El público votó en el pleno a mano alzada pero no valió

JULIA BACHILLER. Tras presenciar de inicio a fin el último pleno extraordinario de esta semana que tuvo lugar este miércoles 13 de marzo de 2019 y visualizar la retrasmisión del mismo, se perciben situaciones y comentarios difícilmente explicables si no te encuentras en la sala. Y comentarios destacables por su contenido que pueden pasar desapercibidos. He aquí algunas de estas «perlas»:  El público creía que se podía votar e intervenir en los plenos. Socorro Montes de Oca (PSOE) vio interrumpido su discurso de oposición a la parcela eclesiástica por una pregunta que provino en voz alta desde el público: “entonces ¿qué es lo que quieren hacer?”. En ese momento el alcalde terció con mesura: “seguramente muchos de ustedes no lo conocen, pero no se puede interrumpir en el pleno”. Y es que para algunos asistentes, esta era su «primera vez». Minutos después, llegado el momento de la votación y ante la solicitud por parte del alcalde de contar los “votos en contra” del uso cultural, varios feligreses presentes alzaron sus manos en número elevado que no puede apreciarse en la imagen, ya que ocupaban los lugares de las últimas filas que no capta la cámara. Las risas en el pleno por parte de todos los concejales no pudieron evitarse. Y hasta el propio Narciso de Foxá no pudo contenerlas mientras decía: “perdonen, pero ustedes no pueden votar”. A lo que añadió: “ahora entiendo que es la primera vez que vienen al pleno, esto ha sido anecdótico” procediendo a repetir la votación.


Sonia reprendió al público e Irene lo alabó

Sonia versus Irene (Somos): A las 10 de la mañana daba comienzo la sesión, pero minutos antes sorprendía que el número de personas acreditándose para acceder al mismo excedía del que habitualmente acostumbra a presenciarlo. Ya en el interior, según llegaban los concejales, la sorpresa ante tan inusual asistencia aumentaba. La concejal de Somos Majadahonda, Sonia Ortiga, haría referencia en una de sus intervenciones a ello, como echándoselo en cara: “agradezco que los vecinos vengan, pero me gustaría verlos también en otros plenos”. La valoración no pareció adecuada a los aludidos, que mencionaron el horario matutino y en días laborales que para muchos impide la asistencia. Además habrá que considerar que cuando las mociones presentadas han suscitado el interés por la repercusión que han podido ocasionar en la ciudad, la asistencia incluso se ha visto incrementada, como así este medio ha podido comprobar en varias ocasiones. De hecho, en la segunda moción y con el pleno casi vacío de vecinos y concejales, su compañera de escaño Irene Salcedo aprovechó su intervención para corregirla: “yo iba a dar la bienvenida a los vecinos y vecinas, ahora hay menos, pero bienvenidas y bienvenidos”.


Narciso se «despistó» con las enmiendas y las votaciones

El despiste de Narciso (PP). La moción presentada por el PP para modificar el uso cultural que iba a tener la cesión gratuita de una parcela municipal en Roza Martin y convertirla de nuevo en centro de uso religioso llevaba dos enmiendas del grupo Centrista y una de Ciudadanos. Del desarrollo del debate y alegaciones sobre las mismas caben destacar varias intervenciones: Juancho Santana (IU) desde su primera intervención dejó clara su postura: “Mi grupo no está de acuerdo con ceder ninguna parcela pública para la construcción de ningún centro de culto”. Llegado el momento de la segunda enmienda presentada por Mercedes Pedreira (Centristas), el alcalde confesó: “esta no la tenía controlada”, admitiendo así desconocer su existencia.

Mercedes se quedó sola ante el solar de la «Catedral» pero no le «supo» del todo mal

El «lapsus» de Mercedes «supo» mal. Las dos enmiendas presentadas por Mercedes Pedreira en el debate sobre la ya famosa «catedral de Majadahonda» solo recibieron los votos a favor de ella misma. Y eso que su propuesta era bastante ecuánime: el reparto de la parcelo entre un uso religioso y otro cultural, pues hay terreno de sobra y la cesión es gratuita. No obstante, en la defensa de la segunda enmienda tuvo un lapsus o mala pasada con el lenguaje, motivado por querer explicarse con mayor claridad en defensa de sus principios en un debate que se presentaba excesivamente emocional: “lo hago como puedo, «sepo», y como mi cabeza me permite”. Y el lapsus era lógico, porque consultado el diccionario de la RAE existe además una confusión generalizada en España sobre la conjugación del verbo «saber» que casi todos usamos mal, como muestra este enlace.

Riquelme lanzó el «guante»: quien le encuentre un insulto se lleva premio

Riquelme (PP) «el insultador»: En otro debate para saber si se debía proceder o no a un segundo turno de intervención acordado en Junta de Portavoces, la centrista Mercedes Pedreira, en tono jocoso, indicó: “yo, si el señor Riquelme no me insulta, solo necesito uno”. A lo que el alcalde, en el mismo tono y dirigiéndose al concejal de urbanismo, le ordenó: “señor Riquelme no insulte a la señora Pedreira”. Al final hubo dos turnos y Foxá puso la guinda con humor: “señor Riquelme, le paso la palabra y como tiene dos turnos, si quiere puede insultar a la señora Pedreira”. A todo ello Ricardo Riquelme (PP) contestó más serio: “no suele ser mi estilo, les reto a que cojan cualquier tipo de acta en esta legislatura y recaben un insulto que yo haya destinado a algún miembro de la corporación. Ahí está el guante, no he insultado porque entre otras cosas me educaron a no hacerlo”. Socorro Montes de Oca (PSOE), a quien la bautizaron desde el PP en otro pleno como «la mujer inexacta», sin embargo, le desmintió: “insulta y descalifica”.

Juancho se salió de madre pero solo alcanzó a decir: «¡Alcaldada!»

«Alcaldadas», votaciones y turnos de palabra. Al alcalde Foxá le cambió el humor cuando PSOE, Somos e IU discreparon y pidieron dos turnos de palabra apelando a un acuerdo alcanzado en la Junta de Portavoces: “¡la Junta de Portavoces se la pasaron ustedes por el arco del triunfo el pleno pasado!”. Sometido a votación, se decidió un solo turno, momento en el que Juancho Santana (IU) varió su tono también, pues acostumbra a darle velocidad a la lengua a la hora de hablar pero nunca de forma airada y elevada. Eso sí, con adjetivos comedidos: “¡usted se salta todo y nos echa la culpa a los demás siempre, usted cambia las reglas como siempre, usted hace “alcaldadas”!. Minutos después pediría disculpas por su reacción y el alcalde entonces le prestó apoyo: “creo que el pleno tiene más poder que la Junta de Portavoces”. Su decisión, sin embargo, fue contraria a la votación y favorable a Juancho, estableciendo un segundo turno de palabra, lo que resultó igualmente cómico.

También hubo bronca gestual y verbal entre Ventura y el alcalde pero no pasó a mayores

Majadahonda Magazin