¿Cómo superar el miedo al fracaso y aprender de los errores?

Todos los días estamos expuestos a fracasar, es un hecho que existe una posibilidad latente de intentar algo y que las cosas no salgan como deseamos, pero no podemos vivir con el miedo constante a fracasar; ¿qué pasa si tenemos éxito? Seguiremos avanzando y tendremos la fortaleza para trabajar más y buscar nuevos retos. El fracaso y el éxito son como los juegos de azar; dentro de un centro de apuestas como Magico Casino, girar una tragamoneda puede terminar en victoria o una pérdida.

El miedo al fracaso es conocido como “Aquitofobia”, que se define como el temor irracional o extremo de fallar y cometer errores al momento de ejecutar una acción o al tomar una decisión. Por lo general, las personas suelen responder de dos maneras a este tipo de emoción:

  • Genera una respuesta de evitación: el individuo evita realizar cualquier actividad asociada a la situación principal a resolver. En otras palabras, evita cumplir su compromiso por miedo a fallar.
  • Genera una respuesta de sobrecompensación: el individuo impone una actitud de sobreesfuerzo constante, donde es posible dejar de realizar otras actividades importantes, por realizar una sola y así tratar de evitar el fracaso.

Ambas situaciones suelen generar angustia, ansiedad y estas emociones a largo plazo pueden transformarse en depresión.

Superar la atiquifobia no es un mito: ¡aprenda a superar sus miedos!

El miedo al fracaso puede ser controlado, y existen herramientas que ayudan al individuo a realizar las actividades que le corresponden, aun sintiendo algo de temor. Lo importante no es paralizarse, no limitarse por algo que no ha sucedido, porque muchos sujetos, ni se atreven a intentarlo. Para iniciar, puede seguir los siguientes pasos:

Inicia rechazando la dicotomía

Así como existe un arcoíris, la vida está llena de matices, no todo es blanco y negro, no todo funciona a la perfección y no todo termina tan desastroso, incluso en medio del desastre se encuentran respuestas para superar los obstáculos.

Lo importante al dar el primer paso, no es hacerlo perfecto, es dar tu mejor esfuerzo para que las cosas salgan bien, y debes sentirte orgulloso por dar lo mejor de ti. Es distinto cuando en el fondo sabes que realmente no te has propuesto a dar tu máximo esfuerzo.

No juegue a adivinar su futuro

Es imposible saber con certeza qué prepara el futuro, por tal motivo no podemos anticiparnos a cómo se van a suscitar las cosas. No tenemos la respuesta para saber si nuestras acciones lograrán el éxito o será un fracaso. La mejor alternativa es intentarlo y dar lo mejor de sí mismo, porque al final del día quedará la satisfacción de haberlo intentado; de los errores se aprende mucho más que de una victoria.

Proceso de entrenamiento con instrucciones autodirigidas

Es una técnica que es empleada en las sesiones de terapia cognitiva, que consiste en darse a sí mismo una serie de pasos; funciona como una conversación consigo mismo, donde se pretende sustituir los pensamientos negativos, para transformarlos en pensamientos más fructíferos. Algunos ejemplos, para tener una idea más clara, son:

  • ¿Qué debo hacer?
  • ¿Cuál es mi objetivo principal?
  • ¿Qué pasos podrán alcanzarme al éxito?
  • ¿Si un paso falla, qué puedo hacer para compensarlo?

Finalmente, en este tipo de terapias es necesario consolidar los pensamientos positivos, tales como: “todo va a salir bien”, “he conseguido terminar este proyecto”, “me equivoqué, pero puedo mejorar”, “todos nos hemos equivocado alguna vez, pero puedo hacerlo mejor y eso cuenta”.

El “no puedo” debe evitarse

Los pensamientos negativos son un arma que atenta con nuestra moral y con nuestra autoestima. El “no puedo” nos nubla el abanico de posibilidades que tenemos para lograr un objetivo, no nos permite ver el resto de opciones que tenemos a nuestra disposición.

Los pensamientos tienen poder en nuestro cerebro, envía una señal al interior y hace que la maquinaria de pensamientos libres y creativos se bloquee, se forma una especie de cortina de humo, que bloquea las ideas. Es mejor sustituir el “no puedo”, por “creo en mí y puedo hacerlo”, ya que otros lo han logrado, así que “yo, sí puedo”.

Metas realistas y pedir ayuda

Todos los pensamientos positivos, así como las palabras de afirmación, deben ir acompañados de metas realistas, evitando la autocrítica excesiva. Debemos tener claro que si en nuestro campo somos ingenieros, no podemos aspirar a realizar una cirugía; todos tenemos capacidades en el área en la que hemos sido formados.

Evitar el autosabotaje, la procrastinación son claves y si no puede manejar este tipo situaciones, lo mejor es pedir ayuda profesional, porque no todo es posible manejarlo solo, necesitamos una red de apoyo, que puede iniciar con amigos, el grupo familiar, pero no siempre es suficiente, es allí que la ayuda de un experto es clave.

En conclusión, es imposible no experimentar el temor, pero vivir encadenado a ello, es una barrera que nos imponemos y que nos limita de crecer, de superarnos y de ser exitosos en todas las etapas de la vida.

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