SONIA BLUE. Los aficionados del Real Madrid comienzan a criticar abiertamente algunas de las decisiones tomadas por Zinedine Zidane respecto a sus hijos futbolistas. Al técnico francés le afean su actitud de premiar a sus vástagos para intentar colocarlos en puestos destacados de la plantilla del club merengue pese a no tener la calidad suficiente para ello. «Tener hijos futbolistas no es fácil y menos si eres su entrenador. La situación como poco se vuelve problemática sobre todo por el qué dirán. Los celos y las envidias entre jugadores pueden provocar que el mal ambiente colapse el vestuario. Algo así podría estar pasándole en estos momentos a Zinedine Zidane debido a su hijo, el portero Luca Zidane. Son conocidos sus favoritismos en cuanto a sus vástagos, solo hay que ver que Enzo Zidane, quien ahora no es ni el mejor jugador del Rayo Majadahonda, llegó a debutar en el primer equipo blanco. El sueño de cualquier jugador joven», señalan desde la revista Don Balón. Y pese a que los rumores de «enchufe» con Enzo son menores que con su hermano, estos viven su máximo apogeo con Luca Zidane: «En el club muchos dudan del nivel del joven portero, de hecho, hay vídeos por internet en el que se ve cubriéndose ante un chute fuerte que pueden dar una idea de por qué dicen eso».


El periodista Marcelo Furlan (@ME_Furlan) de Fox TV ha publicado un reportaje que encabeza precisamente con una foto de Enzo Zidane: «Dicen que el fútbol se lleva en la sangre, que el gusto por el deporte o un club es algo que se aprende en el hogar desde que los niños dicen sus primeras palabras. Pero, ¿qué tanto condiciona a una persona el legado de sus antepasados? Muchas veces se piensa que el jugador que es hijo de un crack, está destinado a la misma gloria, o que el hijo de un jugador que no destacó está obligado a recorrer el mismo tortuoso camino de su padre. Generalmente eligen direcciones distintas, son pocas las parejas de padre e hijo que han saboreado la gloria en tamaños iguales, por lo que hacemos un recuento de padres e hijos de jugadores que destacaron en el futbol». Y añade: «Enzo Zidane, hijo de Zinedine. El hijo de ‘Zizou’ tiene un peso enorme sobre los hombros. Lleva el nombre de Francescoli, el ídolo de la infancia de Zinedine y el apellido de su padre. El prefiere usar Enzo, para evitar comparaciones». Y es que a su juicio hay otros deportistas que practican este deporte bajo el «síndrome del padre futbolista». Son estos:

Mazinho, padre de Thiago y Rafinha Alcántara: El brasileño levantó la Copa del Mundo en el Mundial de Estados Unidos 1994, pero a nivel de clubes no destacó dentro de los grandes de Europa como lo hacen sus hijos, en el Bayern Múnich y el FC Barcelona respectivamente. Giovanni Simeone, hijo de Diego Pablo: El hijo del ‘Cholo’ es un diamante que se está puliendo en River Plate. A su corta edad ya hace goles en torneos continentales y no le asusta ser parte de uno de los clubes más importantes de Argentina, aunque a diferencia de su padre, él destaca haciendo goles, no evitándolos. Escucharemos pronto de él.

Miguel Reina y su hijo Pepe Reina, que comenzó en la cantera del Rayo Majadahonda

Periko Alonso, el papá de Xabi: El padre de Xabi Alonso tuvo su paso por el fútbol español. También formó parte de la Real Sociedad, club de su debut, solo que él se enamoró después de los azulgranas y fichó por el Barcelona. Tuvimos la suerte de encontrar un video de su paso por cataluña en el cual completa una remontada en el Clásico de España. El Real Madrid se había adelantado con gol de Juanito, Maradona empató y Periko Alonso completó la hazaña con asistencia del argentino. Miguel Reina, el padre de Pepe: El primer Reina fue arquero como su hijo, pasó por Barcelona y Atlético de Madrid, donde fue subcampeón de Europa. Frank Lampard, el primero: El papá del ahora jugador del Manchester City y estandarte de la mejor época del Chelsea, dedicó su carrera al West Ham United. Se desempeñaba como lateral izquierdo y fue convocado por su selección en númerosas ocasiones, llegando incluso a ser capitán de Inglaterra en un par de ocasiones.

Thiago, Mazinho y Rafinha.

Cesare Maldini, padre de Paolo. (¿Paolo Maldini, hijo de Cesare?): Una de las pocas coincidencias que existen entre padres e hijos, cada quien fue grande a su manera. Cesare tuvo que abrirse paso el solo y llegó a ser campeón de Italia 4 veces con el AC Milan, y como capitán levantó la Copa de Europa en 1963. No tuvo tanta suerte en los mundiales, aúnque sí formó parte de la Azurra, selección a la que posteriormente dirigió desde el banquillo, ya con su hijo en activo. Carlos Busquets, padre de Sergio: El mediocentro favorito del barcelonismo respira los valores del club desde que estaba en la cuna. Su papá no fue el más talentoso de los porteros, pero aún así llegó a ser parte del primer equipo azulgrana. Zizinho, padre de Éder, Giovani y Jonathan Dos Santos: El jugador brasileño jugó con el Sao Paulo y fue campeón de Brasil en 1980. Posteriormente fichó por el América de México y se enamoró del país, donde dearrolló el resto de su carrera. Además de la de las Águilas, vistió la camiseta de León, Necaxa, Monterrey y FAS de El Salvador.


Johan Cruiff y su hijo Jordi

Por su parte, Leandro Serrano cuenta en «El futbol es injusto.com» como «pronunciar el apellido “Cruyff” (del neerlandés Cruijff) es sinónimo de calidad, de clase, de liderazgo, de goles antológicos, del ‘Barça’ de la década de los 70, de quitarse el sombrero y de levantarse de los asientos; también lo es de ‘Dream Team’, de maestría, de la etapa más gloriosa —con el permiso de Pep— de la historia azulgrana. Y es que el término “Cruyff”, futbolísticamente hablando, siempre estuvo, está y estará asociado a Johan; pues a pesar de que algunos defienden a capa y espada aquello de que, si eres hijo de un magnífico escultor, tus probabilidades de interesarte por la escultura y de convertirte en una versión mejorada de tu progenitor están destinadas a aumentar, también hay que tener en cuenta la exigencia, la carga del apellido, la responsabilidad que entraña ser ‘Het koningskind’ (“El niño del rey”, como algunos conocen a Jordi en tierras holandesas), capaces de acabar pasando factura a cualquiera. Y eso es lo que debió ocurrirle al bueno de Jordi: el único varón de los Cruyff que, superado por la situación desde el primer momento en que se enfundó la casaca azulgrana, pareció dejar su figura a medio hacer». Leer más.

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