y las canta, a la vez que en dos pantallas electrónicas aparecen los números extraídos, con lo que resulta más tranquilizador para los jugadores a quienes, con alguna frecuencia, les traiciona el oido y lo compensan con las magnificas pantallas electrónicas. Este fantástico sistema electrónico tiene un coste aproximado de 1.400 €, que compensa con creces la comodidad del Bingo. Pues bien: los mayores de Majadahonda lo han solicitado a través de la Presidenta del Centro de Mayores Reina Sofia, según mis noticias pero llevan 6 meses aguardando una respuesta Me da que pensar que los servicios sociales del Ayuntamiento de Majadahonda, o no tienen noticia de la petición o se han olvidado. O quizás sean ellos los que olviden que, a pesar de su silencio, que también tiene un límite, los mayores majariegos también votan. Seguimos para Bingo. *Un estudio evalúa el efecto terapéutico del juego de Bingo como estimulación cognitiva, versus actividad física diaria, sobre la memoria a corto plazo, la concentración, la recuperación de palabras y el reconocimiento de palabras. 50 sujetos de 6 centros comunitarios de atención diurna para adultos en Long Island (EE.UU) mostraron que la estimulación cognitiva mejoró el rendimiento en la Prueba de Nombres de Boston y en una Tarea de Reconocimiento de Listas de Palabras. La intervención física, sin embargo, no alcanzó significación estadística. Por tanto, una actividad cognitiva sencilla como el bingo puede resultar de gran valor para el tratamiento diario de los pacientes con Alzheimer.

Majadahonda Magazin