EUROPA PRESS. La Fundación Filia de Majadahonda ha logrado que la Dirección General de Familia y el Menor de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid de luz verde a su iniciativa para que se ponga en marcha en la región el denominado «Servicio de Intervención del Coordinador Parental». La agencia de noticias Europa Press se hace eco del logro alcanzado por la organización majariega y señala gracias a esta plataforma «el servicio está operativo desde el 1 de marzo», lo que convierte a la Comunidad en la primera que lo ofrece «de forma subvencionada a las parejas que pasan por un divorcio de alta conflictividad». La presidenta de la fundación, Lucía del Prado, definía así las funciones y atribuciones del coordinador parental que ahora prestará su ayuda en los divorcios conflictivos con menores: «Es una especie de auxiliar del juez, que durante tres meses estudia en profundidad todos los pormenores de ese núcleo familiar. Se sienta con todo el entorno para tratar de sacar conclusiones: con el padre, la madre, los niños, los primos, los abuelos, el tutor, el pediatra… Con el objetivo de ayudarles a ver el riesgo que corre el menor. Después remitirá un informe exhaustivo con sus valoraciones, sus recomendaciones… al juez y este actuará en consecuencia. Es decir, que se ofrecen nuevas pautas, incluso se pueden sugerir el cambio de ciertas normas previamente establecidas, llegando a cambiar la sentencia«.


Lucía del Prado

Del Prado ha señalado que esta figura es necesaria ya que «en España actualmente hay más de 100.000 niños y niñas que sufren maltrato psicológico como consecuencia de una separación o divorcio conflictivo mal asumido y peor gestionado por uno de los progenitores o por los dos». Una circunstancia que «por desgracia, se da con mucha frecuencia que uno de los padres influye en el menor hasta hacer que éste pierda todo contacto con el otro», asegura la presidenta de Filia Majadahonda. «El Coordinador Parental tiene que actuar cuando los servicios sociales, programas de apoyo, orientación familiar, psicólogos, punto de encuentro o mediación no han sido capaces de mitigar los efectos del conflicto y garantizar la satisfacción de las necesidades de sus integrantes», concluye Lucía del Prado. Gracias a esta figura, los recursos judiciales en estos procesos de divorcio conflictivo podrán utilizarse de manera más eficiente y en beneficio de los menores. «El 90% de los recursos judiciales se lo comen este tipo de casos, de múltiples litigios extendidos en el tiempo, o incumplimientos seguidos de sentencia. Ya no hay acuerdos, no hay comunicación, no hay vínculos, no hay voluntad de arreglar nada. Solo hay ganas de acabar o aniquilar a la otra persona. Son, por ejemplo, los casos de padres que no ven a sus hijos durante años, o al revés, porque la otra parte los ha puesto en contra», explicaba la presidenta de Filia.

Majadahonda Magazin