J. FEDERICO MTNEZ. El pleno del Ayuntamiento de Majadahonda aprobó este jueves 25 de junio (2020) por unanimidad una moción por la que los cuatro grupos (PP, Cs, PSOE y Vox) se han puesto de acuerdo para «no retuitear ni compartir» críticas mutuas en las redes sociales. Todo tiene su origen en las proporciones de impacto en la opinión pública que están adquiriendo los comentarios del científico José María Rojas, militante de Ciudadanos (Cs), que se muestra muy crítico con la acción de Gobierno de PP-Vox en Majadahonda y PSOE-Podemos en España, pero también a veces con su propio partido. Esta independencia de criterio provocó las quejas del PP en un anterior pleno, que forzaron a Cs a «pedir disculpas» y a recordar que Rojas Cabañeros era un simple militante de base. El PP no se conformó y señaló que había ido en las listas municipales majariegas como suplente. A raíz de esa notoriedad no buscada, el científico Rojas Cabañeros aceptó el ofrecimiento de MJD Magazin para ser columnista, lo que ha multiplicado su audiencia. Y como posee muchos seguidores de diferentes tendencias, entre ellos varios concejales y militantes de Cs, el PP y Vox tratan de cortar sus adhesiones públicas con este «Pacto Mordaza«, al que sorprendentemente se ha sumado Cs e incluso el PSOE. Y es que José María Rojas se define como «liberal» y de «centro-izquierda», por lo que su librepensamiento suscita recelo en todo el espectro político.

J. Federico Mtnez

Aunque la iniciativa del veto procedía del Grupo Popular, fue curiosamente el concejal Pedro Mallén (Vox) quien aclaró su objetivo: «Con esta moción lo que pedimos es que la gente deje de hacer retuits o compartir» determinados mensajes de las redes sociales de Majadahonda. Angel Alonso (PP) precisó que «este Gobierno ha sido objeto de una campaña de insultos a través de las redes sociales» y enumeró una lista (la misma que en el pleno anterior) mezclando churras con merinas: «calificativos como mentiroso, imbécil, criminal, necio, sinvergüenza, inepto, son los que ha recibido este equipo de Gobierno y no deben tener cabida en el debate político». Además enumeró «comportamientos machistas y que han vejado a víctimas del terrorismo». Por eso explicó que «de lo que se trata es de alcanzar (entre todos los concejales) un compromiso para no aportar más crispación e insultos».

Meme sobre el director de MJD Magazin y José Mª Rojas acerca del «Pacto Mordaza»

Para que nadie cayera en la tentación de llamarla «Moción José María Rojas» o «Pacto Mordaza«, el concejal Angel Alonso se cuidó mucho de señalar que «no hemos buscado mensajes en las redes para afear a nadie, no se habla de nadie en concreto ni de ningún grupo en concreto», a pesar de que en el anterior pleno se aludía muy claramente a José María Rojas Cabañeros y se pidieron expresamente disculpas a Cs, que el grupo naranja dio. Lo curioso es que Alonso reconoció que la libertad de expresión origina situaciones imprevistas y admitió que él mismo había caído en ellas: «algunas veces podemos equivocarnos. Todos hemos cometidos esas torpezas en el acaloramiento del debate, aunque en ocasiones no eran insultos sino exabruptos» que provocaban «salirse de madre». Y concluyó: «Todos nos hemos equivocado». El «Pacto Mordaza» consiste a su juicio en que «hagamos didactismo en las redes sociales» y los concejales critiquen, pero con mesura. Y se ofreció a crear una comisión oficiosa que analice los mensajes de los concejales: «aun estamos esperando la llamada de teléfono de Cs para ver cuales son esos insultos (que han erosionado las relaciones entre ambas formaciones)». Y es tanto el interés del PP por apagar el deterioro de su acción de Gobierno que se comprometió a que ellos mismos tomarían la iniciativa sino lo hacía Cs: «Nosotros haremos esa llamada».

El papelón de aceptar la propuesta del PP-Vox lo desempeñó Anselmo Soto (Cs), que sin embargo no perdió ocasión en delimitar lo que la coalición de Gobierno llama «insultos» y lo que es crítica política. Y enumeró los temas: «tests masivos, viviendas vacías de Pammasa, plan económico y social», admitiendo que lo que quería evitar el Gobierno de Majadahonda eran «tuits, retuits y likes» de concejales a determinadas noticias, artículos y comentarios. Soto se quejó también de que «algunos de los concejales del PP hacen un uso de las redes que habría que analizar» y reprochó a Vox que les hubiera llamado «besugos» en la misma sesión plenaria. Cuando desde su escaño negaron que eso fuera un «insulto», replicó: «entonces fascistas tampoco es ningún insulto».

El concejal y periodista David Rodríguez (PSOE) también respaldó el «Pacto Mordaza» aunque recordó que «el portavoz de Vox hoy nos ha llamado nazis como antes nos llamó asesinos«. También relató como él y el concejal Antonio García Sanz «hemos quitado en la sede del partido pegatinas amenazantes y vejatorias por 7ª vez con mensajes como «muerte al rojo, orgullo hetero, profanadores de tumbas, siempre con una bandera de España como fondo». Acusó a Vox de «crispar, intentar sembrar el odio y la división» y aludió a sus «hordas de palmeros en redes sociales que se dedican a censurar noticias de personas y mandar a troles para atacar en los foros de Majadahonda, como hace un militante de su formación política».

Con ello aludía a la abnegada labor de dos militantes de Vox en Asturias que han sido reclutados por Vox en Majadahonda para censurar y atacar bajo cuerda por orden del partido a la prensa local, aunque parece que con escaso éxito de público y critica. Por su parte, el portavoz socialista Manuel Fort pidió a Vox en el pleno retirar del acta 2 alusiones «sobre nazismo y PSOE», algo a lo que se negaron, porque «ustedes son socialcomunistas» y «el comunismo es como el nazismo», causante de «asesinatos en masa, genocidios y deportaciones a una escala nunca vista en la Historia de la Humanidad». Visto que Vox no solo no rectificaba sino que ratificaba los adjetivos, Fort prometió que «a partir del próximo pleno nos referiremos a ustedes como el partido de ultraderecha«. Y así concluyó el debate sobre el «Pacto Mordaza«, que no ha ido más allá de una arriesgada declaración de intenciones que parece esconder otras subterráneas maniobras.

 

Majadahonda Magazin