Plano del centro de Majadahonda con los lugares donde hay incidencias

JULIA BACHILLER. En los últimos días muchos son los vecinos de Majadahonda que denuncian en las redes sociales y se hacen así eco de sucesos que están ocurriendo en nuestro municipio. Algunos de ellos incidentes ocasionales e inevitables y otros en los que se pone en duda la competencia y actuación de las fuerzas de seguridad de la localidad. Majadahonda ha visto incrementada su población hasta llegar a más de 75.000 vecinos en los últimos años y los habitantes de aquel pueblo al que muchos llegamos buscando la paz y tranquilidad que no encontrábamos en lugares masificados como Madrid, hoy somos los que nos preguntamos ¿qué está pasando en Majadahonda?. La respuesta es que en aquel municipio que el pasado año destacaba por un escaso índice de delitos, hoy sus vecinos del centro denuncian que se ha degradado por su baja calidad de vida al verse rodeados de ruidos y situaciones inevitables pero que impactan al presenciarlas.


Lugar del incidente en calle Francisco Umbral con cristales en el suelo como huella incívica

Así aconteció el pasado 31 de julio a las 5:00 horas de la madrugada, entre la rotonda frente a la parroquia de Santa Catalina y la calle Francisco Umbral, cuando un individuo de unos aproximadamente treinta años de edad, con mucha agresividad la emprendía a golpes con todo lo que encontraba a su paso, procediendo incluso a arrancar las plantas situadas en la rotonda antes mencionada. Seguidamente con una piedra se dirigió a dos vehículos estacionados, causando la rotura de tres de sus lunas en uno de ellos y golpeando el parabrisas del otro. El ruido ocasionado fue el motivo de que un vecino de la zona se despertara y llamara a la policía, cuyos agentes lo encontraron saltando sobre un vehículo de la marca Toyota y efectuaron su detención.


Esquina Santa Lucía con calle Cuesta

Este hechos los relató así una vecina de la zona, N. Pérez, que trasladó su testimonio a las redes sociales. Este medio de comunicación se personó al día siguiente en el lugar de los hechos, pero solo pudo ya comprobar que los cristales aún podían apreciarse en la zona de estacionamiento del vehículo siniestrado. En comunicación con esta vecina que amablemente nos atendió, me quedo con una reflexión realizada al final de la conversación: ”En los últimos tiempos, Majadahonda ha dejado de ser la ciudad tranquila que era y eso me produce mucha tristeza”, junto con una duda que muchos nos planteamos alguna vez: si difundir el suceso causará algún efecto.

Gran Vía Majadahonda: como en el cuento, la cenicienta huye a media noche, pero por otras razones

En cuanto a los hechos evitables o minimizables, nuestros vecinos los refieren en redes sociales y ponen en duda la actuación del Ayuntamiento y fuerzas de seguridad, haciendo alusión a la advertencia que en el último pleno el concejal socialista Zacarías Martínez Maíllo hizo a todos los miembros de la corporación municipal: “Estamos abandonando el Centro de Majadahonda”. Señalamos así las zonas en las cuales las quejas vecinales tienen su origen, porque curiosamente están en pleno centro del municipio: la Plaza de la Constitución, situada detrás del ayuntamiento frente a la Parroquia de Santa Catalina, un amplio espacio donde la presencia de alcohol, niños jugando en presencia de sus padres a altas horas de la madrugada y peleas, han llegado a ocasionar recientemente el impacto de una botella en la cabeza de una mujer.

Vecino Dani Otero a MJD: «Rotonda de los juzgados. Casi me mato anoche…»

La intersección de la calle Santa Lucía con la calle de la Cuesta, por la existencia de un local de copas que causa molestias y ruidos a los vecinos de la zona, los cuales han denunciado al Ayuntamiento los hechos en varias ocasiones. Los botellones en la Plaza de Colón, cuando solo la palabra «botellón» ya es conocida por todos los efectos que produce y se había presentado una patrulla policial para disolverlos. La Plaza de los Jardinillos, lugar donde el público que hace uso de las terrazas demuestra en alta voz su presencia… Y por supuesto la Gran Vía, que al sobrepasar la medianoche se transforma en algo parecido al Bronx neoyorkino por la existencia de locales de copas y de apuestas igualmente descontroladospor clientes alterados y ruidos que llegan al abuso. Algunas de estas denuncias llevan aparejadas referencias de tipo racial que enfrentan a las víctimas y es foco de discusión entre los vecinos. Y es motivo de propuestas recurrentes, como la de organizar una patrulla vecinal autónoma, idea suscitada ante la desesperación que en algunos casos se está viviendo. Las responsabilidades dimanan y recaen en el Ayuntamiento y Policía Local por no hacer cumplir la ley y por la sensación generalizada de impunidad. Pero a pesar de esta ineficacia, que esto no impida señalar a los propios vecinos incívicos que son los causantes del ruido, molestias y altercados. Y es que ya es algo más urgente la necesaria búsqueda de una solución que pasa solo e inevitablemente por hacer cumplir la ley y perseguir la impunidad.

Majadahonda Magazin