«Es una edición muy cuidada de la colección Pigmalión que cuenta con un exigente comité científico y un bello formato. El libro de Vicente Araguas guarda nueve secretos poéticos que vuelan desde la mano del poeta hasta los lectores.»

EYTHÓR YRAOLA. (30 de noviembre de 2024). Vicente Araguas recién acaba de publicar una recopilación poética (2010-2024) titulada “El deseo aislado”, que presentó hace poco en la biblioteca Francisco Umbral. Es una edición muy cuidada de la editorial Pigmalión que cuenta con un exigente comité científico y un bello formato. El libro guarda nueve secretos poéticos que vuelan desde la mano del poeta hasta los lectores. Con «A los cuatro vientos» se inicia su vocación de poeta y en algunos versos puede oírse el estruendo de una guerra, la nuestra, balen también ovejas, caminan magrebíes y aparece en el horizonte lejano: Majadahonda, su destino final. Sigue «Guarda che luna!» que nos invita a viajar a Italia, a Siena, San Luigi dei Francesi, Rímini, nos sugiere leer a Alberto Calligaris (‘Le poesie si scrivono di notte quando tutti sono al buio’), a contemplar la Venus de Urbino, recordar la muerte de Pasolini, y a tomar un helado de chocolate disfrazado de mejicano en Venecia. Y también nos lleva por otros vericuetos intemporales hasta el anfiteatro Flavio de Roma. Y Vicente culmina este primer paseo por el arte de Caravaggio, Michelangelo, Bernini y nos acerca a Verona para seguirle los pasos a Julieta. «No se llora con la boca llena», es el segundo sendero poético. Ahora el vuelo nos lleva a Neda, un verano en el norte que huele a hojas quemadas con recuerdos familiares, a Vigo, luego a Lisboa, un verano en Londres con tumbonas en los parques y niños, mojados con una lluvia que no se entiende y a playas vacías. Nos envuelve irremediablemente la lluvia en Galicia como una herramienta que salpica helechos y lágrimas de quien no sabe si alejarse. Pero Neda es el punto de partida, el río que fluye junto a la casa del poeta. Y llegamos a «Soleá, Soledades», la admiración por Manuel Machado, y en este nuevo paso Vicente se viste de flamenco y canta frente al espejo: ‘En Moravia alienta Neda, / alienta Neda en Moravia, el corazón aquí queda’. Federico García Lorca estaría feliz de escucharle aunque cante con acento gallego, Y Carlos Saura seguro que le contrataría de figurín para sus Sevillanas o Flamenco.

Eythór Yraola

EN AYER Y TODAVÍA (QUIZÁS EL YESTERDAY) Vicente Araguas canta el amor, aprende inglés en el London Institute, se oyen ladrar perros equivocados, se huelen poemas que ardieron, aparece un libro de cuero regalado en Florencia, rehúsa escuchar el tétrico repicar de las campanas. Parece que la vida es un bucle que invita a regresar siempre al punto de partida, al yesterday de los recuerdos, y no para de llover porque el libro tiene ya páginas empapadas con esa lluvia fina de las rías, y este tramo húmedo del recorrido concluye con un adiós bañado en rocío. «BASILIO DE BRITO HA VUELTO A LISBOA» ES LA PRÓXIMA PARADA ENTRE BELÉN. Trafaria y las aguas del estuario del Tajo, y la historia de Basilio en Lisboa es un poema largo como un río donde se nombra; a Luisa, Basilio, y unos veranos crudos e intensos en Lisboa, un amor anglófilo que cierra un círculo sin cerrarlo. Que voy de vuelo está casi al final del camino, se trata de un largo poema, casi en prosa, donde el poeta ofrece su pensamiento, observaciones y discurso de seguido, ininterrumpido hasta un epílogo donde vuelve a la Xuvia y al Morava de las manos más dulces.

EN VARIACIONES GOLSTEIN, penúltimo muelle de esta singladura poética, vuelve el río con orillas asombradas de alisos, la música de Shubert, Brahms con una lluvia mansa, el silencio sin perder el norte, unas aves ardiendo en los cables, el amor en Neda (su Neda), el amor de nuevo y los poemas de amor de Neruda. En la hora violeta es el último poema de esta Recopilación polifónica con el Cuco de Abril en una ciudad ilustrada donde todo parece suceder y sorprender. Así nos cierra Vicente Araguas la Summa poética. Desde Galicia ha varado en este pueblo grande con amor y lluvia, Sus poemas se han traducido al portugués, italiano y checo, y tiene también un ancla en la República Checa de donde nace parte de su inspiración porque cuando abre la mano para liberar al pájaro que encierra aletean todos estos poemas que llegan hasta el cante jondo, con duende gallego.

SER POETA. Ser poeta é ser mais alto, é ser maior. Do que os homens! Morder como quem beija!. É ser mendigo e dar como quem seja. Rei do Reino de Aquém e de Além Dor!. É ter de mil desejos o esplendor. É não saber sequer que se deseja!. É ter cá dentro un astro que flameja, É ter garras e asas de condor! É ter forme, é ter sede de Infinito! Por elmo, as manhãs de oiro e de cetim… É condensar o mundo num só grito! É é amar-te, assim, perdidamente. É seres alma e sangre e vida em mim. É dizê-lo cantando a toda a gente! (Florbela Espanca; ‘Ser poeta’ en Poetas de Lisboa, 2023)

SEI DUN PAÍS. Sei dun país que existe e non existe:
é unha patria terreal e humana
que envellece comigo día a día.
Teño na lembranza o seu recendo
a terra húmida, rosas e loureiro.
Habito as súas cidades exemplares
feitas de amor, dor e pedra grá
con árbores e rúas silandeiras
que van desembocar a prazas íntimas
de nomes de estrela ou andoriña.
Nos meus ollos levo as súas paisaxes,
a máxica xeometría das súas casas,
o seu ceo limpo, azul‐grisento,
sucado de leves nubes camiñantes,
de brétemas vagas como anceios
e luceiros que queiman como brasas.
Nos meus ouvidos gardo o son sutil
do vento cantando nos carballos,
o musical murmurio dos seus ríos,
o berro escuro e forte dos seus mares
e os versos que din as arboredas.
Esta patria existe. Eu vivo nela.
Non ten odios, rancores nin envexas.
Nunca souben, nin sei, o nome seu.
Mais cando desexo nomear a este país
os meus beizos énchense de luz
e, dende o fondo do ser, digo: Saleta. (Manuel María Fernández)

Majadahonda Magazin