LIDIA GARCIA. Aumenta la indignación entre los vecinos de Majadahonda por la decisión del Ayuntamiento cerrar al público los locales de «Cerveza Majariega«, la única empresa artesanal de producción que tenía la ciudad y una de las incipientes industrias que estaba siendo muy valorada en el sector. Y parece ser que el alcalde, los concejales y funcionarios desconocían el proceso. Los comentarios se suceden en todos los foros de opinión de la ciudad mientras el pacto PP-Vox guarda silencio y aguanta el «chaparrón», pero no se baja del burro: hay que cerrar el negocio a los clientes aunque cueste empleo o incluso ingresos por impuestos. «Cerveza Majariega«, sin embargo, cree que todo es un malentendido y ya ha declarado a la periodista Ana Cañizal en la revista «El Hedonista» que poseen «todos los permisos de producción en regla y abastecen a los bares locales» aunque reconocen con humor que el camino no es «nada fácil, muy parecido a atravesar Mordor», en alusión al país ficticio que creó el escritor británico J. R. Tolkien en «El Señor de los Anillos» y «El Silmarillion». «En el Ayuntamiento desconocían el proceso y pensaban que producir cerveza podía resultar ruidoso, emitir olores… Nada más lejos de la realidad. «Es lo más parecido a hacer una infusión. Esto es como quien tiene un obrador, un proceso de calentar, enfriar y esperar la fermentación, nada más«, declara Sergio Martínez, el joven emprendedor que ha creado la idea desde Majadahonda.


Ana Cañizal

La propia periodista Ana Cañizal tiene que explicar la injusticia cometida con Cerveza Majariega: «fabricar cerveza artesanal es una actividad respetuosa con el medio ambiente. Y más en este caso. Después de la producción queda un residuo. El bagazo de la cerveza es un producto de sabor agradable, rico en proteínas, sin alcohol», que los hermanos Sergio y Adrián Martínez se encargan de llevar a las ovejas de Majadahonda en el Monte del Pilar. «A ellas les encanta. Es otro tributo a las inspiradoras de la marca Majariega. La vuelta a los orígenes», concluye Ana Cañizal en el reportaje sobre una pequeña empresa que ha levantado sin pretenderlo una inusitada polvareda simplemente por emprender una actividad claramente ecológica y respetuosa con el medio ambiente.

 

Majadahonda Magazin