«El grueso de las investigaciones se centra en partidos de la Segunda División B y de la Tercera División en los que presuntamente se compraba a defensas y porteros para que se dejaran encajar el número de goles que más interesaba a esta mafia». José María Olmo de El Confidencial desvela pormenores de la segunda parte de la operación policial contra los amaños en el fútbol: «las revelaciones de estos dos ex futbolistas habrían sido claves para llevar a cabo el nuevo operativo policial de la «operación Pizarro», que se ha saldado con 21 detenidos cuya identidad se desconoce. Ellos expusieron cómo contactaban con los jugadores. También admitieron que, tras convencerles de tomar parte en el amaño (se pagaban 3.000 y 5.000 euros para comprar a los futbolistas correspondientes), usaban a intermediarios internacionales para poder apostar en el mercado asiático». El dinero negro que generan las taquillas que no se declaran oficialmente está también en el origen de esta corrupción, ya que se utiliza para pagar sobornos o primas en «B» a los jugadores. El portavoz del club majariego, Casto Gallardo, condenó rotundamente estas prácticas aunque sus declaraciones a MJD Magazin no tuvieron reflejo en los órganos de comunicación del club que dirigía personal de confianza del entonces director deportivo, Jose María Movilla, lo que provocó una extrañeza generalizada.


El juez decretó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de García y Moreno el 21 de febrero. Seis detenidos por el caso quedaron en libertad bajo fianza y 24 fueron liberados sin cargos (entre ellos, un árbitro y varios porteros de Segunda B). Ese 19 de febrero ya se produjeron hasta 32 detenciones relacionadas con el caso, que corre a cargo del Juzgado de Instrucción número 1 de Zafra (Badajoz). Dos de ellas fueron especialmente relevantes, ya que afectaron a los presuntos cabecillas de la trama: Jonan García (ex jugador de Athletic Club, Castellón, Huesca, Lleida y Alavés, entre otros) e Iván Moreno (ex de Racing, Murcia, Guadalajara o Ponferradina).

«Tras los encuentros, los que estaban vendidos a la trama se iban de fiesta, algo muy llamativo dado que habían perdido el partido. La organización llegó a apostar más de 50.000 euros por encuentro y multiplicaba por cinco esta inversión. Con tanto margen, era fácil repartir entre 3.000 y 5.000 euros a cada uno de los jugadores que habían facilitado la manipulación del resultado. Las investigaciones emprendidas por la Policía Nacional durante estos dos últimos años contra el amaño de partidos son posibles gracias a la implicación de la Liga de Fútbol Profesional, que creó un departamento de integridad con el fin -entre otros objetivos- de detectar los encuentros que muestran características de haber sido manipulados. A través de las herramientas informáticas más avanzadas del sector, los denominados policías del fútbol han estado detrás del germen de todas las operaciones contra el amaño de los últimos años», advierte El Confidencial.

La Sección de Juego de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional lanzó este lunes la segunda fase de la operación Pizarro contra el amaño de partidos de Segunda y Tercera División para realizar apuestas ilegales. El dispositivo se ha desarrollado principalmente en Extremadura y Andalucía y los agentes tenían órdenes de detención contra 21 implicados. «En la mayoría de las ocasiones, las apuestas se realizaban cuando el partido ya estaba en marcha. Cuando el envite estaba hecho, alguien de la grada hacía una indicación a los jugadores implicados en el amaño con el fin de que éstos supieran que ya podían poner en marcha el plan para dejarse los goles acordados».

«Quitarse o ponerse una gorra, por ejemplo, era una de esas señales. Tras los encuentros, los que estaban vendidos a la trama se iban de fiesta, algo muy llamativo dado que habían perdido el partido», indica El Confiencial. Y añade: «Las investigaciones previas al desarrollo de la operación se prolongaron durante casi dos años. El Almería también está en el ojo del huracán: se investigan partidos de esta misma temporada del conjunto andaluz, que milita en La Liga 123 (Segunda División). No es el único partido de la segunda categoría del deporte rey en España que se investiga, ya que el Huesca-Nàstic es otro encuentro bajo sospecha», concluye la noticia.

Majadahonda Magazin