JORGE RUBIO. “Si yo fuese un ajedrecista (¿qué escritor no lo es?), declararía que El frío de vivir resulta el primer movimiento del medio juego, y en el medio juego uno nunca puede permitirse los errores que comete en la apertura, dígase mis libros anteriores, sobre todo si queremos ganarle la partida a la eternidad”. Con estas palabras describía el autor su forma de escribir  que, al igual que el Premio Blas de Otero 2018 de Majadahonda, le valió para hacerse con el primer puesto del Premio Loewe. Y narra como la noticia le sorprendió en compañía de su madre: “Estaba en mi pueblo natal que se nombra Esperanza; estaba en casa de mi madre y acababa de leerle un poema dedicado a ella, un poema más bien dedicado a su soledad, un poema que está justamente en El frío de vivir. Y entonces llamaron. Yo reí y ella lloró. Después tomamos café. Mi madre olvidó echarle azúcar, pero lo encontré dulce. Todo adquirió una dulzura alarmante.” También el jurado del Premio Gabriel Celaya definía así la poesía de este autor: «Este libro y su trayectoria certifican que su poesía no es de una joven promesa, sino de un autor en plena madurez poética«.


Desde web cubana EcuRed describen así a una de sus promesas en el ámbito de la poesía: «Dentro de las figuras relevantes de las letras ranchueleras, específicamente dentro de la poesía, se destaca un joven esperanceño que desde muy corta edad comenzó a obtener importantes reconocimientos en diversos eventos y concursos nacionales. Tal es el caso del premio de poesía en el Primer Encuentro Debate Nacional de niños escritores y el premio especial de La Casa de la Poesía de la Oficina del Historiador de La Habana. A partir de ese instante, Sergio García Zamora (Esperanza, Villa Clara, 1986) ha seguido marcando pautas dentro de las letras cubanas revelando un gran dominio del verso y dando muestra de un lenguaje rico en imágenes desbordadas de lirismo y cotidianidad que hacen al lector, partícipe de una visión auténtica del mundo. Poemas suyos han sido publicados en revistas de Puerto Rico, Honduras, México y Guatemala, así como en publicaciones nacionales«.

Desde el Ayuntamiento de Majadahonda han elaborado el siguiente perfil del autor. «Sergio García Zamora (Cuba, 1986): Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas. Autor de más de una veintena de poemarios, entre los que destacan: Autorretrato sin abejas (2003), Tiempo de siega (2010), El afilador de tijeras (2010), Poda (2011), El Valle de Acor (2012), Las espléndidas ciudades (2013), La violencia de las horas (2013), Caballería insurrecta (2013), Libro del amor feliz (2014), Animal político (2014), Perro que aúlla (2015), Las vanas conversaciones (2015), La condición inhumana (2016), Estado de gracia (2016), Resurrección del cisne (2016), El frío de vivir (2017) y Diario del buen recluso (2018). Ganador en su país de los premios nacionales de poesía Eliseo Diego, Emilio Ballagas, José Jacinto Milanés y Regino Boti, así como el Premio Internacional de Poesía Rubén Darío, en Nicaragua; el Premio Loewe a la Creación Joven y el Premio Internacional de Poesía Gabriel Celaya, aquí en España. Su obra ha sido publicada además en Honduras, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Argentina, México y Estados Unidos. Fundador del Grupo Literario «La Estrella en Germen»».

La obra La canción del crucificado, de Sergio García Zamora, se coronó como la ganadora de la 29ª edición del Premio de Poesía Blas de Otero de Majadahonda y sustituye al anterior ganador Javier Bozalongo como máximo representante de este galardón. Un poema con el que este autor de orígenes cubanos obtiene los 6.000 euros con los que este certamen de poesía está premiado. El jurado, compuesto por Sabina de la Cruz (viuda de Blas de Otero), Mario Hernández, Juan Van-Halen, Enrique Gracia y José Luis Morales ha elegido esta obra por «por la riqueza de su lenguaje, la variedad de sus imágenes y por su discurso renovador y original, en descreimiento de la tradición». El acto oficial para la entrega del Premio de Poesía Blas de Otero de Majadahonda tendrá lugar este sábado 22 de noviembre. García Zamora no es un desconocido en el mundo de los certámenes de poesía y en los últimos años se ha hecho con varios premios que reconocen la calidad de sus versos como el Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe a la Creación Joven, el Premio de Poesía Gabriel Celaya o el Premio Internacional Rubén Dario entre otros. Un reconocimiento al que ahora se suma el Premio Blas de Otero de Majadahonda.

Majadahonda Magazin