SONIA BLUE. España en general y la Comunidad de Madrid en particular, viven aun conmocionadas por la muerte de dos mujeres a dentelladas de sus propios perros en el municipio de Colmenar de la Oreja. Y es que «ambas eran grandes amantes de los animales, y defendían en sus redes sociales que no se «criminalizara» a determinadas razas de perros, las incluidas en las leyes que determinan cuáles son Potencialmente Peligrosas. Los canes involucrados en el ataque son dogos de Burdeos, una raza también involucrada en el ataque de hace un año en Pontevedra pero que no está considerada peligrosa a nivel nacional», desvela el periodista Paolo Fava en «El Español». Y recoge una declaración: mientras el Ayuntamiento de Majadahonda es muy restrictivo con las razas de perros peligrosas, el de Las Rozas tiene «manga ancha». «En cualquier caso, la Ley solo se hizo para «cumplir el expediente», no ataja el problema en su origen y crea «una falsa sensación de seguridad. Te pongo un ejemplo: el dóberman es Raza Peligrosa en Majadahonda. Conozco a unos dueños que tienen que coger el coche y sacarlo a pasear en el municipio de al lado, Las Rozas». 


«No estigmatices a las razas peligrosas», defendían las mujeres que murieron por ellas

Con estas palabras, la veterinaria y responsable de la sección de control de poblaciones y animales potencialmente peligrosos del Ayuntamiento de Madrid, Elena Repullo, perteneciente a la Asociación de Veterinarios Abolicionistas de la Tauromaquia y del Maltrato Animal (AVATMA). La experta detalla en El Español las diferencias existentes entre municipios sobre los perros que son considerados como razas peligrosas y los que no. Unas declaraciones que ponen de manifiesto los distintos criterios sobre esta cuestión que existen entre dos ciudades vecinas como Majadahonda y Las Rozas, en la que el dóberman es considerado como peligroso en la primera y en la segunda no.

Elena Repullo es también concejal socialista en Torrelodones

El testimonio se produce tras la reciente muerte a dentelladas de una madre y su hija por sus dos perros de raza dogo de Burdeos. «El Real Decreto establece ocho razas, pero cada Comunidad y cada Ayuntamiento tiene sus propios listados. Es un absurdo total», denuncia Elena Repullo, al tiempo que señala que el dogo de Burdeos no está clasificado como peligroso a nivel nacional. Luisa, residente en la urbanización de Balcón del Tajo de Colmenar de Oreja (Madrid), y su hija Eva, son las últimas víctimas mortales por un ataque de perros en España. «Los animales eran propiedad de la madre, que fue atacada y descuartizada a dentelladas. Cuando la segunda mujer accedió a la vivienda preocupada porque no le cogían el teléfono, recibió un mordisco en el cuello que le causó la muerte», detalla en la noticia.


La raza dogo de Burdeos que mató a las 2 mujeres

Por otro lado, señala que «un perro no tiene por qué haber sufrido malos tratos para volverse agresivo: si ha crecido en un «gran jardín, en su caseta» con «escasa socialización» con el ser humano, puede interpretar un gesto como una regañina o una invasión de su territorio como una agresión y atacar «por miedo». Hay otros factores involucrados: de origen patológico, como una encefalitis o un tumor cerebral que puede volver al animal violento, o incluso su genética, si desciende de padres agresivos«.

Majadahonda Magazin