LOS AUTORES. (26 de agosto de 2024). Escribir de historia local es siempre comprometido, pues es en las ciudades y villas en donde los vecinos se sienten más afectados por su pasado, aunque este sea, como en el caso que nos ocupa, un pasado notoriamente local, sin trascendencia en el devenir de los grandes acontecimientos históricos, y sin que éstos tampoco afectaran apenas a la vida cotidiana de los majariegos. Y si, como antes decíamos, siempre es comprometido escribir la historia de una localidad, aún más lo es en el presente caso de Majadahonda, en el que apenas ha llegado hasta nosotros ninguna documentación procedente del archivo municipal, ni tampoco del archivo parroquial, que son las fuentes más habituales, y sobre todo más seguras, a la hora de abordar ese pasado local. Su destrucción en las guerras de 1808 y de 1936 nos priva de conocerlo con detalle, y nos impide ofrecer al lector una historia local más amena, cuajada de las sólitas anécdotas personales y colectivas que encarnan la vida rural. Por eso lo primero que hemos hecho ha sido recopilar, en una tarea de investigación ardua pero imprescindible, cuantos antecedentes documentales nos ha sido dado localizar en otros archivos foráneos.

Nuestras investigaciones iniciales se han dirigido a peinar los fondos insondables del Archivo General de Simancas (donde se guardan los documentos gubernativos de la Castilla medieval y de la Casa de Austria); del Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (antiguo Tribunal Supremo de Castilla y depósito de todo pleito sostenido en la Edad Moderna); del Archivo Histórico Nacional (custodio de la documentación gubernativa de la época de la Casa de Borbón); del Archivo General de la Administración, en Alcalá de Henares (allí están los antecedentes de la reconstrucción de Majadahonda, a partir de 1940); del Archivo Histórico de Protocolos de Madrid (en que se hallan los protocolos notariales de los escribanos majariegos); del Archivo del Palacio Real (en que hay antecedentes de interés, sobre todo tocantes a los cotos de caza regios); y del Archivo de Villa madrileño, por ser Majadahonda fundación suya y una antigua aldea de su Tierra.

Hemos revisado paciente y meticulosamente índices, catálogos y fichas, examinando con cuidado cada documento hallado. De esta manera, hemos realizado una investigación muy amplia y prolija que, si bien no nos ha proporcionado hallazgos de importancia extraordinaria, ni tampoco muy numerosos, sí que ha servido tanto para documentar la fundación de Majadahonda, como para obtener algunos documentos de interés para la historia local, y para dar por concluida una investigación imprescindible, que hasta ahora no se había realizado por otros investigadores, y que nos permite conocer con mucha mayor precisión lo que queda de los antecedentes documentales majariegos. (Continuará). Capítulos anteriores pinchando aquí. *El libro «Majadahonda, Villa del Real de Guadarrama» se publica en septiembre de 2024 en formato digital e impresión bajo demanda. Para solicitar un ejemplar escriba a redaccion@majadahondamagazin.es