ELENA MARTICORENA. La escritora majariega Lola Deán Guelbenzu es una fuente inagotable de inspiración poética. De ascendencia navarra, su vinculación al municipio de Cascante se debe a la gran casona ─ propiedad de su familia paterna ─ en la que tantos veranos pasó, y que servirá de caldo de cultivo para la creación, años después, de sus dos únicas novelas: «Fantasmas en la Casona» (2018) y «La Casona» (2021). Su último proyecto, «Decirte Que«, de la Editorial Nuevos Ekkos y dentro de la colección de poesía y relato La palabra inquieta, fue presentado en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda a finales del 2021. Pero a pesar de su reciente publicación, la autora ya esta inmersa en numerosas nuevas ideas y proyectos. Y es que como ella misma reconoce «la musa llega cuando llega y no puedo evitar escucharla y ponerme a escribir y componer versos». ¿Cuál es el próximo evento en el que podemos verte en Majadahonda? – En el Encuentro Poético que tendrá lugar este domingo 30 de enero (2022) a las 19.00 horas en el Club Social las Huertas en Majadahonda. Eduardo Benítez lo presenta y yo lo coordino. Será una tarde muy agradable con poetas invitados como Asunción Caballero. Y después, el día 25 de marzo, para celebrar el Día de la Poesía, tanto Eduardo como yo haremos un recital en la Biblioteca Francisco Umbral de Majadahonda. ¡Estáis todos invitados a acompañarnos!
Desde muy pequeña, Lola Deán Guelbenzu comienza a escribir poemas y aunque sabe que no podrá vivir de la poesía, nunca deja de producir versos, llegando a publicar hasta once poemarios. Su primera oportunidad llega de la mano de su tío, Juan Guelbenzu, poeta y locutor de radio en San Sebastián, quien a través de este medio, lee a los oyentes los poemas que Lola le envía por correspondencia. En los años setenta se une al grupo de poesía aitzkora y muchos de sus poemas son recitados y leídos en el Ateneo de San Sebastián o divulgados en los diarios vascos. En 1982 publica su primera obra, «Poemas», de la Editorial Torremozas, por la que consigue la felicitación de numerosos poetas de la época, entre ellos Jorge Guillén. Enfocada en su trabajo y en su familia, Lola Deán, que nunca deja de escribir y crear poemas, asume la necesidad de una pausa en su trayectoria, y no será hasta el año 2013 cuando su segunda obra, «Antología de Poetas de Madrid» salga a la luz.
¿Cuándo pasaste de escribir poemas a publicarlos?– Yo he escrito desde muy pequeña. Al principio, mis primeros poemas iban dedicados a mi familia y sobre todo a mi madre. Mi tío, Juan Guelbenzu, que trabajaba como locutor de radio en San Sebastián, fue el primero que me propuso leer mis poemas. Yo le mandaba por carta los versos que iba escribiendo y él los radiaba. Me iba dando consejos y poco a poco fui mejorando el estilo. En el año, creo recordar, 1982, la desaparecida mujer de Antonio Porpetta, Luzmaría Jiménez Faro, ─ que acababa de fundar la Editorial Torremozas ─ puso un anuncio en una revista para los que estuvieran interesados en ver publicados sus poemas. Nos citó en una cafetería, que ya no existe, y que se llamaba «Chócala» y allí nos presentamos cuatro personas: Pilar Monzón, Amaranta Ortega, Mari Carmen Tobajas y yo. El proyecto era dar voz a las nuevas poetas y por eso me aventuré a dejarles los poemas que había seleccionado para la ocasión. Desde los mejores que tenía hasta los que menos me gustaban. Pero les gustó mucho y así salió publicado «Poemas». Próximo capítulo: «La musa viene cuando le da la gana».