DR. F. ORENGO GARCÍA. Médico psiquiatra (Majadahonda). Continuación del primer artículo. ¿Cómo deberíamos hacer para conjurar el pasado y enfrentarnos valientemente, sin rencor ni miedo, a nuestro propio destino como nación española?. Los países que lo han hecho y siguen haciéndolo, como es el caso alemán que es el que mejor conozco, han tenido que casi obligarse a sí mismos a reunirse con sus “enemigos del pasado”, sus “adversarios de antes” pero sus “hermanos de patria” al mismo tiempo, y hablar compartiendo el pasado familiar de cada uno de ellos. Por ejemplo, en Alemania ha habido un trabajo formidable del mundo de la cultura, de las televisiones, de las universidades e institutos de psicoterapia en juntar a hijos de nazis con hijos de judíos para elaborar el duelo. En Israel y en Alemania. Esta es la esencia de la labor terapéutica de la democracia. Es el trabajar grupalmente, todo aquello que nos separa, nos daña o ha dañado. Pero el objetivo final es el respeto por el dolor y el duelo ajenos. Así lo hicieron también los irlandeses con los acuerdos de viernes santo, después de décadas de una guerra civil interminable y larvada.
Por cierto, tuve ocasión de impartir un taller sobre psicotraumatología en Belfast hace años y allí estaba Monica McWilliams (1) una de las fundadoras del “partido de las mujeres” de Irlanda. Esta mujer, parlamentaria y católica por la Northern Ireland Womens Coalition, consiguió junto con Pearl Sagar, una trabajadora social protestante, así como otras madres y hermanas o esposas de provisionales del IRA o del bando contrario (protestantes norirlandeses) armar los acuerdos que pusieron un final a tanta desgracia y dolor. Pero fueron ellas, según nos refirió la Sra. McWilliams en su ponencia, las que cansadas de tanto sin sentido y violencia, invirtieron cientos de horas hablando con los hombres, con los “soldados” de los diferentes grupos en guerra, las que consiguieron romper el hielo del odio y la amenaza constante que genera la paranoia y el miedo.
La paz y la guerra son también una cuestión de género. También de gran valor han sido las iniciativas desarrolladas por el psicoanalista y psiquiatra turcochipriota Vamik D. Volkan (2) y descritas en su libro publicado en Alemania con el título “Zur Psychoanalyse nationaler, ethnischer und religiöser Konflikte” (3). El Profesor Volkan, posteriormente ciudadano norteamericano, fundó con otros colegas el Center for the Study of Mind and Human Interaction (CSMHI) (4), especializado en la resolución de conflictos internos en países donde diferentes grupos culturales y/o étnicos se disputan la identidad nacional. El conflicto entre Turquía y Grecia que, afortunadamente, parece que se va resolviendo, es paradigmático por su cronicidad, similar a los conflictos catalán y vasco del estado español. Es necesario y sería formidable que en España se diera un movimiento reconciliatorio, terapéutico y reparador como los mencionados ya que esta situación de continuo enfrentamiento político se mantiene. Este ambiente, esta atmosfera no favorece a los más débiles de la sociedad. A los niños, adolescentes y personas mayores asustadas por ello. Y, no se nos olvide, emocionalmente nadie vence a ningún enemigo por las armas.
El miedo, la paranoia y las pesadillas siguen. Generación tras generación como un cáncer mental metastásico inacabable y trasferible de generación en generación. En las victimas y en los que cometen atrocidades. También en sus familias, sean estas de la filiación política que sean. Por ello, es necesario, fundamental, elaborar con nuestros supuestos enemigos el miedo, el temor y, sobre todo la pena. En conclusión, el psiquiatra colectivo del que hablaba el periodista Iñigo Domínguez no tendría a mi juicio otro interés en esta cuestión que el de promover una verdadera “psicoterapia nacional” en la que los temas y conflictos que nos afectan se puedan trabajar en lugares de encuentro pensados para ello como las Cortes o los parlamentos autonómicos y el Senado. También desde luego en otros lugares de paz y conciliación, laicos y religiosos. Lugares de inteligencia emocional y sabiduría colectiva. ¿Por ello, para cuándo seremos capaces los españoles de fomentar la creación de comisiones mixtas trasversales, entre todos los partidos, para ayudar a sacar a nuestra querida España de su duelo inacabable?
¡Enhorabuena por sus dos artículos Doctor!
Deberían hacernos reflexionar a todos: ¿hacia dónde nos lleva tanta crispación artificial, generada por los malos políticos que tenemos en España? ¿Quién gana con ella? Los españoles, no.
Gracias FerCuco!
Espero que sirvan estos artículos para reflexionar cómo dice…, e incluso quizá para poner en marcha las iniciativas que hemos propuesto?!
Por acá en Colombia, los «indios», los «salvajes», hace décadas que estamos sentados dialogando y precisando responsabilidades.Ya el estado colombiano y la guerrilla han aceptado culpabilidades. Los grupos armados que aún permanecen activos, obedecen a objetivos puramente económicos, como es el monopolio de la producción y envío de la cocaína. Ësta,según nos juraron los dueños del mundo, hace décadas también, desaparecería con la implantación de las 7 bases yanquis,(las 7 maldiciones) en nuestro territorio.¿Qué hay de las vuestras en España, como la de La Rota? De eso también tenéis que hablar.Al igual que hubiera sido más enaltecedor, que en el excelente artículo del Dr. Orengo García, se hubiese mencionado el genocidio en Gaza; comparable sólo en su fría y calculada «solución final», a la nazi.
Enhorabuena Sr. Rangel por estar ya dialogando y reparando daños generados por la larga batalla entre guerrillas y estado colombiano. ¡Les honra esa nobleza de carácter y esa inteligencia emocional!
Cada país o nación, grupo étnico o religioso tiene su conflicto propio aunque las características de todos son bastante extrapolables y por ello las he intentado recoger en los dos artículos. Las consideraciones que hago pueden aplicarse continuamente aunque los procesos concretos se encuentren en dinámicas con tiempos históricos diferentes. Ello obliga a considerar la especificidad de cada conflicto al detalle.
Los aspectos relacionados con los intereses económicos que ayudan o sostienen conflictos armados son sin duda parte esencial del análisis del proceso de reparación de daños. Aquí en España, en Colombia o en cualquier otro lugar.