Nuria Wilde y Manuel Troitiño

J. FEDERICO MTNEZ. El alcalde de Majadahonda, José Luis Alvarez Ustarroz (PP), está ultimando su primera remodelación de Gobierno al cumplirse el primer año de legislatura. Y es que su primer Ejecutivo no ha logrado traspasar la barrera de los 12 meses, pues según fuentes municipales y del Partido Popular en Majadahonda y Madrid, a las cuales se les ha informado de los primeros cambios, estos alcanzan a 5 Concejalías. Y los ediles afectados ya se lo han notificado a su vez a algunos funcionarios, que están preparando igualmente las maletas para su nueva mudanza y destino. El primer cambio es en la Segunda Tenencia de Alcaldía, de la que se cae Manuel Troitiño, que pierde también Urbanismo. Tras su anterior defenestración en Pammasa, el responsable de Mantenimiento de la Ciudad, Vivienda y Obras «desciende» a Cultura, por lo que pierde toda su relevancia política. La Concejalía de Urbanismo pasa así a Vanesa Bravo, una concejal novel (acaba de cumplir 33 años) que conocía al alcalde cuando era perito jurídico en Mapfre y ella ejercía como secretaria en esta empresa, tras haber trabajado en la oficina de atención al cliente de Decathlon. Vanesa Bravo no posee grandes conocimientos en Urbanismo (es licenciada en Ciencias Políticas) pero ha aceptado su condición de «florero» a cambio del incremento de sueldo que supone elevar sus actuales responsabilidades en Medio Ambiente hasta la nueva tenencia de alcaldía. Además, el nombramiento tiene «trampa»: el Urbanismo lo llevará de hecho el arquitecto Rafael Lleonart Torán, titular del puesto de director técnico coordinador del Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Majadahonda. Rafael Lleonart es un acreditado experto que fue subdirector general de Urbanismo de la Comunidad de Madrid y junto con el nuevo responsable de Pammasa, el ex concejal del PP en San Sebastián de los Reyes, Raúl Terrón, serán los que lleven realmente la planificación urbanística de Majadahonda. Se podría decir que Madrid y Génova 13 han tomado «cartas en el asunto» y han intervenido en esta relevante parcela económica ante el fracaso de la autonomía municipal majariega en esta materia.


Cambios «políticos y técnicos» en la Concejalía de Seguridad

La segunda gran afectada por la remodelación es la Concejalía de Seguridad. El joven alcalde de Majadahonda ha decidido desgajar el departamento en dos: a partir de ahora las competencias en Policía Local las llevará el ex concejal de Cultura, Luis Blanco Valderrama, mientras que las de Seguridad y Protección Civil siguen en manos de Nuria Wilde. El nombramiento también tiene «truco»: tras el incremento del indice de criminalidad en la ciudad y el cese del jefe de policía, José María Calvo Hervás, por falta de «utilidad» a juicio de sus responsables políticos, y dada la inexperiencia de sus nuevos gestores (Wilde y Valderrama no poseen antecedente alguno de gestión en Seguridad), todas las esperanzas están puestas en el nuevo subcomisario, que será elegido en breve.


La primera línea del Equipo de Gobierno del PP empieza a tener «bajas»

«De la terna que se ha presentado, hay dos muy malos y uno potable. Esperemos que esta vez no fallen porque llevamos una década terrible, primero con Estanislao Gil Sacristán, conocido como «Estanis«, y después con José María Calvo Hervás, que se hace llamar de forma campechana como «Pepe Calvo«. Es un modelo obsoleto, basado en el «ordeno y mando» y no en la cualificación técnica. Hace falta una renovación en la formación y gestión ejecutiva de la seguridad», señala un acreditado experto policial de Majadahonda conocedor de estos cambios. Como balance general, si es que quedan así finalmente las modificaciones, el hecho es que de 10 concejales del Grupo Popular (el PP ha ido descendiendo paulatinamente desde 14, 12, 11 y ahora 10 ediles) hay cuatro tenientes de alcalde, que poseen un suplemento económico (69.000 euros cobra el alcalde y los tenientes de alcalde 65.000, gastos aparte). Por ello habrá que concluir que la remodelación en marcha podría definirse con la antífrasis de un conocido aforismo: «poco ruido y muchas nueces».

Majadahonda Magazin