Urgencias Puerta de Hierro de madrugada ©Esteban Palazuelos

MANU RAMOS. Parecía que los periodistas se habían olvidado de ejercer su profesión, que es una labor de riesgo por contacto (guerras, sucesos, tribunales, políticos, policías…), pero dos redactores de «El Español» se la han jugado tanto como el personal sanitario o los propios enfermos. Y desafiando al coronavirus se han «colado» en las urgencias de cuatro hospitales madrileños para comprobar de primera mano que está pasando. Han entrevistado al personal, han tomado fotografías y lo han publicado todo. «Mi noche en el infierno de las Urgencias de hospitales de Madrid: “De nuevo a la guerra”, se titula el reportaje. Por eso, el periodista Diego Rodríguez Veiga y el fotógrafo Esteban Palazuelos recorrieron el Puerta de Hierro de Majadahonda. De despedida, una enfermera les concluye: “Lo que más me duele es que van a morir todos solos”. Y además les advierte: “Tenemos coronavirus en 5 unidades mínimo y las habitaciones, que antes eran individuales, ahora son dobles. Y todo es Covid. Serán unas 100 personas aproximadamente”, añade. “Los pacientes son de todas las edades, se ponen igual de malos los jóvenes que los mayores”, comenta.


Esteban Palazuelos y Diego Rodríguez Veiga

«Hospital Puerta de Hierro (03.50 horas). A pesar de que el Puerta de Hierro se intuía tranquilo, los sanitarios denuncian falta de material» escribe Diego Rodríguez Veiga sobre la foto de Esteban Palazuelos. Y añade: «Para meter cierto contraste a este reportaje, la última parada ha sido reservada para uno de los hospitales que se intuían más tranquilos: el Hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda. El atender a menos gente y, además, menos mayor, hacía esperar cierta tranquilidad. Según los datos de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, este lunes (16 de marzo 2020) tan sólo tenía 4 fallecimientos acumulados y 12 personas en la UCI«. «Al llegar al hospital, parecía que la teoría se iba a confirmar. Las salas de espera están con apenas personas, tres o cuatro en todo momento durante hora y media. En todo ese tiempo sólo llega una ambulancia y vacía. No hay casi personal, o no se ve, y algunos ni llevan mascarilla. Sin embargo, en cuanto unas enfermeras salen a fumar y se les pregunta si, de verdad, ese hospital es más tranquilo, su cara es de sorpresa. “Esto está fatal”, cuenta una de ellas.

Pero, sobre todo, donde más le duele a estas dos enfermeras, es en el material del que disponen. “Cuando entramos en el turno nos peleamos por el material. Las batas y las mascarillas deberían de ser una por paciente pero estamos lavando las batas y las mascarillas, las tenemos que usar durante dos o tres días”, cuenta. Y dice que la empresa Mudanzas Agustín, afincada en Majadahonda, ha donado al hospital miles de mascarillas. “Se lo agradecemos eternamente a Agustín pero no queremos depender de que nos las tenga que donar. Las autoridades deberían preocuparse por ello”, añade. ¿Hay algo que quieren que añada en el reportaje? -Que nos jode estar aquí todos los días, cansadas y trabajando tanto, para luego ver a la gente paseando por la calle sin tomárselo en serio -responde una. ¿Y usted? -Que es una pena. Porque ves que van a morir absolutamente solos. Nadie puede subir a verlos porque tienen que estar aislados y ves a toda esa gente que va a morir sola. -responde la otra. Quizás eso es lo peor de todo esto. Si ya es duro enfrentarse a una enfermedad que ha puesto del revés al país, morir en soledad debe ser la peor forma de hacerlo«. Lea el reportaje completo.

Majadahonda Magazin