
Las causas que están originando este particular éxodo tienen que ver con la reciente elección del presidente Manuel López Obrador (PRD), cuyas acciones han minado la confianza de los inversores mexicanos debido a la inseguridad jurídica que a su juicio persiste en este país tras su nombramiento. López Obrador se identifica con Emiliano Zapata, líder revolucionario mexicano a cuyos nietos y bisnietos recibió en Palacio Nacional, lo que ha generado la cautela de personalidades como Vargas Llosa. En su opinión, Obrador representa una «democracia populista y demagógica, con recetas que están absolutamente fracasadas en el mundo entero», a lo que el candidato respondió diciendo que esa era «su forma de pensar» y que «no estoy para caer en ninguna provocación, no me voy a enganchar…».
El escritor peruano afincado en España y casado con la filipino-española Isabel Preysler, ex del cantante Julio Iglesias y del ministro socialista Miguel Boyer, reiteró sus críticas en una conferencia y afirmó que la gestión lopezobradorista «podría empujar a México a un desastre», aunque «no a una catástrofe como Venezuela». Lo cierto es que las consultoras mexicanas certifican la salida de los empresarios locales, especialmente entre las pymes: «seis de cada 10 consultorías que hicimos a mexicanos se concretaron en operaciones en España. A diferencia de la decisión de los grandes consorcios, que toman decisiones corporativas, las de Pymes son de índole personal y familiar; algunos incluso venden la casa y el patrimonio que tienen en México para mudarse a España”.
Pero no solo los pequeños empresarios mexicanos están cada vez más interesados en trasladarse a España. Los grandes capitales llevan años invirtiendo en el país. «En los últimos años México ha pasado a ser el primer inversor del subcontinente en España por delante de Brasil. El capital acumulado en diez años alcanza 19.180 millones de euros, equivalente al PIB de Navarra o al de Extremadura. Mucho dinero, más aún si se tiene en cuenta el bajísimo nivel de partida, a principios de los noventa: la inversión mexicana en España, a diferencia de la española en México, ha tardado en despegar. Pero cuando lo ha hecho, lo ha hecho con fuerza», detallan los periodistas Ignacio Fariza y María Fernández en El País.
Por su parte, empresas y analistas ponen el foco en Lopez Obrador como una de las principales causas que justifica este éxodo empresarial. “Tras las elecciones del 1 de julio, muchos inversores empezaron a revisar sus activos en el país ante la mayor incertidumbre política”, apunta Jesús Sánchez Arciniega, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Para Carlos Malamud, del Instituto Elcano, la “incertidumbre de la llegada de López Obrador ha alimentado esas inversiones en bienes raíces en los últimos meses y señala que habrá que esperar a ver el futuro de la relación entre el Gobierno y el sector privado”, detallan los expertos consultados por El País. Esto se traduce en multitud de empresas que tienen sede en España pero ya poseen el sello del capital mexicano. Son marcas tan conocidas como Campofrío (grupo Sigma), en las obras está el caso de FCC (Carlos Slim), en el pan de sándwich de Bimbo, en los cines Yelmo (Cinépolis), en los autobuses Avanza (Mobility Ado) o en la empresa editora de este periódico, PRISA (Roberto Alcántara) así como los restaurantes Vips, la Tagliatella o los KFC entre otros.









El centralismo es esto! Trabajo en Majadahonda y si se dice y mucho lo de andaluces y extremeños vagos
Hombre haber empezado por ahí. En Majadahonda hay mucho pijo rico. Seguramente te mirarán por encima del hombro y evitarán rozarse contigo sabiendo que eres extremeño ?? En respuesta a @criso84 @FrancescSerrai1 y a 48 más
A UPYD Majadahonda le gustó tu Tweet
Cristina Palacio y 10 personas más han reaccionado a tu enlace.
Si vienen, pues bienvenidos sean, pero, ¡ojo! hay que mirarlas, SIEMPRE, con lupa, para evitar cosas raras, que el demonio las carga y ellas solas se disparan.