«Antes las Fiestas, como no había urbanizaciones y era todo campo, ponían tanto los chiringuitos de comida y bebidas como los conciertos enfrente del hotel Majadahonda. Había mucho menos despliegue que últimamente. Al trabajar, yo no iba mucho, mis hijos adolescentes eran los que las esperaban con verdadera ilusión»

MIGUEL SANCHIZ. (22 de septiembre de 2024). Bienvenidos de nuevo a la sección de Gente Maja que se Moja. Hoy tenemos el privilegio de hablar con una mujer excepcional, María del Rosario Rodríguez Naveda, para los amigos «Charo«. Funcionaria jubilada, madre de tres hijos y abuela de cinco nietos, ha vivido en Majadahonda desde 1979, formando parte de la historia y la vida cotidiana de este maravilloso municipio. Además de su familia, hay muchas facetas en su vida que la hacen única. María del Rosario es una lectora incansable, una mujer culta y con una mente preparada para afrontar los retos que la vida le ha puesto. Es una persona muy querida por sus amistades y ha sido una figura muy activa en el Centro de Mayores de Majadahonda, donde ha encontrado un espacio para seguir creciendo y aprendiendo. Allí ha desarrollado un gran interés por la grafología, participando en cursos que le han permitido expandir sus conocimientos en esta fascinante disciplina. Pero su curiosidad y ganas de aprender no se quedan solo en la grafología. Charo, también es una apasionada nadadora, encontrando en la piscina no solo un espacio para mantenerse activa, sino también para relajarse y despejar la mente. Charo, es majariega y «Merengue» (del Real Madrid). Este año está especialmente ilusionada con las Fiestas de Majadahonda. Después de tantos años, una oportunidad de reencontrarse con amigos, disfrutar de la cultura local y vivir intensamente el ambiente festivo de su querido municipio. ¡Démosle una cálida bienvenida a María del Rosario Rodríguez Naveda, «Charo», para todos.


Miguel Sanchíz

Charo, para comenzar, cuéntenos un poco sobre su llegada a Majadahonda en 1979. ¿Cómo ha cambiado el municipio desde entonces? –La Majadahonda de entonces no tenia nada que ver con la que tenemos hoy en día. Cuando llegué había muy pocas urbanizaciones, la mía fue una de las primeras, todo era campo, la Gran Vía no era peatonal, se podía aparcar con el coche delante de las tiendas, no existía el parking subterráneo, era todo mucho más familiar. Yo al principio estuve a caballo entre Arguelles, donde estudiaban mis hijos y Majadahonda. Ellos esperaban venir aquí los fines de semana con verdadera ilusión, tenían su grupo de amigos aquí, montar en bicicleta era su pasión, había muy pocos coches. Iban por lo que ellos llamaban “los montes”, que luego han sido las nuevas urbanizaciones. Irnos los domingos me suponía una discusión con ellos y había semanas que salíamos temprano los lunes para ir directos al colegio y yo a trabajar.

LA FAMILIA. Sabemos que tiene 3 hijos y 5 nietos. ¿Cómo ha sido la experiencia de criar a una familia tan grande en Majadahonda? ¿Qué valores ha tratado de inculcarles? –Hemos sido una familia muy unida, yo me crié en un entorno familiar, en el cual estábamos muy pendientes unos de otros. Mi madre fue un pilar muy importante en la educación de mis hijos, siempre estaba muy pendiente de nosotros, para mí fue un gran apoyo. Al trabajar, yo tenía la tranquilidad de poder contar con ella y mis hijos la adoraban, tanto a ella como a su hermana Mercedes. Nunca les podré agradecer lo suficiente lo que se implicaron en la educación de mis hijos. A ellas les debemos mucho de lo que somos ahora. Es una lectora empedernida. ¿Qué géneros literarios le apasionan más? ¿Hay algún libro o autor que haya marcado un antes y un después en su vida? –La verdad es que toco varios géneros literarios, me encantan los temas de misterio, policiacos, aunque a la novela histórica le doy una prioridad absoluta, tanto Santiago Posteguillo como Ildefonso Falcones me fascinan y devoro sus libros desde muy joven. Ahora, por comodidad y solo por comodidad, he pasado al libro electrónico, pero no es comparable con el otro… su olor, poder subrayar lo que te va dejando poso… pero poder agrandar la letra, no pesa, y si vas de viaje, no abulta nada y puedes llevar muchos libros en él, me hizo pasar a lo digital.

LA LITERATURA Y LA GRAFOLOGÍA. ¿Hubo un libro o autor que marcara un antes y un después? –Pues quizá sí… creo que J.J. Benítez con sus “Caballos de Troya” fueron unos de los que consiguieron que no pudiera prescindir de la lectura, por muy cansada que estuviera. Hoy día Julia Navarro es una de mis escritoras preferidas, he leído todos sus libros y ninguno me ha defraudado. También Paloma Sánchez Garnica y he descubierto últimamente a Pedro Simón con su libro “Los ingratos”, otro de mis escritores favoritos… Javier Castillo, Mikel Santiago, Santiago Díaz... De Carmen Mola me gusto mucho “La novia gitana”, fue el primero, luego ya me decepcionó bastante aunque tiene grandes seguidores. En el Premio Planeta salió a relucir que bajo ese seudónimo estaban 3 escritores: Jorge Díaz, Agustin Martínez y Antonio Mercero. Podría seguir y seguir… Además de la lectura, tiene un gran interés por la grafología. ¿Qué le atrajo de esta disciplina? –La Grafología me ha brindado una nueva manera de entender la personalidad y las emociones humanas a través de la escritura. Algo que disfruto, profundamente.

EL CENTRO DE MAYORES Y EL BINGO. Es una gran aficionada a la natación. ¿Qué le aporta este deporte a su vida y cómo lo integra en su rutina diaria? –La natación siempre ha formado parte de mi vida desde muy pequeña. Después, con los años, aparte de venirme muy bien para todo, es un relax para mí, salgo nueva y duermo mucho mejor. Desde que la piscina de Huerta Vieja no funciona la echo mucho de menos. Ahora tengo que ir más lejos para nadar. El Centro de Mayores Reina Sofia ¿qué papel ha jugado en su vida durante su jubilación y qué actividades son las que más disfruta allí? –Cuando te jubilas, aunque salgas y hagas viajes, dejas mucho de socializar, y eso para mí es muy importante. Encontré en este Centro una forma de seguir haciéndolo. Una de las actividades es un bingo, muy divertido, al que acudimos muchos mayores, y que además pienso, nos viene muy bien para seguir ejercitando nuestra cabeza. Cuando acaba el curso escolar, a finales de junio, se cierra, y hasta que no terminan las fiestas de Majadahonda, que es a finales de septiembre, no lo vuelven a poner en funcionamiento. Esos tres meses se nos hacen terriblemente largos ya que este año empieza el 4 de octubre. Larga espera, para los que disfrutar de la distracción, es muy importante.

LA PISCINA DE HUERTA VIEJA Y LA ESTACIÓN DE TREN. María del Rosario, como majariega desde hace más de 40 años, ¿qué significado tienen para usted las Fiestas de Majadahonda? –Antes las fiestas, como no había urbanizaciones y era todo campo, ponían tanto los chiringuitos de comida y bebidas como los conciertos enfrente del hotel Majadahonda. Había mucho menos despliegue que últimamente. Al trabajar, yo no iba mucho, mis hijos adolescentes eran los que las esperaban con verdadera ilusión. Este año sí he ido y la verdad es que no he podido disfrutar más. El desfile de drones me ha encantado y la gente que tiene mascotas las ha aplaudido, pues no han sido ruidosas, como con los fuegos artificiales. Charo, ¿que es lo que más lamenta de ese Majadahonda que tanto ama? Lo que le molesta y entristece. –En primer lugar siento enormemente el no tener en funcionamiento la piscina de Huerta Vieja. Allí he ido a mi gimnasia en el agua y a nadar. Teniéndola tan cerca, echo mucho de menos no poder ir. Me espanta como está la estación de tren de Majadahonda, sucia, las escaleras mecánicas no funcionan, la de subida que es cuando mas interesa, y la inseguridad que hay si tienes que coger el coche un poco tarde en el parking. También me entristece el gasto excesivo del Ayuntamiento en estas fiestas, con las necesidades que tenemos hoy en día.

EL MERCADO MEDIEVAL, LOS TOROS Y EL DESFILE DE DRONES. Este año en particular, ¿hay algún evento o actividad que le llame la atención o que le haga especial ilusión? –Me encanta el Mercado Medieval, pasearme entre sus puestos en la Gran Vía, y siempre encuentro algo… Los toros no me gustan, pero aún a riesgo de repetirme, me ha encantado el desfile de drones, es cierto, que las cosas caras, a veces son muy buenas. Pero siempre es preferible renunciar al lujo en beneficio de los que más lo necesitan ¿Qué es lo que más agradece o celebra en estas fiestas?. –Es una gran alegría ver a nuestros vecinos, encontrarnos con ellos, ver cómo disfrutan y como nosotros socializamos. Al jubilarme, valoro mucho más estos eventos, tengo más tiempo, y quiero no perder nada de tiempo. “Me apunto a un bombardeo” y quiero seguir así muchos años y disfrutar en compañía de todos, familia, amigos y cómo no, mis vecinos. Y, sobre todo –si me permite un consejo para los lectores mayores–: la ilusión. Tener ilusión es el mejor remedio para vivir muchos años. Miguel Sanchiz: Ha sido un verdadero placer conversar con usted, María del Rosario. Agradecemos de corazón que nos haya compartido sus vivencias y reflexiones. Estamos seguros de que su historia ha inspirado a muchos. Le deseamos que haya disfrutado de lo mejor en estas Fiestas de Majadahonda 2024 y en todo lo que emprenda. ¡Gracias por su tiempo y por ser un ejemplo para todos nosotros!

 

 

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