JULIA BACHILLER. Durante el último pleno del Ayuntamiento de Majadahonda celebrado este jueves 28 julio (2022) fue aprobada la propuesta del Grupo Municipal Ciudadanos en la que se solicitaba “permitir a los vecinos realizar ruegos y preguntas de viva voz al finalizar el pleno y responder en tiempo y forma a las realizadas por los grupos políticos”. La iniciativa recibió los votos a favor del Partido Socialista e incluso de Vox, socio de gobierno del PP. La exposición de la moción corrió a cargo de la concejal Ángela López (Cs), quien comenzó recalcado la importancia del derecho de participación de los vecinos en las instituciones públicas, ”en concreto y particularmente en el pleno del Ayuntamiento”, para seguidamente plantear la siguiente cuestión: “¿Qué ha pasado en esta legislatura?”, otorgando la siguiente respuesta en su consideración: “todo empezó muy bien, subsanando incluso cualquier inconveniente para la participación de los vecinos en el pleno, pero según avanzaba la legislatura la crítica también se manifiesta. Y la desacertada gestión sobre el polideportivo Huerta Vieja fue el desencadenante de esta censura a los vecinos”. Para finalizar, la concejal naranja recordó: “Debemos hacernos eco de las reclamaciones y demandas de los vecinos, no podemos vulnerar el derecho de participación ciudadana» porque «dentro de 10 u 11 meses sí estaremos llamando a las puertas y reclamando votos”. Por su parte el concejal de Vox, José Rodríguez, de nuevo breve en su turno, tan solo manifestó el voto a favor de su partido, y finalizó con una propuesta: “hay que cambiar el Reglamento Orgánico Municipal” (ROM).
David Rodríguez (PSOE) achacó esta situación a una “decisión del alcalde de cambiar las reglas de juego”, motivado por el “aumento de las voces críticas hacia su gestión”. Seguidamente mandó este mensaje al primer edil: “En política, pretender vivir permanentemente con la foto, el twit y el uso de la revista municipal para permanentes reportajes fotográficos, publirreportajes y álbumes de fotos del alcalde, hace que ustedes se instalen en una realidad paralela. Y por eso no quieran implementar cualquier cauce de participación ciudadana, impidiendo hablar a los vecinos en este pleno, algo que consideramos normal y democrático”. Por último, finalizó tachando este proceder del alcalde como un “error descomunal, del cual está a tiempo de rectificar”, por lo que solicitó “voz y respeto a los vecinos y vecinas de Majadahonda”.
Una vez más el concejal Ángel Alonso (PP) fue el encargado de «limpiar» el proceder del alcalde, algo que minutos después haría con su compañera de partido Marina Pont (PP) a propósito de la solicitud de reprobación de su gestión. Alonso comenzó diciendo que “cualquiera que leyese su moción diría que no hay turno de ruegos y preguntas del público en el pleno de Majadahonda”, para seguidamente recurrir a esa habitual estrategia de ataque basada en la comparación con otro municipio, utilizando en esta ocasión a Valdemoro, lugar donde gobierna el partido Ciudadanos. En su consideración la manera adoptada por el alcalde en el turno de ruegos y preguntas de los vecinos evita el “asamblearismo participativo”, algo a lo que a su juicio se estaba convirtiendo este momento del pleno. A ello añadió: “Los que somos liberales de verdad creemos en la seguridad jurídica y en el cumplimiento de la norma, y eso es lo que se hace en el turno de ruegos y preguntas de este pleno. Por tanto, la participación de los vecinos está garantizada”. Para finalizar, realizando otro símil difícil de entender, afirmó que ”no hace falta esperar al pleno para efectuar preguntas”, ya que en su opinión la participación ciudadana se ve reflejada en los siguientes ejemplos: “la Comisión de Fiestas, la presentación de la campaña «Vacaciones Seguras», o la de incendios, o los «desayunos con el alcalde”.
OPINION. Contra pronóstico, triunfó por mayoría plenaria la moción que obliga al alcalde a darle voz a los vecinos en los «ruegos y preguntas» del pleno pero llegado el turno una vez más se perdió la oportunidad de aceptar una derrota con «fair play» y acatar una votación democrática. Lo que ocurrió fue todo lo contrario: las cuestiones que en esta ocasión se le presentaron al primer edil tuvieron una lectura y respuesta lo más rauda posible que pudo. Nada nuevo bajo el sol. Una vez más, quedó patente el desinterés hacia los vecinos por parte del alcalde, ya que ni permite sus intervenciones y el tiempo que les dedica resulta escaso por no decir ínfimo, si medimos la duración de este turno con respecto a la totalidad del pleno. Para mayor agravio, no solo continuó aplicando la censura vecinal sino que además el alcalde sigue cortando la emisión televisiva de esta parte del pleno para que ni siquiera puedan conocerse las preguntas de los vecinos antes incluso de su despedida. Así las cosas, habrá que esperar al mes de septiembre (se baraja un pleno extraordinario en agosto pero en estos no caben los «ruegos y preguntas») para comprobar si José Luis Alvarez Ustarroz sigue en sus trece o acepta el resultado de la votación. Y también para observar si la actitud de los otros 3 partidos (Cs, PSOE y Vox) que se lo pidieron al PP es reclamar el cumplimiento de la iniciativa o por el contrario mirar para otro lado.
A buenas horas, mangas verdes, se dice.