MANU RAMOS. El funcionario del Ayuntamiento de Majadahonda, Luis Valor San Román, ex director del área de Nuevas Tecnologías que pidió el traslado y está en otro Ayuntamiento del sur de Madrid, ha salido absuelto este 14 de octubre (2020) por el Tribunal Supremo, al igual que había hecho antes la Audiencia Nacional. La Fiscalía pedía para él 5 años y 3 meses de prisión por los delitos de malversación continuada en concurso por prevaricación continuada. No era ninguna broma. Por su parte, también ha salido absuelto Jacobo Ortega, hermano pequeño del ex alcalde «popular» de Majadahonda. Estaba acusado de haber colaborado en la ocultación del patrimonio ilícito de su hermano Guillermo. Su cooperación habría consistido en admitir figurar formalmente como propietario de las sociedades de su hermano «Sundry Advices SL» y «Alcancia Corporate 2002 SL» durante los años 2003 y 2007 a sabiendas de que el único objetivo era encubrir al verdadero titular y el origen de sus activos. Tales hechos podían haber sido constitutivos de un delito de blanqueo de capitales. La Fiscalía le pedía 5 años de prisión pero finalmente no ha podido probar nada. Es inocente.
LOS TRES EXPEDIENTES QUE «PRESCINDIAN DE LA NORMATIVA» CON SOLO UNA «APARENTE LEGALIDAD». No había fotografías de Luis Valor hasta que compareció en diciembre de 2016 en la Audiencia Nacional por algo más que “mirar para otro lado” cuando era alcalde, Guillermo Ortega, alias “Willy”. Según la Fiscalía, a cambio de adjudicar ese contrato, los intervinientes en el acuerdo, entre ellos el alcalde Ortega (PP), recibieron entre 2002 y 2004, comisiones de «Paco» Correa por 240.000 euros. El “capo”, por su parte, percibió por ese contrato unos “ingresos indebidos” de, como mínimo, 359.638 euros y unos beneficios de, cuando menos, 271.096 euros, tras «inflar» la adjudicación. ¿Como pudo entrar en un Ayuntamiento Luis Valor? “Ha repetido en varias ocasiones que él “no entendía” de muchos asuntos y que se limitaba a hacer lo que le pedía el concejal”, dice la agencia Efe. Según el escrito de Fiscalía, Valor emitió los distintos informes requeridos para la contratación referida a la Oficina de Atención del Ciudadano de Majadahonda. Eran 3 expedientes en los que se prescindió “de modo absoluto” de la normativa administrativa y dotó la decisión de adjudicar directamente a Correa de una aparente legalidad. El Ministerio Público aseguraba que era “sabedor” de que el órgano de contratación, “confiado en su supuesta objetividad y cualificación técnica”, asumiría y aprobaría la adjudicación sin la intervención ni el conocimiento de ningún otro cargo público del Ayuntamiento de Majadahonda.
«ME LO PIDIO MI CONCEJAL JUAN CARLOS DIAZ (PP)». El periodista Alfonso Pérez Medina de La Sexta sintetizó con cierta sorna su confesión: “Resumen de la declaración de Luis Valor en el Juicio Gürtel: “Me lo pidió mi concejal, mi concejal, mi concejal, mi concejal, mi concejal”. Luis Valor le echaba así la culpa de todo al ex edil de Nuevas Tecnologías, Juan Carlos Díaz (PP). “Es un tema que llevaba personalmente y yo hacía lo que se me solicitaba”. Pérez Medina definía a este funcionario como “el hombre del sí pero no”. “¿Contrataba usted? Que yo sepa no, a no ser que me lo ordenaran”. ¿Quien? El concejal de Formación, Empleo y Comercio de Majadahonda, Juan Carlos Díaz Rodríguez, no imputado en el procedimiento. “Yo intervenía estrictamente en lo que se me solicitaba”. Y repetía que él “no entendía” de muchos asuntos y que se limitaba a hacer lo que le pedía el concejal. El escrito de la Fiscalía apuntaba a que se encubrió dicha adjudicación mediante la formal tramitación por la vía de urgencia de un procedimiento abierto por concurso, aseguraba el escrito del Ministerio Público. Valor emitió un informe de valoración de las ofertas en el que otorgó la mayor puntuación a Down Town, a pesar de no ser la económicamente más rentable. Hoy todo es papel mojado, no se ha probado nada ni se llevó nada. Un ejemplo más del «ordeno y mando» de la Administración, que despersonaliza a quien la ejerce, solo que esta vez estuvo a punto de que ese «mirar para otro lado» le saliese muy caro. Y hoy Luis Valor respira su justa libertad.
«TENIA CONFIANZA EN MI HERMANO Y ACABAMOS MAL, HASTA LAS NARICES». Por su parte, la Agencia Efe recordaba como a Jacobo Ortega le pedían 5 años de cárcel como “testaferro” de su hermano “Willy”, pero él lo negaba todo y decía que el que fuera alcalde de Majadahonda lo lió: “Tenía confianza en mi hermano, la confianza normal que tiene uno en su hermano o en un amigo muy íntimo”. Todo ello después de explicar que salió “tarifando” con Guillermo Ortega de un negocio que luego montaron ellos dos y por el que aún le debe 100.000 euros. “Acabamos mal”, ha resumido sobre el negocio del que acabó “hasta las narices” porque “no tenía ningún control de lo que se pagaba y lo que no”. En cuanto a la empresa «Alcancía«, Jacobo sostiene que su hermano le había dicho que esa sociedad no tenía actividad alguna y que a él le convenía una empresa así para “poder facturar en caso de irme fuera”, en referencia a sus planes de irse a vivir a Suiza con su mujer, donde actualmente reside.
LA EMPRESA «SUNDRY» DE WILLY OPERA EN SUIZA, DONDE VIVE JACOBO. Sobre «Sundry«, una empresa que el ex alcalde usó para blanquear dinero que había recibido de la Gürtel e ingresado luego en Suiza, mediante la compra de inmuebles, su hermano decía desconocer estas operaciones y creer entonces que «Sundry» sólo se dedicaba a gestionar un centro de masajes terapéuticos. Y explicaba que accedió a figurar como administrador durante un mes, lo que finalmente se alargó hasta cuatro meses. La fiscal le hizo ver que en una declaración anterior dijo que había accedido a ser parte de las empresas porque su hermano “no quería figurar”, a lo que ha respondido que en ese momento no terminó de explicarse “del todo” y que no sabía por lo que le estaban preguntando, lo que, unido al “mosqueo que tenía encima”, le hizo responder así. En el caso de «Alcancía«, se enteró por otro hermano que sí tenía actividad y además estaba en pérdidas. “Yo quería una sociedad que no tuviese funcionamiento, que estuviese limpia. En el momento en que me dicen que tiene movimientos y que tiene pérdidas no me resulta interesante”, explicaba.
«JACOBO, ENCHUFADO POR EL PP EN EL AYUNTAMIENTO». Jacobo Ortega perdió su puesto en el Ayuntamiento de Madrid y trabajó por «enchufe» en el de Pozuelo de Alarcón cuando en 2003 le nombró el entonces alcalde y exmarido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda. El dice que hasta ese momento no conocía personalmente a Sepúlveda, pero que entonces “colaboraba con el partido” y que fue el ya fallecido ex concejal del Ayuntamiento de Madrid (1991-2003) Miguel Ángel Araujo el que les puso en contacto. En ese momento tenía interés en encontrar trabajo porque con la llegada de Alberto Ruiz-Gallardón al Ayuntamiento de la capital se renovó todo el equipo que estaba con el anterior regidor, José María Álvarez del Manzano. En Pozuelo, ha proseguido, llevaba “todo el tema de hermanamientos”, también “el tema de los colegios para llevar a los niños fuera”, “visitas al ayuntamiento de otros alcaldes, primeras piedras…”. Jacobo aseguraba que conoció al cabecilla de Gürtel, Francisco Correa, a través de su hermano y al ex tesorero del PP Luis Bárcenas por la prensa “y de tenerle ahí al lado”, en referencia al banquillo de los acusados.