JORGE RUBIO. Presumir de una titulación o colegiación de la que se carece se ha convertido en una falta que puede arruinar la carrera política de quienes se vanaglorian de ello. Casos de falsificación de curriculums han aflorado a raíz del «caso master» de Cristina Cifuentes y por ello la sociedad civil está siempre muy alerta: Luis Roldán (PSOE), ex director general de la Guardia Civil, presumía del título de ingeniería, una licenciatura en Ciencias Económicas y un máster (todos falsos); También se mantiene en activo Elena Valenciano, la eurodiputada socialista que tuvo que cambiar el currículum que figuraba en la web oficial del Parlamento Europeo, donde se le señalaba como licenciada en Derecho y Ciencias Políticas. Ella misma reconoció la falsedad en una entrevista: «En mi currículo pone que tengo estudios, no títulos. Empecé Derecho y luego me pasé a Políticas. No terminé, pero solo me faltan dos asignaturas de Estadística. La verdad es que me aburría y ahora me da pereza acabar«. El «error», se dijo entonces, «fue de traducción». Y alegó que «alguien» en Bruselas interpretó el «tengo estudios» por haber concluido esos estudios. No se modificó hasta que la prensa lo aireó, como en el resto de casos, informa el periodista Aitor Riveiro.

Y es que incluir en el curriculum el «tengo estudios» o «estudió» para intentar camuflar la carencia de un título universitario ha sido considerado por el Parlamento Europeo un engaño –en Europa es habitual dimitir cuando se les pilla–. La intención del político que alude a esta ambigüedad para adornarse de oropeles de los que carece es un claro «intento de confundir» para medrar en su partido, según la doctrina europea. Al haber aflorado esta situación política, desconocida hasta el «caso» de Cifuentes, MJD Magazin va a emprender una investigación para averiguar la veracidad de los curriculums de los 25 concejales del Ayuntamiento de Majadahonda y de sus más significados cuadros de sus partidos. Esta es la primera entrega, que alude a 2 dirigentes políticos de Cs y PP:

La vicepresidenta de la Generalitat de Catalunya Joana Ortega (CiU) tuvo que reconocer que no era licenciada en Psicología; Pilar Rahola (ERC) mantuvo en su propia página web que era «doctora» cuando solo era licenciada. Tomás Burgos (PP), secretario de Estado de la Seguridad Social, presumía de «médico». Tampoco lo era. Manuel Moreno Bonilla (PP) se decía licenciado en Administración y Dirección de Empresas, pero no tenía siquiera estudios superiores. Ahora el escándalo ha llegado a Majadahonda: Si el diputado Miguel Gutiérrez (Cs) sostuvo durante un tiempo que era «doctor ingeniero» y cuando lo descubrió «La Marea» dijo que era «ingeniero, a secas», su partido naranja lo exoneró.

Y eso mismo ha hecho con el diputado naranja en la Asamblea de Madrid, César Zafra, quien reconoció que ejerció como abogado sin serlo. «El partido de Albert Rivera no consideró que hubiera mentido acerca de su formación, lo que le habría supuesto la expulsión, según su código ético», señala el periodista Aitor Rivero. Ahora Marina Pont, secretaria general de «Nuevas Generaciones», rama juvenil del PP en Majadahonda, ha sacado a relucir su caso, mientras que David Sánchez (Cs) le ha respondido que Jose Luis Alvarez Ustarroz, presidente de Nuevas Generaciones de Majadahonda, está en idéntica situación: «¿me lo dices tú que teníais a tu presidente de NNGG Majadahonda y número 3 de NNGG Madrid? Sí, lecciones 0». Esta es la polémica:

«No mientas Ignacio Aguado, se están cumpliendo todos los puntos de regeneración excepto uno (el número 3), el que obligaba a dimitir aquel que hubiera falseado su currículo. ¿Ha dimitido César Zafra?«, plasmaba la secretaria general de NNGG Majadahonda, Marina Pont, en su red social, donde ahondaba todavía más en esta cuestión: «Hola, César Zafra, mientras vendes consejos y moral que jamás te aplicarás, algunos nos dejamos los cuernos para poder ejercer la abogacía con dignidad (carrera, máster y colegiarse)«. Unas cuestiones a las que desde Ciudadanos (Cs) respondía David Sánchez, que se expresaba de la siguiente manera: «¿me lo dices tu que teníais a tu presidente de NNGG Majadahonda y número 3 de NNGG Madrid? Sí, lecciones 0«. El debate no se detuvo ahí ya que Marina Pont contraatacó con este mensaje: «¡Qué la realidad no os estropee un buen titular! José Luis (Alvarez Ustarroz), a diferencia de Zafra, efectuó la correspondiente comunicación al Colegio de Abogados de Madrid y su baja del turno de oficio. Por cierto, el ICAM certificó todo esto que te cuento y le dio la razón».

Una cuestión a lo que David Sánchez replicó que «la baja de turno de oficio no sirve de nada puesto que mantenía despacho abierto y se mantuvo como abogado ejerciente sin poder hacerlo«. El debate tocaba a su fin con una nueva intervención por parte de Marina Pont: «Haz el favor de leerte la nota de prensa, anda. Y si sigues teniendo dudas, no dudes en llamar al ICAM para que te reiteren lo que ya han señalado en otras ocasiones al respecto«. «Vergonzoso… si los afiliados de NNGG que están acoj****** por esta gentecilla hablaran. Consejos vendo que para mí no tengo ¡qué grande es la enchufada! (@AlexPer28850)», señalaba otro usuario a través de las redes sociales. Y de forma similar, otro vecino entraba en la discusión para zanjarla al señalar que «falsear el CV está muy mal y no lo argumentáis. Menos vividores de la política es lo que hace falta en este país». Y es que a pesar de las implicaciones éticas que rodean a la cuestión de falsear un curriculum para engalanar un perfil, también se plantea la duda lógica sobre las posibles consecuencias legales.

El debate surgido entre la secretaria general de NNGG Majadahonda Marina Pont y David Sánchez (Cs) fue aclarado por la Audiencia Provincial de Madrid en un auto sobre la legalidad de ejercer la profesión de abogado sin estar colegiado. «Ejercer de abogado sin estar dado de alta en el Colegio de Abogados no supone un delito de intrusismo. Así lo ha declarado la Audiencia Provincial de Madrid, en un auto de su sección segunda, de fecha 4 de diciembre de 2014 (recurso número 48/2014), por el que desestima un recurso del Colegio de Abogados de Madrid contra el archivo de la querella criminal que presentó contra un letrado por haber tomado parte en un proceso penal cuando estaba de baja en el Colegio. Los magistrados señalan que actuar como abogado sin estar colegiado ya no es ni siquiera falta penal, sino una cuestión de orden disciplinario a denunciar ante el Colegio a fin de que por los órganos rectores de éste se adopten las medidas oportunas», detallaba sobre esta cuestión la web Noticias Jurídicas.

Una cuestión sobre la que también se han pronunciado profesionales del sector con la intención de conciliar la necesidad de colegiación con la sentencias de los tribunales que permiten ejercer la abogacía sin estar colegiados. «Es por esto último que nuestro Alto Tribunal rechaza la concurrencia del delito de intrusismo en aquellos supuestos en que el ejerciente sea legítimo poseedor de su titulación académica, a pesar de no haber cumplido con las obligaciones administrativas que el libre ejercicio de la profesión requiere, que no son otras que la colegiación o, en su caso, estar colegiado como ejerciente. Cabe añadir que el intrusismo profesional raramente concurre de forma individual, siendo lo habitual su concurso con los delitos de falsificación documental o estafa en el seno de la abogacía«, refleja el abogado Oscar González Barnadas a través de la publicación Economist & Jurist en la que concluye que «por todo lo expuesto, el delito de intrusismo profesional en el marco del ejercicio de la abogacía española deviene un delito fuertemente intervenido por matizaciones doctrinales y jurisprudenciales, que han acotado brillantemente su contenido y su ámbito de concurrencia, permitiendo así una mayor nitidez de su alcance jurídico».