Iriondo marcó una época en el Rayo Majadahonda y quiere repetirla

MANU RAMOS. Tal y como adelantó este periódico el pasado 13 de marzo (2020), Antonio Iriondo ha firmado con el Rayo Majadahonda como entrenador para lo que resta de esta temporada (si se celebra) y la próxima 2020-21, que también está en el aire. De hecho, medio mundo espera la decisión de Angela Merkel este viernes 1 de mayo (2020), ya que había señalado el 9 de mayo como una posible fecha para regresar a los terrenos de juego, «pero esas esperanzas podrían tener que archivarse en medio de informes que surgieron de que los casos de coronavirus se habían disparado en el país, lo que podría obligar a la canciller Angela Merkel a obligar también al cierre de las tiendas, escuelas e iglesias que habían comenzado a abrir de nuevo», según el Daily Mail. Otro informe de Ezequiel Fernández Moores en el diario La Nación de Argentina, que reproducimos más adelante, repasa la situación en el resto de las ligas europeas, pero Iriondo mientras tanto no descansa, hace los deberes y mantiene esta conversación con Carlos Moreno de «La Voz de Tomelloso»:


Echando un vistazo a su trayectoria, el Rayo Majadahonda es el club donde ha echado más raíces y dónde volverá el próximo año, ¿no es así? Sí, de no ser por la crisis del Covid-19, lo habría cogido ya, pero tendré que esperar a la próxima temporada. En Majadahonda son ya tres etapas: la primera fue hace ya veinte años y estuve 5 temporadas y luego llegó otra etapa, también larga de siete temporadas. El Rayo Majadahonda es el equipo en el que más tiempo he estado, junto con el San Fernando de Cádiz. ¿Se imagina algún día retornando a Tomelloso como técnico? –Bueno…tengo ya 66 años. El año que viene estaré en el Rayo Majadahonda y serán ya 67. No será fácil. Pero a Tomelloso voy siempre que puedo, a disfrutar de los amigos, a ver las ocurrencias de los Canuthi y a disfrutar de una gente maravillosa. Mi humorista preferido es José Mota, precisamente, por los giros y ocurrencias que tiene tan de Tomelloso. Entrenar allí será difícil, pero llevaré siempre a la ciudad en mi corazón.

¿Qué ha supuesto para usted esa experiencia en el fútbol de la India donde ha dirigido en la Superliga al Jamshedpur F.C.? –La India es un país fascinante, nada de lo que ves allí te deja indiferente. Es un lugar para mirarlo de cerca, con la mente abierta, hay gente estupenda, con mucha alma. A pesar de las dificultades del idioma he dejado allí muchos amigos. El nivel del fútbol es bastante flojo. Hay una empresa privada que organiza el campeonato y se está invirtiendo mucho dinero en la llegada de futbolistas extranjeros. Pero, paradójicamente, como la normativa obliga a jugar con un mínimo de cinco indios por equipo, los jugadores de allí son los más valorados. Habrá unos 25-30 jugadores indios de buen nivel, pero como tienen un valor tan alto de mercado no todos los equipos los pueden contratar. Con el Jamshedpur empezamos muy bien. Llegamos a ponernos primeros en la jornada 6, pero perdimos cuatro jugadores extranjeros y el nivel del equipo se resintió y acabamos octavos.

Guarda en el cofre de su trayectoria aquellos nueve partidos con el Rayo Vallecano en la primera división de la Liga Española, ¿cómo recuerda aquella etapa? –Yo estaba entrenando al filial, el Rayo B, donde llevaba dos buenas campañas. El primer equipo estaba en una situación complicada tras el cese de Fernando Vázquez. Después llegó el paraguayo Gustavo Benitez y también lo despidieron. Estábamos abajo y hubo que afrontar un calendario tremendo con la Real Sociedad, que estaba luchando por el título, el Barsa, el Sevilla…No se pudo conseguir la salvación, pero en el plano profesional supuso una experiencia muy enriquecedora para mí.

Esa exquisita manera que tenía de jugar, ¿es el sello que trata de imprimir a los equipos que dirige? –Puede ser. Yo era un futbolista que tenía un nivel técnico elevado, pero también tenía mis defectos y errores. He conocido casos que el tipo de futbolista no ha tenido luego la misma proyección en su rol de entrenador. Recuerdo a Caparrós, al que me enfrenté varias veces, era un jugador fino, desequilibrante, con mucha clase. Y luego como técnico se distinguió por imprimír muchísima agresividad a sus equipos. Yo lo pude comprobar enfrentándome a equipos suyos como el Conquense o el Sevilla. En mi filosofía, el jugador ocupa un lugar importante. Trato de respetar su individualidad y me gusta darle elementos para que luego tome la mejor decisión en el juego. Otros futbolistas se han acostumbrado a recibir órdenes concretas, se sienten más a gusto así. Pero a mí me gusta contar con esos futbolistas que sepan leer las distintas situaciones del juego.

A lo largo de la historia del fútbol, los sistemas de juego han ido evolucionando hacia planteamientos más conservadores, pero usted no parece apuntarse a esa tendencia, ¿cómo juegan los equipos de Iriondo? –Los sistemas tienen menos importancia de lo que a primera vista parece. En una pizarra no se ganan los partidos. Lo importante es lo que viene después. Yo empecé jugando un 3-4-3 en zona que llamó la atención y a mí no me resultó tan extraño. Recuerdo mis inicios cuando me pasé un mundial analizando la manera de jugar de los equipos y obtuve la conclusión de que que para dominar los partidos había que tenerla y para esto era fundamental acumular gente en el medio campo. Ese fútbol ofensivo con mucha asociación me dio un buen resultado en el Villaviciosa, donde conseguimos varios ascensos seguidos y donde también jugamos con un 3-2-3-2 que nos permitía tener cinco futbolistas en el medio. Lea la entrevista completa.

LAS LIGAS DECIDEN SI ENTRENAN Y JUEGAN LA TEMPORADA ACTUAL Y VENIDERA. EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES: La Bundesliga elaboró rápido su protocolo de coronavirus. En mayo se convertiría en la primera Liga top que volverá a las canchas. La Premier League, tampoco es raro, hizo negocios en plena pandemia, tanto que demoró su protocolo. Prevé volver el 9 de junio. El calcio está furioso. El gobierno italiano no le precisó fecha de retorno. Ayer mismo, mientras España sí confirmaba la vuelta a los entrenamientos para mayo, Francia, en cambio, anunció el cierre de la temporada. No habrá campeón. Como en Holanda, donde algunos clubes ya avisaron que apelarán a la justicia. En Brasil, el presidente le pidió al nuevo ministro de Salud (Jair Bolsonaro echa ministros en plena pandemia) que estudie una fecha posible para una vuelta pronta. Cada país decide qué hace con el fútbol. Según el coronavirus. Pero también según sus presiones económicas y políticas. Su cultura y su historia. Y sus atajos. La AFA argentina suspendió ayer descensos ya no por una, sino por dos temporadas. El saludo a un viejo despropósito: el campeonato otra vez de 30 equipos». Análisis completo publicado en el diario La Nación de Buenos Aires.

 

 

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