
Científicos han desarrollado un profiláctico del futuro, capaz de alertar sobre la presencia de enfermedades de transmisión sexual y el preservativo femenino hace furor en Argentina: «Tiene siglos de Historia y es una barrera sencilla que protege sin separar. Es símbolo de salud, responsabilidad y confianza».
MIGUEL SANCHIZ. (Majadahonda, 26 de agosto de 2025). Ingenios Invisibles: El preservativo: la barrera que protege sin herir. Tan ligero como una envoltura, tan fuerte como una promesa. El preservativo –también llamado condón– es una de las invenciones más simples y eficaces de la historia médica y social. Protege de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Pero también representa autonomía, responsabilidad y respeto. Una revolución silenciosa: El preservativo ha sido una herramienta de libertad sexual, especialmente desde los años 60. Durante la pandemia del SIDA, fue símbolo de prevención y vida. Hoy sigue siendo esencial en campañas de salud pública y educación sexual.

Miguel Sanchiz y sus Encuentros con la Historia que este verano se transforman en «Ingenios Invisibles»
Variedad, discreción, eficacia: Los hay de sabores, colores, texturas, con o sin lubricante. Su eficacia supera el 98% con uso correcto. No requiere receta ni intervención médica. Es prevención al alcance de todos. Desigualdades y educación: En muchos países aún existen tabúes o falta de acceso. Promover su uso es promover el derecho a decidir sobre el propio cuerpo. Su invisibilidad, a veces forzada, es parte del problema. Orígenes antiguos, usos modernos: En Egipto y Roma ya existían formas rudimentarias de preservativos hechos con vejigas animales o lino. En el Renacimiento, se documentaron métodos más elaborados. En el siglo XIX, el caucho vulcanizado permitió la producción industrial. El siglo XX, con el látex, los hizo desechables, cómodos y accesibles. Historia: En la década de 1500, una epidemia de sífilis se extendió por toda Europa, necesitando algún tipo de protección.

El primer preservativo del que se tiene registro fue vaginal e interno: era la vejiga de cabra que se colocaba en la vagina para evitar el paso del semen. El 96% de las mujeres que lo ha probado en Argentina lo recomendaría a otras personas, según un estudio
GABRIEL FALLOPIUS INVENTÓ UNA FUNDA DE LINO QUE HARÍA EL TRABAJO. Después de un tiempo, los usuarios se dieron cuenta de que la vaina tenía un efecto secundario inesperado: también evitaba el embarazo. Más tarde, en el mismo siglo, las fundas de lino se empaparon en un producto químico espermicida y se dejaron secar antes de usarlas, lo que aumentó su efectividad como control de la natalidad y creó los primeros condones espermicidas. La palabra «condón» apareció por primera vez alrededor de 1700 cuando se usó en un poema. Hay muchas teorías sobre el nombre. Entre ellos: que era el apellido del médico personal de Carlos II de Inglaterra (quien prescribió la funda como una manera para que el rey evite engendrar demasiados hijos ilegítimos) o que «condón» es la palabra latina para «receptáculo», pero el origen definitivo del nombre del condón sigue siendo un misterio.
LA TECNOLOGÍA LLEGÓ AL RESCATE. En 1839, el descubrimiento de la vulcanización del caucho por Charles Goodyear permitió que los artículos de caucho se produjeran a bajo costo en grandes cantidades. A fines del siglo XIX, los condones se conocían comúnmente como «gomas». Sin embargo, no todo fue fácil para la industria del condón, que ahora está en rápido crecimiento. En 1873, el Congreso de Estados Unidos aprobó la ley de Comstock que prohibía el envío de información anticonceptiva y limitaban la disponibilidad de condones, aunque su fabricación y venta seguían siendo legales.

Imagen de la colocación de un preservativo gigante sobre una fuente en el centro de Konin (Polonia), como tributo al inventor del primer condón de látex, el polaco Juliusz Fromm, el 4 de marzo de 2011.
EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL, LOS SOLDADOS DE TODO EL MUNDO NECESITABAN PROFILÁCTICOS. El ejército alemán fue el primero en promover el uso del condón, seguido de cerca por otros militares estadounidenses y europeos. Desde poco antes de 1900, hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, casi todos los condones usados en Europa fueron importados de Alemania. Durante la guerra, dos compañías estadounidenses se convirtieron en los principales proveedores de las tropas aliadas, Julius Schmidt, Inc., y Youngs Rubber Company. Julius Schmidt llamó a sus marcas de condones Sheik y Ramses. En 1920, Youngs Rubber Company, fundada por un empresario de 33 años llamado Merle Youngs, presentó su marca, Trojan ™ como la competencia. En resumen: El preservativo es una barrera sencilla que protege sin separar. Es símbolo de salud, responsabilidad y confianza. Un ingenio invisible que salva vidas, evita dolores y abre la puerta a una intimidad más segura y libre.
Me parece como médico que el uso del condon ha sido el Salvador de muchas enfermedades de transmisión sexual y ha salvado a muchas personas. Hoy día se usa menos entre los jóvenes y por eso es la causa del aumento de las ETS, un peligro…
😉