FEDERICO UTRERA. *Doctor en Comunicación Audiovisual, editor, escritor y periodista. Prosigue la conversación con el científico José Mª Rojas, vecino de Majadahonda que trabaja en el Instituto Carlos III de esta misma ciudad aunque ahora estos capítulos que se publican este mes de marzo (2023) versan sobre «Pie en Pared», la asociación de la que José Mª Rojas forma parte. De ahí la primera pregunta: No sé si eres el único miembro de Majadahonda y de la zona Oeste de Madrid que participa en el movimiento/asociación «Pie en Pared»: –De la directiva soy el único de Majadahonda, pero en la zona Oeste hay más: el secretario, Marcos de Quinto y Alfredo Timermans. El presidente, Juan Carlos Girauta, reside desde hace varios años en Toledo, mientras que el resto son vecinos de Madrid: Esperanza Aguirre, vicepresidenta de «Pie en Pared», Cristina Casabón, Alejo Vidal-Quadras, Daniel Lacalle y Miguel Ángel Quintana.

¿Como surge esta asociación y por qué? –Esta asociación surge a finales del año pasado como una opción cívica sobre la “guerra cultural”, término que es un poco chocante y ya escribí en Majadahonda Magazin algunos artículos explicando que no había que confundir con la “Kulturkampf”, término de Rudolf Virchow para nombrar el conflicto entre el gobierno de Bismarck y la Iglesia Católica, a finales del siglo XIX. Ahora, la actual “guerra cultural” surge por el enfrentamiento entre los ideales de la democracia liberal y la ideología “woke” de la nueva izquierda. Dicha ideología se materializa en una multitud de causitas identitarias (catastrofismo climático, animalismo, identidad de género, revisionismo histórico, nucleares no, independentismo, Black Lives Matter (BLM), indigenismo etc…), cuyos postulados se convierten en artículos de fe, negando la naturaleza humana. Y consideran cualquier matización o discrepancia como una agresión política. Ellos condenan a los disidentes o no afines a la “cancelación”, marcándoles con los ominosos adjetivos de “negacionistas, homófobos o machistas”. Además, todo ello aderezado de un profundo anti-semitismo.

¿Entonces «Pie en Pared» es una especie de “Reconquista” Cultural?: –Eso pretendemos. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro, con su página web, abierta a la ciudadanía y con la posibilidad de colaborar como socio o amigo… Por supuesto no es partidista (de hecho el espectro abarca desde la derecha conservadora hasta la socialdemocracia clásica, pasando por las distintas visiones liberales). Intentamos concienciar, dar respuesta a esas acciones interpretativas sesgadas de unos hechos, con una visión más lógica que vuelva a la racionalidad. En definitiva, no se pretende sustituir la actual “hegemonía cultural” de la izquierda por otra de la derecha, sino por los principios de la Democracia Liberal y la Ilustración, ese terreno, en el que todo se pueda debatir sin temas vedados y sin que discrepar se considere una agresión a ninguna sensibilidad.

¿Cree que el problema de los tiempos actuales es que no existe posibilidad de disentir o de un mínimo debate?. –Sí, eso es lo más anticientífico posible, pues los que están inmersos en el mundo “woke” niegan la evidencia de los datos y la estadística, confundiendo casualidad con causalidad. No saben lo que es un análisis bayesiano… y son esclavos de disfunciones cognitivas, pero todas con una misma orientación, teorizada previamente por pensadores posmarxistas como Ernesto Laclau o Chantal Mouffe (ambos influidos por la “democracia directa” de Carl Schmitt, el ideólogo de la arquitectura política nazi): estirar la democracia liberal, forzando contradicciones internas, para quebrarla. La función del nuevo socialismo (o “radicalidad democrática” en su jerga) sería articular un discurso/relato que enlace todas las múltiples reclamaciones, identitarias y variopintas (incluso contradictorias), en un único hilo conductor de forma que, cuando se “compra” una parte, se subscribe el lote completo de causas, siguiendo el modelo de la “brocheta” que tan magistralmente expone Marcos de Quinto. Así, componentes muy distintos, o casi opuestos, están atravesados por el mismo punzón, para ingerirlos a la vez. (Continuará).